En los últimos años, se ha convertido en algo común el hecho de que un famoso director se presente y nos refuerce la idea de que el cine, tal como lo conocemos, está muriendo o está siendo reemplazado por una entidad desconocida y casi hostil.
La lista habla por sí sola: David Lynch, Martin Scorsese, Pedro Almodóvar, David Fincher, Ridley Scott, y muchos más, han expresado su preocupación sobre el cambio de paradigma que se desarrolla lentamente desde la experiencia teatral a la transmisión en su propio dispositivo personal. Es fascinante leer lo que algunas de estas leyendas tienen que decir y las respuestas de los cinéfilos. Sin embargo, también ha habido algún rechazo contra esta idea. Tomemos como ejemplo a Steven Soderbergh, que está usando la tecnología disponible a su favor, abordando las posibilidades artísticas de la televisión (The Knick y Mosaic) e incluso filmando su más reciente película Unsane en un iPhone.
Los puristas cinematográficos como Christopher Nolan, Quentin Tarantino y Paul Thomas Anderson dirán que están tratando de mantener, incluso salvar el cine filmando en película, pero, a decir verdad, no pueden evitar que la evolución tenga lugar, incluso en el cine.
El cine es una forma de arte que, al igual que cualquier otra forma de arte, está en constante evolución y no hay forma de detenerlo, sin importar lo difícil que uno pueda intentarlo. Con todo lo dicho, David Cronenberg parece ser un cineasta que está mirando esta evolución con el vaso medio lleno. El escritor y director de clásicos como The Fly, A History of Violence y Videodrome, recientemente pronunció un discurso sobre la importancia eterna del arte, mientras recibía un título honorífico de la Universidad OCAD.
Cuando llegó el momento de hablar sobre el futuro del cine, el maestro del body-horror habló con claridad y realizó una reflexión compleja y fascinante:
El pintor Willem de Kooning dijo: “La carne es la razón por la que se inventó la pintura al óleo”. Yo digo, el cuerpo humano es la razón por la que se inventó el cine. La cara, el cuerpo, es su verdadero sujeto, el objeto más fotografiado en el cine. El cine es el cuerpo.
Hoy estoy aquí porque hice algunas películas. Sin embargo, debido a Internet, Netflix, la transmisión en vivo, el cine se está disolviendo, la pantalla grande se está rompiendo en muchas pantallas pequeñas, y esto está causando mucho estrés entre los fanáticos de la nostalgia cinematográfica. A mí no me importa. De hecho, me agrada. Debido a que el cuerpo humano está evolucionando, cambiando y, dado que el cine es el cuerpo, tiene sentido que el cine esté cambiando, evolucionando también. Si las películas desaparecieran de la noche a la mañana, no me importaría. El cine no es mi vida. Tu forma de arte no puede ser tu vida. Decir que es, para que sea eso, es evadir la vida misma. Sin embargo, no harás eso, ¿verdad? No, estoy seguro de que no lo harás.
Solo Cronenberg haría la distinción entre el futuro del cine y el cuerpo humano. Después de todo, este hombre ha hecho una carrera por su obsesión con el horror corporal. No muchos artistas serían tan contemplativos y atentos sobre este tema como Cronenberg. Sí, los teatros y las salas de arte están cerrando, y el hecho de que Disney casi haya monopolizado la experiencia teatral tampoco ayuda.
También hay un cierto cineasta con el nombre de James Cameron tratando de trabajar en las posibilidades tecnológicas ampliando el alcance de lo que podría ser una experiencia envolvente, incluso virtual, en el teatro en el futuro cercano. El resultado natural de esto seguramente será lo que Cronenberg describe como el cine disolviéndose 2en muchas pantallas pequeñas” también, tal vez eso signifique una toma de control del servicio de transmisión y más allá, realmente no lo sabemos.
Este fenómeno de los “fanáticos de la nostalgia cinematográfica” tampoco es nuevo. Hubo un retroceso en contra de traer sonido a las películas con The Jazz Singer en 1927 y tener technicolor en lugar de blanco y negro en 1939 con The Wizard of Oz y Gone With the Wind.
Sin embargo, sobrevivimos a la embestida y el cine magistral continuó desarrollándose. Es parte de la evolución sin fin de la forma de arte. En lugar de gritar sobre la caída del cielo, tal vez deberíamos abrazar los tiempos nuevos y emocionantes que tenemos por delante en el cine, sea cual sea la definición de “cine” que pueda llegar a ser.
Trad. EnFilme
Fuente: The Playlist