Trailers de la Sección Oficial · Historia de México en Cannes · Presencia latinoamericana en Cannes
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Ganadores: Premios FiPRESCI y SIGNIS · Semana de la Crítica · Un Certain Regard · Sección Oficial
Competencia Oficial: Jimmy’s Hall (Ken Loach, Reino Unido)
A dos días de conocer a los ganadores del 67º Festival Internacional de Cine de Cannes, hoy fue el turno de Ken Loach. El veterano realizador británico –que asistió por primera vez al certamen francés en 1970 con Kes, y que en 2006 obtuvo la Palma de Oro por The Wind That Shakes the Barley– presentó Jimmy’s Hall (2014) un filme de época ambientado en la Irlanda de 1930, y se centra en el líder comunista irlandés James Gralton, que regresa a su país para volver a abrir un salón de baile que construyó en 1921, donde comparte su postura política y sus ideas progresistas que no son del agrado de algunos sectores de la comunidad. En conferencia de prensa, el director habló de su personaje vinculándolo con su contexto social y con el de la época contemporánea:
Creo que la situación en Irlanda es la misma que en muchos otros países europeos, todos estamos sometidos a los dictados del neoliberalismo. Si Jimmy viviera en la actualidad, se opondría a los grandes poderes, a las multinacionales que controlan prácticamente todo. Es ahí donde debe llevarse a cabo la lucha. Creo que si Jimmy estuviera con vida formaría parte de ese combate. Existe un punto en común entre las dos épocas: la alegría de vivir de los jóvenes de esta región de Irlanda, jóvenes que sienten una pasión por la vida que espero que la película haya sido capaz de expresar.
También expresó su opinión respecto a trabajar con película de 35mm:
Con la película de 35 mm, que debe cortarse, se presta más atención a lo que uno hace, es una cooperación mucho más humana. El 35 mm se puede tocar, se ve. Comprar cintas nuevas era muy caro, así que le pedimos a los montadores si tenían alguna cinta antigua guardada en sus garajes, y la gente de Pixar encontró algunas.
Otro elemento importante del que se habló, fue la elaboración de los espacios donde se desarrolla el filme. La productora, Rebecca O’Brien indicó:
Construimos la sala de baile en Glasgow, y luego la transportamos y montamos in situ. No podríamos haberlo hecho sin el apoyo de la comunidad local. Ellos querían participar a toda costa.
Ken Loach agregó:
La sala de baile es un elemento clave. Fue reconstruida íntegramente y luego hubo que destruirla porque desaparecía en un incendio. La gente puede expresarse libremente mediante el deporte gracias a que Jimmy intenta apoyar a los pobres. Es un lugar seguro que representa la libertad de pensar.
Y aunque su nuevo filme no ha decepcionado a la prensa, y ha sido –en general– bien recibido, tampoco ha generado mucho entusiasmo por parte de los críticos.
Jimmy’s Hall es una película poderosa en muchos aspectos, aunque con un defecto raro y prominente: haberlo pintado como el enemigo implacable de Gralton, el filme presenta a un sacerdote poco convincente y desmotivado. Después de oponerse de manera implacable a todo lo Gralton protege, el sacerdote, de manera paulatina y desconcertante, alaba su integridad. Tal vez Paul Laverty, con toda la magnanimidad de estar del lado ganador de la historia, no puede soportar la idea de retratar al sacerdote tan terrible.
El superficial drama político irlandés de Ken Loach es un canto de cisne (última obra) decepcionante para una gran carrera […] El filme está suficientemente bien actuado y bellamente filmado por el director de fotografía, Robbie Ryan, pero se percibe la ausencia de la sutileza. […] Es una historia dramáticamente simplista con clases trabajadoras buenas y clases dominantes malas.
Jimmy’s Hall mantiene su trayectoria a lo largo de una narrativa elegante y tenue. El guión –de Paul Laverty– tiene una cualidad franca que a veces se sitúa por debajo de la formidable misión de Gralton para revitalizar su antigua casa, pero cada vez que la música hace su llegada para que otra secuencia de baile tome forma, el filme introduce otra oleada de energía que se respira en el entorno. […] El filme captura algo más que simplemente los primeros indicios de una revolución cultural. Los sitúa en un mundo tenso y claustrofóbico tensa donde cualquier forma secular de expresión era un tabú automático.
De fácil digestión y elegantemente filmado, Jimmy’s Hall puede detectarse como un filme de Ken Loach por su prolongado enfado en temas sociales y políticos. […] A pesar de las buenas intenciones de su última película –había rumores de que puede ser la última– es un filme estático, que no envuelve, que toca todas las cajas correctas, pero nunca se involucra emocionalmente. Mientras los sentimientos del guión son sólidos, los diálogos aparecen como una serie de declaraciones en lugar de convencer como una conversación adecuada.
Ken Loach ha tomado un episodio despreciable de la historia irlandesa moderna –la deportación sin juicio, en 1933, de uno de sus propios ciudadanos, James Gralton– para realizar una sorprendentemente hermosa y sincera película. Jimmy’s Hall posee una elegante simplicidad y flujo en el tránsito de una escena a otra, reforzada por el trabajo sutil, pero de gran detalle, de la diseñadora de producción, Fergus Clegg, y de la diseñadora de vestuario, Eimer Ni Mhaoldomhnaigh.
Ken Loach.
Barry Ward y Simone Kirby (actores de Jimmy’s Hall).
