CINE Y ARTE. Helen Mirren habla sobre la obra del pintor Wassily Kandinsky
En 1926, el cineasta Hans Cürlis, pionero en la realización de documentales de arte, registró al pintor abstracto ruso Wassily Kandinsky dibujando en la Galerie Neumann-Nierendorf en Berlín. Kandinsky tenía 49 años en ese momento y era profesor de arte en la Bauhaus. Fue el mismo año en que publicó su segundo gran tratado, Punto y línea sobre el plano, en el que profundiza en la investigación de la interacción de la naturaleza, las artes y el ser humano, aunque ya desde una posición concreta. Partiendo de la pieza central, es decir, un punto, estudia sus propiedades y capacidades básicas: primero académicamente, luego en las bellas artes y finalmente en contextos naturales y prácticos. Una línea nace de un punto en movimiento. Múltiples líneas interactúan en el plano básico para producir una composición: “una composición no es más que una organización exacta de las fuerzas vitales que, en forma de tensiones, se encierran dentro de los elementos”.
A principios de la década de 1920, Kandinsky regresó de Rusia a Alemania. Entonces sus obras adquirieron una geometría característica, más espacio comenzó a aparecer en el lienzo y la espontaneidad dio paso al orden. Fascinado por el proceso educativo y el trabajo teórico en la Bauhaus, el pintor continuó su investigación sobre la interacción y la influencia de los principales elementos del lienzo, los colores y las formas. Kandinsky desarrolló su teoría en un lenguaje peculiar, donde los conceptos geométricos, físicos, estéticos y espirituales coexisten de forma natural.
Fuente: Kandinsky.net