Durante el décimo y último día de actividades de la 72ª edición del Festival de Cine de Cannes se presentaron en competencia oficial: It Must Be Heaven de Elia Suleiman y Sybil de Justine Triet fue la encargada de cerrar el evento de este año. #Cannes2019
It Must Be Heaven
Elia Suleiman, Francia
[Selección oficial en competencia]
ES huye de Palestina en busca de un nuevo hogar, sin darse cuenta de que su país de origen le persigue siempre como una sombra. La promesa de una nueva vida se convierte pronto en la comedia de lo absurdo. Por muy lejos que vaya, de París a Nueva York, siempre hay algo que le recuerda a su patria. Un cuento burlesco en el que se explora la identidad, la nacionalidad y la pertenencia, en el que Elia Suleiman plantea una pregunta fundamental: "¿Dónde puede sentirse uno en su casa?"
No es de extrañar que contenga la misma observación cercana del paradójico comportamiento humano que lo hizo famoso, pero esta vez el enfoque está en el mundo entero, que, según la visión persuasiva de Suleiman, se ha convertido en "un microcosmos de Palestina".
-Deborah Young, The Hollywood Reporter
Suleiman sabe cómo componer el marco para aprovecharlo al máximo, y como intérprete, reconoce que sus cejas arqueadas son poderosas herramientas de comedia y las emplea como tales. Estos son recursos útiles para una película fácil de usar que se presenta fríamente como una serie de bocetos cortos y miniaturas mientras mantiene un tono bastante distante.
-Ben Croll, The Wrap
La película se tambalea en un montaje sexista mal concebido, que encuentra a Suleiman mirando a una mujer tras otra mientras toma el ambiente sexy de París. Pero si el cineasta ha sido reducido a un viejo pervertido, eso se ve bien con esta compleja mirada a las emociones de un artista que se ha desatado de su lugar en el mundo.
-Eric Kohn, IndieWire
Sybil
Justine Triet, Francia, Bélgica
[Selección oficial en competencia]
Sibyl (Virginie Efira) es una novelista reconvertida en psicoanalista. Atrapada por el deseo de escribir, decide abandonar a la mayoría de sus pacientes. Mientras busca inspiración, Margot (Adèle Exarchopoulos), una joven actriz angustiada, le suplica que la reciba. En pleno rodaje, está embarazada del actor protagonista... que es pareja de la directora de la película. Mientras expone su dilema pasional, Sybil, fascinada, la graba en secreto. Las palabras de su paciente alimentan su novela y la sumergen en el torbellino de su pasado. Cuando Margot implora a Sibyl que se encuentre con ella en Stromboli para el final del rodaje, todo se acelera de forma vertiginosa...
El final de la competencia de Cannes de este año fue el lugar ideal para programar una película que reproduce efectivamente el postre cinematográfico, con notas más nítidas de lo esperado para sus cremosos placeres.
-Guy Lodge, Variety
Por mucho, las mejores secuencias tienen lugar en Stromboli, donde Sibyl se queda atrapada entre dos actores monstruosos y un director neurótico. Nunca puede terminar bien, pero la actuación de Triet de la mujer más borracha viva en la fiesta de estreno es sin duda un espectáculo para la vista. Los valores de producción son fuertes y constantes, que presumiblemente y de forma amena tienen el anillo de la autenticidad de la vida real.
-Fionnuala Halligan, Screen Daily
Para su ambicioso tercer largometraje, la incipiente autora gálica Justine Triet está probando un thriller meta-psicológico que es algo así como una película en la realización de una película de un crimen, dentro de un sueño erótico dentro de una sesión de terapia loca.
-Jordan Mintzer, The Hollywood Reporter
EF (@EnFilme)