En verano de 1938 se publicó el primer cómic de Superman, pero el domingo 30 de octubre de ese mismo año, a gran parte de los Estados Unidos, les interesaba más otra clase de alienígenas. Todo comenzó con un hombre diciendo algo aburrido, que nadie escuchó, cuando guardó silencio vino el reporte del clima y, finalmente, dieron espacio a la orquesta de Ramon Raquello, que interpretó el tango, La cumparsita… pero la siguiente pieza fue interrumpida. Algo entraba en nuestro planeta, más tarde habría trípodes, luego, la humanidad estaría a punto de ser exterminada.
Hace 75 años fue transmitido, a través de la cadena radiofónica CBS, el programa Mercury Theatre on The Air que presentó a su joven estrella y director de 23 años, Orson Welles. El programa de esa noche sería una adaptación de La Guerra de los Mundos, escrita por el escritor británico H. G. Wells. El presentador del programa advirtió que eso era ficción, el mismo Welles a modo de prólogo explicó el tema de la transmisión. De cualquier forma, a la mañana siguiente, el país al verse timado, después de horas de angustia, despreciaba a Welles, quién días más tarde se vio obligado a dar una disculpa pública.
El hecho es bastante conocido, e incluso, ya es parte importante de la cultura popular. Por ejemplo, la serie animada, Los Simpsons, en su especial de día de brujas, Threehouse of Horror XVII, recreó la anécdota. El pueblo de Springfield escucha atentamente y esa misma noche se arma el pandemónium. Springfield amanece indignado, Welles es forzado a dar una disculpa pública. Sin embargo, después de haberlo hecho, los extraterrestres realmente irrumpen en escena para conquistar la tierra y ya nadie presta atención.
En 2003 la grabación del programa fue resguardada e integrada al Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, pero es probable que el mismo pánico posterior al programa también fuera una puesta en escena. Un documental conmemorativo lanzado por PBS pone en entredicho los datos que conocemos tan bien, el más de un millón de personas asustadas, los arrebatos de terror y demás. Según el registro de raitings de C.E. Hooper, esa noche el 98% de la audiencia estaba escuchando otra cosa. Al parecer el mito del pánico nacional fue creado al día siguiente por la prensa, después, conforme pasaron los días, el número de supuestos “radioescuchas” fue en aumento.
No cabe duda que, a pesar de la probable inflación mediática, la adaptación de Welles le serviría para catapultar su carrera, además de incrustar su nombre en la historia, pues hoy en día ya forma parte de los momentos sagrados de la cultura pop.
AS (@albertosandel)
Fuente: Slate