En el tercer día de actividades del 4º Festival Internacional de Cine de Hermosillo (FICH) tuvimos la oportunidad de ver Historias del Canal, filme panameño dirigido por cinco realizadores (Pituka Ortega-Heilbron, Carolina Borrero, Pinky Mon, Luis Franco Brantley y Abner Benaim), y la película mexicana Cuando den las tres de Jonathan Sarmiento.
Historias del Canal
Dir. Pituka Ortega-Heilbron, Carolina Borrero, Pinky Mon, Luis Franco Brantley y Abner Benaim, Panamá, 2014.
(Largometraje de ficción internacional)
★★★½
Cinco realizadores panameños (Pituka Ortega-Heilbron, Carolina Borrero, Pinky Mon, Luis Franco Brantley y Abner Benaim) se reúnen para dirigir Historias del Canal (2014), un largometraje de ficción compuesto por cinco breves relatos (ambientados en 1913, 1950, 1964, 1977 y 2013) para narrar la historia del Canal de Panamá, su impacto cultural y la manera en que ha afectado al pueblo panameño a lo largo del siglo XX. Salvo el primer relato y el último –que cierran un ciclo de 100 años y convergen de manera poética para reflexionar sobre el carácter trascendental del ser humano y destacar la importancia de la memoria histórica– las demás historias se desarrollan de manera independiente, pero todas giran alrededor de dos temas fundamentales: la identidad nacional y la libertad. Más allá de retratar la obra arquitectónica que dinamizó el intercambio comercial acortando tiempos y distancias en la comunicación marítima, el filme logra centrarse en los seres humanos que padecieron la ocupación estadounidense: panameños que cuestionaban la presencia extranjera y norteamericanos que no entendían por qué una zona debía estar dividida. También, la película le rinde un homenaje a los west indies, todos aquellos trabajadores de ascendencia africana provenientes de las Antillas (Jamaica, Trinidad y Tobago, Martinica, Bahamas, Haití) que en 1913 comenzaron las obras del Canal padeciendo la explotación de sus jefes y estando expuestos constantemente a los conflictos raciales. A diferencia de muchos otros filmes colectivos, donde se perciben las irregularidades al tratarse de varios fragmentos dirigidos por distintas personas, Historias del Canal se destaca por mantener un ritmo uniforme y una ambientación adecuada a cada una de las épocas que retrata.
LFG (@luisfer_crimi)
Cuando den las tres
Dir. Jonathan Sarmiento, México, 2014.
(Largometraje de ficción mexicano)
★★★
En años recientes, algunas propuestas del cine mexicano se han interesado en denunciar, criticar, reflexionar o simplemente retratar la ola de violencia que se vive en gran parte del país. El derramamiento de sangre, al menos en varios de estos filmes, tiene distintos orígenes: las estrategias del traslado de drogas en Miss Bala (Gerardo Naranjo, 2011); las fricciones cotidianas en la lucha de clases en Post Tenebras Lux (Carlos Reygadas, 2012); los errores infantiles y los tejidos de corrupción en Heli (Amat Escalante, 2013); el tráfico de armas en la frontera norte en 600 millas (Gabriel Ripstein, 2015), y ahora, en Cuando den las tres (2014), el joven realizador mexicano, Jonathan Sarmiento, retrata la manera en que la incapacidad de las autoridades y la opresión del crimen organizado motivan a los individuos a defenderse con sus propias manos. Ignacio (Luis Fernando Peña) y Pedro (Hugo Hoeflich) son dos miembros de las autodefensas que han recibido la orden de mantener secuestrada a la hija del gobernador como último recurso para que éste escuche sus demandas. Sin embargo, después de pasar un mes aislados en una pocilga situada en una zona boscosa, los hombres no reciben respuesta y se enteran que el mandatario abandonará el país. A partir de ese momento, los secuestradores deberán tomar decisiones importantes respecto a la vida de la pequeña. Con tres personajes muy bien desarrollados, Sarmiento construye una atmósfera de horror e incertidumbre: el miedo y encierro que padece la niña, el deseo de venganza de Pedro y las dudas morales de Ignacio permiten que el nerviosismo invada al espectador y lo mantenga expectante respecto a la resolución del conflicto. Sin embargo, gran parte de los diálogos parecen salir de las bocas de filósofos y analistas que creen tener un conocimiento absoluto y totalizador respecto a los complicados tejidos sociales, restándole verosimilitud y contundencia a los ideales que predican los personajes.
LFG (@luisfer_crimi)