Fundado en 2012, Los Cabos International Film Festival se realiza a mediados de noviembre en uno de los puntos turísticos más exclusivos del país. Además de proyectar alrededor de cuarenta películas repartidas en cinco días de duración, cuenta con dos secciones competitivas y, dada su privilegiada geografía, busca ser un punto de encuentro para las industrias cinematográficas de Canadá, Estados Unidos y México, en el que cineastas mexicanos pueden encontrar coproducciones con estos países, y éstos, talento mexicano para formar parte de sus proyectos. “El festival se ha vuelto una plataforma para que agencias americanas vengan a buscar a directores jóvenes mexicanos. Somos oro puro para ellos. Son directores que tienen muy buenas tablas, muy buena formación y que saben hacer proyectos con bajos presupuestos. Por eso a nadie le debe de extrañar que muchos Oscares ahora estén siendo dirigidos por mexicanos o canadienses”, nos dijo el director del Festival, Alonso Aguilar-Castillo (arriba en la foto, al lado de Reese Witherspoon), en entrevista.
Los Cabos International Film Festival mantiene abiertas sus convocatorias para sus dos secciones competitivas hasta el 21 de agosto (aquí puedes verla), y para proyectos en desarrollo, Cabos Discovery (aquí), y en postproducción, Cabos In Progress (aquí), hasta el 31 de julio. Todas cuentan con diversos premios, incluyendo en efectivo.
Abajo puedes leer nuestra entrevista completa con Alonso Aguilar Castillo.
EnFilme: ¿Cuál es la dirección de crecimiento que está siguiendo el Festival?
Alonso Aguilar Castillo: La plataforma de industria es lo más importante para nosotros. Nuestra programación no ha crecido nada desde los últimos tres años. Mantenemos una programación muy compacta. Tenemos más o menos 35 a 40 películas nada más, lo que hace que el pedigrí de las películas sea muy destacado. En términos de industria hemos crecido pero solo hemos fortalecido nuestras plataformas. Hemos generado nuevas alianzas que puedan servir de trampolín para los proyectos que van a Los Cabos. Una de ellas es la que anunciamos hace poco: Cabos goes to Cannes. Está la ronda de Work In Progress. Tenemos alianzas con el Festival de Tribeca, que tiene que ver con nuestra plataforma de Gabriel Figueroa Film Fund y, ahora, la única verdadera añadidura, digamos, es Cabos TV, que es esta nueva barra paralela, que tiene que ver con la exploración de cine y televisión y con las formas digitales como ventanas de exhibición.
Foto: Reese Witherspoon inauguró la tercera edición de Los Cabos Film Festival 2014
EF: ¿Por qué les interesa tanto apoyar la pre y la postproducción?
AAC: Porque lo necesita este país. Vivimos en un país donde el 90 % de nuestra taquilla se le va a productores norteamericanos. Se necesita producir más cine mexicano y la única manera de hacerlo es generar todo un mecanismo que lo fortalezca desde abajo. Yo creo que el cine mexicano, si te lo imaginas como una bolsa, no se puede jalar desde arriba, que es como se había jalado anteriormente, ganando premios por todos lados. Eso no cambia el cine mexicano. Lo tienes que impulsar desde abajo, como con una mano que lo levante. Y eso significa inyectarle dinero a preproducción y a los pasos previos a la exhibición. Muchas películas están enlatadas, a menos que les demos esos espacios a los work in progress, se quedan enlatadas, y es muy triste pensar que los productores hipotecan sus casas y prácticamente lo pierden todo para que duren dos semanas en pantalla o para que no tengan dinero para que le hagan una corrección de color. Todo lo que nosotros hacemos busca, no solamente inyectar dinero, sino que nuevas personas vean estos proyectos y se los lleven. Así es como ha ocurrido que varias personas se han llevados proyecciones de Los Cabos al Festival de Rotterdam, al Festival de San Sebastián, a Toronto, a South By Southwest. Directores nuestros se los han llevado a hacer películas que ahora se estrenaron en Sundance o en Tribeca. En fin. Somos, antes que nada, una plataforma de despegue.