Competencia Oficial: Mommy (Xavier Dolan , Canadá)
Ayer, el que brilló por su ausencia fue Jean-Luc Godard. El cineasta francés de 83 años es el más veterano de los 18 directores que han asistido a Cannes para presentar sus obras dentro de la Competencia Oficial. El día de hoy fue el turno del más joven de ellos, Xavier Dolan. El realizador de 25 años es el tercero de los canadienses –junto a Atom Egoyan y David Cronenberg– que aspira a la Palma de Oro. Mommy (2014), su quinto largometraje, propone una Canadá ficticia donde una nueva ley permite que los padres angustiados abandonen a sus hijos con problemas en el hospital. En este escenario, una viuda intentará educar a su hijo que padece trastorno por déficit de atención con hiperactividad, pero su relación entra en una nueva dinámica cuando una misteriosa vecina les ofrece su ayuda. Durante la conferencia de prensa, Dolan hablo sobre la elección del formato 1:1:
Elimina las distracciones. La mirada de los personajes captura la mirada del espectador. Obviamente, brinda posibilidades que permiten jugar con el lenguaje. ¡Adiós al lenguaje!
También destaco otros elementos visuales como el vestuario:
A veces no se le da la importancia debida en el cine. Y sin embargo, se trata del primer contacto visual con el espectador. Hago lo que me gusta hacer, y trato de detenerme cuando no sé lo que estoy haciendo
Al ser cuestionado sobre sus referencias cinematográficas, señaló:
Mis referencias son menos numerosas de lo que me quieren atribuir. Es cierto que tengo algunos héroes. Gus Van Sant es el que siento más cercano. Sus películas son libres, no siempre rectilíneas, con digresiones que crean emociones.
En este sentido, al describir sus primeras influencias Dolan dijo que no era uno de esos niños cuyo padre lo lleva a ver a Bergman en el cine. Más bien vio películas de "niños normales" como Mrs. Doubtfirea y Titanic. El filme de James Cameron le dio confianza:
Me dio fe y confianza en ideas locas y ambiciosas. No tengo miedo de ellas, y tampoco de lo que la gente piensa de las mías.
En caso de llevarse la Palma de Oro, el joven canadiense cree que sería una victoria no tanto para él, sino para la generación joven que representa:
Mi película es de Quebec, pero sería una victoria internacional. Mi generación no se relacionan con las viejas riñas [esto en relación a si Quebec debe o no ser una soberanía separada de Canadá]. Las personas deben expresarse sin importar su edad. Esa sería la forma de verlo, y no como una victoria para un país.
Dolan regresa al tema con el que debutó, las fricciones entre madre e hijo, y ha sido muy bien recibido por la crítica, principalmente por la evolución que ha mostrado en su estilo desde su primer largometraje, J'ai tué ma mère (2009):
Es asombrosa la manera en que el estilo de Dolan, y el solipsismo en general, ha evolucionado en cinco años y desemboca en un trabajo divertido, desgarrador y, sobre todo, original hasta en su inusual formato, 1:1. […] Compuesto por una escena impredecible seguida de otra y evitando la autoindulgencia de sus películas anteriores,Mommy se siente como si Dolan borrara todo lo que ha visto en pantalla para abrazarlo con una ingenuidad fresca que le permite buscar el camino más directo, honesto y emocional de comunicar cualquier sensación todo lo que ha visto en pantalla antes y abrazado una ingenuidad fresca que le permite buscar el camino más directo, honesto y emocional de comunicar cualquier sensación dado. El resultado es tan personal como siempre, una celebración extática, no sólo de las madres, también de una de las dos actrices increíbles que Dolan ha adoptado como musas en su trayectoria.
Xavier Dolan trae la ‘basura blanca’ y la comedia de humor negro a la competencia de Cannes con una zona gris de la tragedia y un poco de angustia en medio. El tema de las madres y los hijos vuelve, pero ahora es la madre la que tiene ganas de hacer la matanza. La energía y el ataque de Dolan es emocionante; su película es a menudo brillante y muy divertida. El humor es magníficamente transgresor, pero luego se convierte en algo más: una envolvente y sincera historia. Se podría esperar que el relato se desarrolle de manera sexual, y es lo que hace, pero no en un estilo predecible.
Dolan tiene una maestría en el uso de la lente que sería notable a cualquier edad, presentando meticulosamente cada imagen volátil dentro de un formato cuadrado 1:1 que hace que la energía dentro la pantalla sea aún más intensa. Si la presidenta del jurado, Jane Campion, y sus colegas están buscando la verdad emocional en la pantalla, Mommy bien podría ser su elección más querida.
Mommy se siente como una celebración alegre del crudo ‘emocionalismo’ prima y la riqueza cultural de la clase trabajadora de Quebec. En cualquier caso, es la película más cálida, más humana y menos narcisista de Dolan hasta la fecha. Este retrato, explosivamente emocional sobre la relación madre-hijo, es la obra más importante del director de 25 años de edad.
-Stephen Dalton, The Hollywood Reporter
A medida que el Festival de Cannes se acerca a su fin, una de las últimas grandes películas de la competencia es la del cineasta canadiense Xavier Dolan. Mommy es exuberante, imprevisible y poco convencional.
Xavier Dolan ofrece una pieza cautivante que refleja toda la madurez que ha adquirido como director de cine en los años anteriores. Esta es una exploración total; mucho más rica, más cálida de un intenso vínculo entre una madre y un hijo que se desarrolla con emocionantes fuegos artificiales y reflexiones agridulces sobre el amor, la amistad y las decisiones que tomamos en la vida.
Xavier Dolan
Anne Dorval, Xavier Dolan, Antoine-Olivier Pilon y Suzanne Clément.
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