Todo sobre Cannes 2015 · Selección Oficial 2015 · Jurado
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La tercera jornada del festival abrió con dos filmes de la competición y las secciones paralelas a la oficial: The Lobster de Yorgos Lanthimos, el debut en idioma inglés del cineasta griego, dividió a la crítica con su apuesta arriesgada. Mientras que Son of Saul, ópera prime del húngaro Laszlo Nemes, convenció casi por unanimidad a la crítica internacional. Fuera de competencia se presentó la nueva película de Woody Allen, Irrational Man. A continuación las primeras impresiones de las tres películas:
Competencia Oficial: The Lobster (Yorgos Lanthimos, Grecia)
The Lobster es una sátira que crítica las relaciones de parejas. La idea de que el matrimonio es la suprema expresión de la felicidad del ser humano, una institución civilizada que nos distingue de los animales. En un futuro distópico, o extraño presente alternativo, la gente soltera es obligada a encontrar pareja, de otro modo el condicionante es transformarse en el animal de su preferencia. La película resulta elegante y excéntrica dentro del estilo familiar de Lanthimos. En el hotel donde se desarrolla la parte de cortejo para los solteros, se concentra la atmósfera más extraña y agobiante de toda la película, pero una vez que abandonamos ese escenario por el del bosque, parte de la energía, y el ambiente sombrío se disipa: la puesta en escena sumamente elegante, la rareza angular distintiva del cineasta griego, los gags explosivos, pierden fuerza y se sienten artificiosos. Cuando el público está a la espera de una escena culminante de transformación, o quizás una secuencia que apele a la fascinante y conmovedora idea de la transformación de una langosta de insecto inofensivo a plaga devastadora. Pero no, aquí, hay decepción. La película tiene momentos desconcertantes y divertidos, la clase de escenas que solo Lanthimos puede evocar.
—Peter Bradshaw, The Guardian le da 3 estrellas de cinco.
Director griego nominada al Oscar Yorgos Lanthimos (Canino) sumerge a Colin Farrell, Rachel Weisz y Lea Seydoux, en una fábula que se desarrolla en un mundo futuro donde es normal que las personas sean obligadas a formar parejas o a comportarse como animales. Básicamente la soltería es un crimen intolerable. The Lobster resulta una parábola surrealista e inquietante, una metáfora tan inteligente como descarnada de la presión social que existe sobre la gente sin pareja. El resultado es una película satisfactoria, pero perturbadora. Si bien el elenco ha abrazado la idea de un universo oscuro, explorando un método distinto de actuación, le pesa al filme las dos mitades diferenciadas en las que se divide: primero bajo la dictadura de la búsqueda de pareja, luego bajo la anarquía de la soledad autoimpuesta. Incluso el público acostumbrado al cine de autor arte, puede resistirse a este extraño brebaje. Quizás en el futuro, el cine de Lanthimos podría ser reconocido como un ejemplo clásico de un género que está comenzado formarse.
—Leslie Felperin, The Hollywood Reporter
La longevidad y la fertilidad son algunas de las razones por las que un ser humano puede desear convertirse en el epónimo de la humanidad, explica el personaje interpretado por Colin Farrell al inicio de The Lobster del cineasta griego Yorgos Lanthimos, una historia que se centra en una comunidad que se rige bajo unos principios poco comunes. Una propuesta perversamente divertida que se opone a los cánones tradicionales sociales de la convivencia en pareja, un relato que en su trasfondo trata de una historia de amor de profunda ternura y originalidad. Esta ingeniosa fantasía de bajo perfil hará las delicias de aquellos que ya conocen la mirada de Lanthimos y que se han planteado en películas como Alps y Dogtooth.
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Competencia Oficial: Son of Saul (Saul fia, Laszlo Nemes, Hungría):
Las primeras críticas para Son of Saul del húngaro Laszlo Nemes son de un filme que aporta una visión descarnada del Holocausto. La historia ambientada en el año 1944, durante los horrores de los campos de concentración de Auschwitz, se centra en un prisionero que se encarga de quemar los cadáveres de su propia gente y que encuentra cierta supervivencia moral al tratar de salvar de los hornos crematorios a un niño que toma como su hijo.