Se han gestado coproducciones en el festival –la nueva película de Jorge Michel Grau es una coproducción con Canadá, con EMA Films. Igualmente Eder Campos, de Machete Films, gestó una coproducción que están a punto de filmar que es Colombia-Quebec – México. En otra arena ha sido muy útil agencias que vienen a Los Cabos porque quieren cachar talento mexicano. Así pasó con José Manuel Cravioto cuando estrenó El charro misterioso el año antepasado. Paradigm, que es una agencia de talento muy importante norteamericana, le dijo saliendo de la función: te vamos a firmar y tu siguiente película va a ser americana. Esa película ya es una realidad y se estrenó este enero en el festival de Sundance. Me acuerdo que en festival del año dos, Dakota Johnson firmó con la nueva película de Gerardo Naranjo. Hay muchos hilos de donde puede surgir esta sinergia. Nos sentimos muy orgullosos de ser la plataforma que lo genere.
Clip de Reversal, filme de José Manuel Cravioto estrenado en Sundance
EF: ¿Quién y cómo eligen los proyectos que van a participar en el festival?
AAC: El comité de programación lo consolidamos tres personas: Maru Garzón, que es la programadora en jefe, yo que encabezo el comité con ella, y Mónica Herrera, que programa toda la parte internacional. Pero realmente nosotros mucho lo mandamos a comités externos. Especialmente en el caso de industria. Todos los proyectos que recibimos en desarrollo se lo mandamos a un jurado de tres personas y ellos eligen los siete proyectos que van a ir a Los Cabos. De esta manera tratamos de deslindarnos un poquito de cualquier cosa política, manteniendo que sean decisiones de expertos. Y en esos páneles de expertos ha habido gente muy reconocida. Hemos tenido a Lucila Moctezuma de UnionDocs en Nueva York, a Carlos Gutiérrez de Cinema Tropical, a gente de la Semana de la Crítica, a gente del Festival de Halifax, del Tribeca Film Institute; gente que tiene una amplia trayectoria y que representa un bonus a los proyectos, porque una vez que ellos lo ven, se lo llevan a otros lados.
La programación sí la definimos mucho más al interior. A veces me han preguntado que cuál es el criterio editorial, por qué elegimos lo que elegimos y luego me dicen ¿ustedes programan cine comercial o cine de arte? Y yo digo: cualquiera de las dos categorías suena muy peyorativa. En el fondo, yo le insisto a mi equipo, programamos cine que encuentra una audiencia. Y puede ser muy autoral o puede ser de mucha más amplia audiencia. Hemos programado en la sala películas como Boyhood o como Mommy o Dallas Buyers Club o Metegol, hasta proyectos mucho más experimentales y profundos. Yo digo abiertamente que a quien apoyo son a directores y productores que son valientes y que tienen ganas de aventarse a la arena internacional, a jugar el juego internacional. A los que no quieren quedarse con una película doméstica. Quieren salir y batirse en las grandes ligas. Estos son los que apoyamos.
Foto: Parte del cast de Boyhood en la premiere en Los Cabos
EF: ¿Dirías que para ti el valor más importante en una película es la valentía?
AAC: Yo creo que la valentía, la honestidad y la congruencia. He encontrado en mis años como programador que le genera mucha frustración a veces a muchos directores nacionales que sus películas solo duren dos semanas en cartelera. Y es que quizá la película no estaba hecha para una audiencia amplia. No quiere decir que es mala. Posiblemente puede pertenecer a un circuito museográfico. Trato de apoyar a directores y productores que son muy conscientes del producto que tienen y que reconocen toda la infraestructura que representa el cine. No es solamente llegar a la pantalla grande. Es muchos elementos de financiamiento, de marketing. Entienden bien y quieren que su película le hable a un público específico. Esos tienen todo mi apoyo.
Foto: Xavier Dolan en la premiere de Mommy en Los Cabos
AF: ¿Cómo puede cerrarse la brecha entre la casi milagrosa producción cinematográfica que secede en México y la proyección de las películas en las exhibidoras?
AAC: Cuando la gente habla de que estamos viviendo una segunda época de oro, pues todavía no es de oro porque no nos hemos reecontrado con el público como industria. El anuario estadístico del Imcine reveló esos datos. Sí se está produciendo más cine mexicano pero se sigue solo conservando solo el 10% de la taquilla.
