Luego del polémico trailer de The Interview (2014), comedia protagonizada por James Franco y Seth Rogen, donde dos periodistas tienen la tarea de asesinar al máximo mandatario Corea del Norte, Kim Jong-Un calificó al filme como un ‘acto de guerra’ [aquí los detalles]. Ahora, representantes del régimen de Pyongyang –capital de Corea del Norte– han escrito a la Casa Blanca para exigir que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intervenga directamente y evite el estreno de la película, el cual está programado para el próximo 10 de octubre en EE.UU., y ya cuenta con distribución en algunos países europeos como Dinamarca, Suecia, Alemania, Reino Unido y Holanda.
Denunciando la película como “una obra de cineastas gangster”, los medios estatales norcoreanos dijeron que la historia es “un acto terrorista sin sentido” y han amenazado con llevar a cabo una serie de “contramedidas despiadados” a menos que se cancele su exhibición.
Después de que el recurso inicial de Hollywood fue simplemente hacerse de los oídos sordos, Pyongyang envió una carta de protesta a Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, insistiendo en que permitir la producción y distribución de una película basada en el asesinato de un jefe de Estado es un “acto de guerra”. La ONU no ha hecho comentario alguno sobre si respondió al mensaje, pero Pyongyang ha quedado claramente insatisfecho ante la postura de la comunidad internacional que simplemente no ha pronunciado nada respecto al tema.
En Corea del Norte han considerado que The Interview es un insulto a su líder supremo, y gente cercana a Kim Jong-Un ha declarado que “nuestro ejército y nuestro pueblo consideran a su líder supremo algo más preciado, incluso, que sus propias vidas.” Washington se ha negado a comentar sobre la carta, pero es poco probable que Obama intervenga en el asunto, sobre todo después de que varios medios de Corea del Norte lo describieron como un ser humano “híbrido” y lo llamaron “un mono negro malvado” después de su visita, en mayo pasado, a Corea del Sur. Incluso, también llamaron despectivamente “prostituta astuta” al presidente de Corea del Sur, Park Guen-hye, que está bajo el control de un “poderos proxeneta” –el presidente de EE.UU.–.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: The Telegraph