TOP10: Artistas visuales que incursionaron en la dirección cinematográfica

A principios de este año, el realizador británico, Steve McQueen (Hunger, 2008; Shame, 2011), consiguió el Oscar en la categoría de Mejor Película con el drama sobre la esclavitud ambientado en el siglo XIX, 12 Years a Slave (2014). Ahora, antes de involucrarse en algún nuevo proyecto cinematográfico, McQueen vuelve a sus orígenes –los de videoartista– con una nueva exhibición en una de las galerías de mayor prestigio en el Reino Unido, la Thomas Dane Gallery, titulada Steve McQueen: Ashes (2014).

La exposición es la tercera que el artista británico lleva a cabo en este recinto y sirve para conmemorar el décimo aniversario de la galería. McQueen presenta dos nuevas obras. La primera de ellas, Ashes (2014), es una proyección inmersiva con sonido. Se rodó en Super8 con una inquietante banda sonora verbal, recientemente grabada en Granada. Gran parte de las imágenes mostradas fueron registradas por el cinefotógrafo, Robby Müller (Dead Man, 1995; Dancer in the Dark, 2000) desde 2002. Mientras de fondo se escucha el sonido del mar, dos hombres –habitantes de Granada– hablan de su amigo, Ashes, que descubrió un alijo de drogas en una playa. Él pensó que era su día de suerte; pensó que se volvería rico. Poco después, otros hombres llegaron al lugar para buscar lo que les pertenecía. Le dispararon en la mano para que soltara la mercancía. El hombre –herido de la mano– intenta correr, pero le disparan en la espalda. Cuando cae, uno de los otros se acerca y le dispara en las piernas y en el vientre. Ahí termina la historia, Ashes es el joven que aparece retratado en la obra de McQueen. Cuando regresó a Granada el año pasado, el artista preguntó por Ashes. Al no encontrarlo, decidió dedicarle un homenaje. El trabajo en video es sobre un joven en un barco y la historia de su asesinato.

Ashes (2014), Steve McQueen.

El segundo trabajo consiste en una instalación escultórica, Broken Column (2014), que actúa como complemento del video. Se trata de una columna rota en color negro que recuerda aquellos elementos escultóricos que adornan los monumentos y cementerios victorianos y que simboliza una vida truncada. En lugar de ser tallada en mármol blanco, fue elaborada a partir de granito negro de Zimbabwe y pulida hasta obtener un alto brillo. En lugar de un zócalo de piedra, el objeto escultórico se encuentra en una plataforma de madera, como si la columna recién hubiera llegado al recinto.

Broken Column (2014), Steve McQueen.

Durante los últimos veinte años, McQueen ha sido uno de los más importantes videoartistas  de la escena mundial del arte contemporáneo. En esta nueva exposición, la firma del artista es evidente, sin embargo, se extiende aún más el alcance de su investigación sobre la imagen y el objeto. Su obra se sitúa entre lo particular y lo universal, lo literal y lo abstracto, evadiendo definición y multiplicando la experiencia y las posibilidades interpretativas que se desprenden de ésta. Ciertas obras provienen de la observación inquebrantable de McQueen del yo –a veces con matices ambiguos–. Otras buscan crear un discurso, a veces sombrío, referente a la conciencia política que se ocupa de momentos históricos específicos.

Abierta al público desde el 14 de octubre, la exposición continuará hasta el 15 de noviembre de 2014.

LFG (@luisfer_crimi)

Fuente: Thomas Dane Gallery