La academia de Cine Europeo hace un llamado para la liberación del cineasta ucraniano, Oleg Sentsov. Nombres como Ken Loach, Mike Leigh, Béla Tarr o Pedro Almodóvar y Wim Wenders, han enviado una carta a las autoridades rusas, quienes tienen prisionero a Sentsov.
El realizador fue arrestado en mayo, mientras se encontraba en su casa, en Simferopol, Crimea, bajo cargos de terrorismo. Miembros de la Seguridad Federal de la Federación de Rusia (FSB), aseguraron que Sentsov aceptó haber planeado ataques en líneas eléctricas y monumentos públicos. Pero su abogado, Dmitry Dinze, un veterano que estuvo en el juicio de Pussy Riot, aseguró que el director niega cualquier implicación. Por su parte, Kirsten Niehuus —cabeza visible de la empresa de financiación cinematográfica alemana Medienboard Berlin-Brandenburg que había colaborado con Sentsov— afirmó que el director solo se había manifestado contra la anexión de Crimea a Rusia.
El Consejo de Cine Europeo, presidido por Agnieszka Holland, han escrito a Vladimir Putin para pedirle:
garantizar la seguridad de Oleg Sentsov; hacer público el paradero de su detención, enjuiciar al detenido por un delito reconocible o que sea puesto en libertad; promover una investigación exhaustiva, inmediata e imparcial sobre la detención arbitraria de la que Sentsov fue objeto, con el fin de llevar a todos los responsables ante la justicia.
El documento añade que los cineastas están profundamente preocupados y no pueden dejar de preguntarse cómo está él y lo que será de su futuro. Otros nombres británicos que han sumado su apoyo, son los directores Stephen Daldry, junto con los productores Mike Downey y Rebecca O'Brien.
El debut del director, fue con el filme Gammer (2011), que se centra en un joven jugador profesional que pasa sus horas entrenando frente a la pantalla de la computadora y aislándose de su familia. Una cinta que fue bien recibida en el circuito de festivales de Europa del Este, y que le ayudó a conseguir fondos para su siguiente cinta, Rhino, una producción que se pospuso por su trabajo con el movimiento de protesta.
VSM (@SofiaSanmarin)
Fuente: The Guardian