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Competencia Oficial: The Captive (Atom Egoyan, Canadá)
En la tercera jornada del Festival de Cine de Cannes, The Captive del director canadiense Atom Egoyan ha tenido una recepción dividida por parte del público y la crítica especializada, incluso con algunos abucheos después de su proyección. Egoyan, de 53 años, compite por sexta vez en Cannes, donde concurrió por primera vez hace dos décadas con Exotica (1994), que se llevó el premio de la crítica FIPRESCI, galardón que consiguió de nuevo tres años más tarde con The Sweet Herafter (1997). El reciente filme en competencia, es un thriller que toca el tema del abuso sexual infantil. La trama enfrenta al protagonista (Ryan Reynolds) a la pérdida de su hija pequeña, secuestrada años atrás. Tiempo después, el hombre encuentra una serie de pistas que lo llevan a pensar que su primogénita puede seguir con vida y comienza su búsqueda para encontrar al criminal y descubrir que sucedió en el pasado.
En la conferencia de prensa, Egoyan habló de los orígenes de su película:
Tuve la idea de hacer esta película cuando me encontraba en la costa oeste de Canadá. Un niño había desaparecido trágicamente en un parque cerca de casa. Es más, los carteles con su rostro todavía están en el parque, a pesar de que le buscan desde hace varios años. Esa noticia daba vueltas en mi cabeza y poco a poco, la historia fue tomando forma.
Peter Bradshaw de The Guardian la ha calificado de «terrible pesadilla de principio a fin». Mientras que Jonathan Romney, Screen Daily la considera «una atrevida mezcla de géneros».
Primeras impresiones:
Egoyan quiso que su nueva película fuese bizarra. Pero seguramente no tan bizarramente actuada, bizarramente escrita, bizarramente dirigida, ¿la he juzgado bizarramente mal? La película podría haber funcionado si Egoyan no hubiese insultado la inteligencia del público con lo inverosímil de su drama. Pero línea por línea, escena por escena es ofensivamente absurda y grosera. La película no convence ni como thriller convencional o como noir.
Atom Egoyan relata un cuento de niños perdidos y padres en constante duelo que se desarrolla bajo un cielo gris de invierno, pero por lo demás estamos bastante lejos de la maestría de The Sweet Herafter. El intento de fusionar sus preocupaciones tradicionales con la culpa y el duelo, la tecnología voyeurista y una narrativa acronológica, remezclada con un capítulo de Law & Order: Special Victims Unit, Egoyan deja a un fuerte elenco a la deriva, que trata de mantenerse al día en un drama artificial y poco convincente que hace sentir que Prisoners parezca una obra maestra en retrospectiva.
Egoyan toca temas oscuros en la cinta, un drama complejo y burlón, que combina el secuestro, la pedofilia, las femmes fatales, y La flauta mágica de Mozart. La cinta está llena de resonancias de filmes anteriores de Egoyan, en especial, su fascinación con los alcances perversos y fetichistas del video y el internet, con las familias destrozadas o las identidades transformadas por incidentes traumáticos. The Captive es una atrevida mezcla de géneros, que exige un cierto acto de fe por parte de los espectadores para que estén dispuestos a entrar en el espíritu lúdico y perverso del juego. A medida que la trama se complica, de hecho se vuelve un tanto barroca, nos toca a nosotros decidir si estamos dispuestos o no, a llegar hasta el final, un laberinto sembrado de pistas reales y simbólicas que a menudo desconcierta a los propios personajes.
A menudo, una ligera brisa debe soplar en una película de suspenso para que pueda llamarse invernal -pero esta película del otrora célebre- ahora irregular cineasta canadiense Atom Egoyan (The Sweet Hereafter, 1997; Chloe, 2009) cabe en la clasificación. Sí, The Captive está llena de nieve y hielo, abrigos de invierno, cielos grises y gruesas botas, pero su tema es tan sombría como una caminata, en febrero, a las 3 de la mañana en una carretera de Ontario. La dirección de Egoyan es convincente, confiada y misteriosa. Juega con nuestra sensación de temor y lo desconocido, soltándonos información a cuentagotas.
