El presidente Manuel Andrés López Obrador ha decidido que la vida del Instituto Mexicano de Cinematografía llegue a su fin a partir del 15 de enero del año próximo que está por comenzar. A través de un decreto presidencial, el titular del Ejecutivo (en realidad también del Legislativo y el Judicial) ordena la desaparición de la institución encargada del apoyo, fomento, difusión y distribución a la creación fílmica en nuestro país, que es México.

Los argumentos que esgrime el presidente se inscriben en su política de austeridad republicana. A López le parece inaudito que se gaste dinero en hacer películas de dudosa calidad que casi siempre pierden dinero. “¿A quién le interesa ir a ver cine mexicano, pregunto?”, cuestionó  en su tradicional mañanera, esta vez llevada a cabo desde Palenque, en Chiapas, en la que no había miembros de la prensa, por lo que no había posibilidad de que nadie contestara siquiera para que no pareciera una pregunta retórica. “Me parece una grosería que con pueblo pobre haya cine rico”, continuó el también líder espiritual de Morena. “Ya más nada de gastos superfluos en el país mientras yo gobierne. La mayoría de las películas mexicanas solo les interesan a los mismos que las hacen y a sus amigos, ni siquiera a sus familiares. Yo, por ejemplo, nunca he visto películas mexicanas desde que acabó la Época de Oro del Cine Mexicano. Eso sí era cine y no payasadas que solo quieren enseñar el cobre de nuestro país. Qué tiempos aquellos. Hasta que no me demuestren que podemos volver a hacer películas con Pedro Infante, Jorge Negrete, hasta el señor ése, Joaquín Pardavé, el Estado Mexicano no volverá a apoyar el cine. Necesitamos una industria que fortalezca nuestro sentido nacionalista, de orgullo por nuestro país, no una que lo denigre constantemente. Lo que hacen, desde que llegaron los neoliberales al poder, ha sido de fuchi y de wácala, con todo respeto”, remató el presidente para concluir su alegato, sin permitir preguntas de los presentes, que además eran puros miembros de su equipo más cercano de trabajo (4) y de su familia (7).

La Secretaría de Cultura, instancia de la que depende el IMCINE todavía no ha dado a conocer su postura oficial respecto al anuncio de López, aunque se ha filtrado que a los medios que Alejandra Frausto, la persona encargada de encabezarla, ha dicho que apoya firmemente lo decidido por su líder. En privado, empero, dicen que a su esposo, el cineasta, Michael Rowe, le dice lo contrario.

Aunque todavía no está confirmado, se especula en el círculo presidencial sobre la posible creación del Instituto Mexicano para la Inmortalización Fílmica de la 4T (IMINFILCUATE), que dependerá directamente de la Oficina de la Presidencia y se encargará de financiar únicamente proyectos de carácter épico que den cuenta del proceso histórico de transformación que está encabezando el Licenciado Obrador. Los recursos serían obtenidos a partir de lo que generen visitas guiadas VIP a las habitaciones presidenciales en Palacio Nacional (con posibilidad de pasar una noche en la alcoba presidencial, por supuesto cuando no estén el licenciado y la maestra, su esposa) y el nombre que más suena para encargarse de la dirección general del IMINFILCUATE es el Luis Mandoki. 

Feliz 28 de diciembre.

EF