La manera que el festival de los Cabos propone para cerrar esa brecha es buscar ventanas de exhibición alternativas. Esto se puede ver por varias vías. Por un lado, apoyar los circuitos alternativos de exhibición: los cines de barrio. No depender únicamente de las salas de exhibición. Y, por otra –y por eso abrimos Cabos TV–, el mercado de consumo está cambiando, y eso es muy interesante porque ese tren lo están jalando las series de televisión, pero en el fondo grandes gigantes televisivos como Netflix, Hulu, Amazon, HBO, están comprando mucho cine, se están volviendo una verdadera alternativa para que los productores de largometrajes digan: “pues yo quizá ya no quiero aspirar a estar en siete salas del circuito B de cines nacionales. A mí mándenme a plataforma digital porque igual le llego a más gente así y permanezco más tiempo y puedo hacer estrategias de marketing de redes sociales”. Vivir anclado al presupuesto que puedes tener para competir con Avengers es frustrante. No hay manera de competir contra esa cantidad de espectaculares, cantidad de productos marketeables, cantidad de alianzas de productos de consumo. Pues no, una película mexicana no tiene esos P&A [publicidad y anuncios]. En cambio, entrarle al terreno de lo digital, yo creo que puede ayudarte a trascender fronteras.
Hemos sido afortunados, en el Festival de Los Cabos, tenemos un ejemplo sencillo: nuestra película que ganó el festival el año pasado se llama Llévate mis amores. Gracias al festival de Los Cabos la película la vio un agente de ventas europeo, la compró, después se la vendió a un circuito americano y la película ya se presentó en Nueva York, en otras ciudades importantes de Estados Unidos. Ellso de otra manera hubieran estado condenados a ser de esas películas chiquititas, que se estrenan en México dos semanas y no levantan ni una fracción de lo que les costó. Ahora, afortunadamente, su circuito ya está en otro lugar. Ya va a recorrer más festivales y va a poder, quizá, ser vendida a otros territorios. Ese es el tipo de historias de éxito que nosotros queremos apoyar.
Foto: Ganadores de Los Cabos International Film Festival 2014: Llévate mis amores
EF: Si pudieras decretar tres acciones a favor del cine mexicano, ¿cuáles serían?
AAC: En primer lugar, que los productores mexicanos encuentren financiamiento alternativo fuera de México. No podemos vivir de Eficine. Es fantástico que lo tengamos, pero tiene que ser más bien una herramienta para generar coproducciones con el extranjero, y de esa manera creo que podemos exprimir fondos de bolsas que nunca hemos exprimido. Yo creo que una industria que solo vive del financiamiento público es una industria poco sana. Qué bueno que lo tenemos. Y le aplaudo al Imcine y a Conaculta ampliamente, pero creo que si nos vamos a los incentivos fiscales de regiones canadienses y estadounidenses, si buscamos en los fondos públicos de Europa, de Canadá… Levantar una coproducción representa muchas puertas que se abren. Alguien puede traerte un actor al que normalmente no tendrías acceso. Quizás un actor conocidísimo en Estados Unidos. O que puedas hacer una posproducción en Canadá y que de esa manera te regresen impuestos. Hay que apostar por el financiamiento alternativo.
Otra: Es importante ampliar el circuito de exhibición. Es indispensable que apoyemos los cines de barrio, que haya más. Así estaríamos más cerca de diferenciar la oferta según el teatro. Yo sueño con eso; sueño con poder decir: “Tengo ganas de ver la Palma de Oro; pues voy a mi teatro de barrio que tiene dos pantallas”. No me importa que no sea sorround system y que no tenga 500 butacas y palomitas. Esa experiencia es distinta al día que quiero ver la nueva de Star Wars; ese día me meto al teatro 3D gigantesco. La labor que hace la Cineteca es maravillosa pero no es suficiente. Debe haber muchas cinetecas en esta ciudad y en este país.
Y en tercer lugar: Yo creo que debemos pensar de manera digital. Creo que las estrategias de marketing tienen que virar a lo digital. Debemos dejar atrás el espectacular y dejar de gastar millones y millones en papel (que además ni siquiera es ecológico). Creo que tenemos que empezar a pensar en estrategias así, que representen integración uno a uno. Creo que muchas redes pueden generar muchísima lealtad y hacer pensar de manera distinta. Esto viene al lado de buscar las ventas alternativas de exhibición. Imcine está a punto de abrir Filmin. Netflix está comprando más contenido. Amazon Hulu están a punto de entrar al negocio. Vamos a buscarle por ese lado. Yo creo que las nuevas generaciones están consumiendo así. La gente consume más en este aparatito [toma su teléfono] que en comprar un boleto. No quiere decir que el cine va a desaparecer: el cine no va a desaparecer (como no desapareció la literatura) porque el cine es un lenguaje, es una manera de contar historias. No importa la plataforma. La pulsión de querer contar algo va a seguir ahí y solamente hay que modernizarnos, adaptarnos a los tiempos.