Atom Egoyan y el elenco de The Captive
Rosario Dawson, Ryan Reynolds y Mireille Enos
Competencia Oficial: Winter Sleep (Kis Uykusu, Nuri Bilge Ceylan, Turquía - Francia - Alemania)
También dentro de competencia, se presentó el filme Winter Sleep de Nuri Bilge Ceylan. Las opiniones de la crítica han favorecido a la cinta. Nuri Bilge Ceylan en conferencia de prensa:
En el transcurso del trabajo de redacción, se producen muchas discusiones. Era necesario: durante estas peleas, ¡pudimos ser diez veces más creativos! En una conversación como la de hoy, no habría podido encontrar las palabras de la película. Cuando uno discute, aparecen.
Aquí las primeras impresiones:
Con altibajos y todo, no deja de ser una película impresionante. Presenta a Ceylan en su mejor momento, psicológicamente riguroso, como Ingmar Bergman, pero a su manera. Este estudio de carácter denso y áspero no tiene miedo de abordar los temas clásicos de Bergman, como la responsabilidad moral y la existencia del mal en un universo supuestamente sin Dios.
El mundo esotérico del cineasta turco Nuri Bilge Ceylan resulta tan vibrante e inquieto como es su costumbre en Winter Sleep, una meditación Chéjoviana que lo conecta al ánimo de sus primeras películas, como Climates y Clouds of May.
-Debora Young, The Hollywood Reporter
Lo Chéjoviano parece favorecerle a WINTER SLEEP. Encontré trozos de Middlemarch y de Bergman allí, pero carece de la energía masiva de Bergman.
Winter Sleep de Ceylan es un extenso cine debate junto a la chimenea, fusionó Lear con Chéjov y es francamente un trabajo duro de ver. Remendada de manera irregular.
Suspenso, miedo, acción, alivio final –entrar a la única proyección de Winter Sleep de Nuri Bilge Ceylan ¡tiene drama! Winter… de Ceylan es una ambiciosa e íntima épica: Comprensión astuta de las motivaciones humanas, las perversidades, las motivaciones.
Nuri Bilge Ceylan (segundo a la derecha) y el elenco de Winter Sleep
Demet Akbağ y Haluk Bilginer
Un certain regard: The Blue Room (Le chabre bleue, Mathieu Amalric, Francia)
Dentro de la sección Una Cierta Mirada, se proyectó The Blue Room (La Chambre Bleue) de Mathieu Amalric, una adaptación de la novela homónima de Georges Simenon, con opiniones también dividas:
La adaptación de la novela de misterio de Georges Simenon, de Mathieu Amalric honra el texto, pero no alcanza la atmósfera. The Blue Room, representa un decepcionante regreso a Cannes por parte del el actor convertido en director Mathieu Amalric. La adaptación de la obra de Simenon es fiel a su narrativa sombría, pero es indiferente al subtexto eróticoinquietante subtexto erótico y psicológico. Si bien esta película desenreda su enigma a un ritmo ordenado no reúne ni el calor suficiente, ni lo necesario para escalofrío que nos llegue a los huesos. El nombre de Amalric y una premisa atractiva puede asegurarle al filme un distribuidor fuera de Francia, pero la vista de esta "habitación" es, bastante, limitada.
El thriller erótico, de Mathieu Amalric tiene su mejor momento debajo de las sábanas. Mathieu Amalric tiene el encanto de un elfo y los ojos de un roedor. Tomó por sorpresa a los expertos cuando ganó el premio como Mejor Director en Cannes 2014. Cuatro años después está de vuelta con un drama erótico que tiene su mejor momento debajo de las sábanas. La película de Amalric se balancea hacia el territorio noir convencional; con una trama revisitada.
El nuevo esfuerzo de Amalric, The Blue Room (La Chambre bleue), tiene reminiscencias a los dramas de los años 70 de John Cassavetes y Robert Altman, toma el ejemplo de los dos noir clásicos de Hollywood y a la vez combina la narrativa del último Resnais, consiguiendo contar una historia familiar en formas que pueden sentirse irresistiblemente nuevas.
EF (@EnFilme)
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