Algunos filmes no necesitan música y eso es parte de su estética. Pero algunos otros son imposibles de imaginar sin ella. La música puede transformar a una película y convertirse en un elemento primordial. E incluso los llamados filmes silentes, lo son por falta de diálogos o efectos de sonido, no por falta de música: en algunas ocasiones tienen acompañamiento de piano u otro tipo de instrumentos en la presentación del cine y es una experiencia completamente distinta ver una cinta con música en vivo para darle vida.
Por otra parte, adquirir los derechos de una canción es caro y a veces incluso complicado de tramitar. Hay compañías de publicidad que administran los derechos de varias canciones para garantizar que los artistas y compositores reciban su pago por el uso de la música.
Pero para un cineasta superindie, esto puede convertirse en un lujo, el tipo de cosas que sólo la producción de obras con mucho presupuesto tiene en cuenta, no un pequeño proyecto. A lo cual podemos responder, sí, ese es un buen punto, pero hoy en día hasta los realizadores de videos de boda pueden ser demandados por el uso de música que no hayan pagado por los derechos.
Entonces, si utilizar una canción famosa en una película es tan caro ¿qué puede hacer un realizador independiente?
Estas son algunas opciones que existen para poner música en tu película/video sin quedarte en la quiebra:
Escribe tu propia banda sonora
Si tienes aptitudes musicales o necesitas un soundtrack minimalista o sólo quieres algo de diseño de sonido, puedes comprar un programa que te ayude a realizar los sonidos que necesites, las pruebas y los loops, así como tener disponible una interface para audio. Así podrás manipular el sonido y la imagen al mismo tiempo.
Usa las redes sociales para hacer contacto con músicos
Sean Baker, el director de Tangerine, un filme grabado con un iPhone5, dijo que su obra es un intento de volver a la corriente del Dogma 95. En el manifiesto de ese movimiento se autoimponen limitaciones como evitar la luz artificial y especialmente la música (a menos que la música esté siendo tocada en la filmación). Pero cuando estaba editando su trabajo, Baker encontró los sets de dos DJs en soundcloud que pudo utilizar para su historia.
De acuerdo con Baker:
SoundCloud es una gran herramienta de mucha ayuda para los cineastas independientes. Ya que hay muchos tracks de buena calidad y de artistas que no cobran por los derechos. Mientras el track no tenga fragmentos de piezas registradas no se tiene que pagar a los supervisores de derechos y el uso se puede negociar directamente con el músico.
Soluciones preconfiguradas
Hay sitios en internet como Orchard Music o Jingle Punks que ofrecen soluciones de bajo costo además de contacto entre cineastas y músicos para hacer negocios con el uso de piezas para las películas.
Finalmente, hay muchas piezas de música (composiciones clásicas y música de dominio público) por las que no se tiene que pagar nada.
Así que si necesitas una canción para tu cinta hay diversas opciones, unas incluso gratuitas. Esto podría hacer la diferencia en la producción.
Fuente: No Film School