Primeras impresiones:
Un impresionante debut sobre un prisionero en los campos de concentración encargado de quemar los cuerpos de su propia gente. Es una película de terror de extraordinario enfoque y valentía. Una temporada en el infierno es lo que ofrece esta devastadora y terrorífica película —al mismo tiempo una ocasión para meditar sobre las representaciones del holocausto, sobre asuntos que Wittgenstein dictaba no podíamos hablar, y de si estos horrores inimaginables e impensables pueden hacerse imaginables y pensables en un drama. Hay un argumento de que cualquier tipo de trabajo, independientemente de sus graves intenciones morales, corre el riesgo de abordar de manera insensible o disminuir la seriedad de su tema, aunque esto no es una responsabilidad que pueda ser nivelada en Son of Saul. El filme aparece en un momento en que el debate sobre el cine y el Holocausto se han reavivado con la restauración del documental perdido y recuperado de Sidney Bernstein, un filme explícito sobre las atrocidades de los campos de concentración alemanes. Jean-Luc Godard pensaba que el fracaso esencial del cine fue no documentar el Holocausto con la esperanza de prevenirlo. En nuestro tiempo, el monumental Shoah de Claude Lanzmann es ampliamente reconocido como el enfoque más estético gracias a la honestidad y a la claridad de su testimonio, que no necesita de los mecanismos fáciles del drama. La película de Nemes ha encontró el modo crear un drama de ficción con una valentía severa, feroz - el tipo de valor, tal vez, es el que se necesita para verla.
—Peter Bradshaw, The Guardian le da 5 estrellas de 5
Esta visión inquebrantable del horror de los campos de concentración en Auschwitz-Birkenau es valiente, audaz y despiadada. Son of Saul, es un infierno de debut, con énfasis en el infierno: define enteramente con despiadada e implacable intensidad, el interior de Auschwitz-Birkenau. La película comienza y continúa con un prisionero judío-húngaro, Saul (Géza Röhrig), a quien se le ha dado un aplazamiento de ejecución porque forma parte de una unidad de trabajo de los Sonderkommandos. Su tarea es ayudar a la fáustica tarea del exterminio de sus compañeros judíos y después a la operación de limpieza, poniéndolo cara a cara con los horrores que sólo podemos imaginar, incluso aquellas que no vemos pero se sugieren, sonidos inquietantes, que gráficamente escuchamos. Nemes afinó su técnica gracias a los cimientos que consiguió al trabajar como asistente de Béla Tarr, el director de cine más importante de Hungría de la pasada generación. Pero la infernal intensidad de su estilo, elegido aquí, recuerda a las películas rusas de cineastas como Aleksandr Sokurov en The Sun (2005) o In the Fog (2013) de Sergei Loznitsa.
—Tim Robey, The Telegraph leda 4 estrellas de 5
El director húngaro Laszlo Nemes hace un poderoso debut con este sombrío e inquebrantable drama sobre el Holocausto. Un ejercicio magistral en la privación de narrativa y en la sobrecarga sensorial que remodela horrores familiares en términos atrevidamente existenciales. Poseído por la misma intensidad que impulsa a su protagonista en cada paso, Son of Saul sumerge al espectador en un infierno que existe más allá de los límites de la comprensión o representación. Un ópera prima terroríficamente consumada del escritor y director húngaro de 38 años, Laszlo Nemes, este retrato indeleble de Auschwitz en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial se clava al limitado punto de vista de un prisionero judío que, inmune a cualquier esperanza o miedo, se corrompe al aceptar un acto de desesperada supervivencia moral. El resultado es tan sombrío e inflexible, una representación del Holocausto que todavía no se había hecho, cinematográficamente, sobre ese agobiante tema. El poder de la película se sostiene también gracias a la determinada y conmovedora actuación de Röhrig, un hallazgo, no requiere grandes discursos o momentos abiertamente introspectivos para mantener nuestra atención en casi cada segundo de los 107 minutos de duración del filme. Sus ojos parecen irradiar una determinación y claridad moral que se extiende más allá del aquí y ahora, sus acciones sugieren una voluntad desesperada por creer en un Dios que nunca había parecido más ausente.
Geza Röhrig, protagonista de ‘Son of Saul’ y Laszlo Nemes, director del filme
Elenco completo de ‘Son of Saul’
Fuera de competencia: Irrational Man (Woody Allen, Estados Unidos)
Durante la conferencia de prensa, tras la presentación de Irrational Man, su nueva película, Woody Allen aseguró que no piensa cambiar de estilo ni abandonará el humor que lo ha caracterizado:
Otros artistas y mucha gente en general lo ha hecho, porque con la edad cambia la perspectiva. Pero no va a ser en mi caso, no me voy a poner serio, en plan Bergman. Mi talento está en el humor, nadie me dará dinero por rodar dramas. Ya me puse serio en mi juventud: di entrevistas aburridas e hice películas plúmbeas. La vida pasa, nosotros la solemos cabalgar en mala posición… Debemos afrontarla de forma positiva. Al final, no hay ningún significado ni sentido ulterior. Todo lo creado se desvanece. Las grandes obras de Shakespeare, Beethoven… Puff, se van. Para mí, lo único que tiene sentido a la vida es distraer a la gente. Cuando hago cine, primero me distraigo a mí mismo, y luego se lo hago al público. Durante hora y media se olvidan de malos humores, la muerte… Es halagador ver a la gente reír con tu trabajo, y en mi caso es agradable mantenerme ocupado y no encarar la realidad.
Aquí las primeras críticas de Irrational Man:
Irrational Man de Woody Allen es otro de sus amables pero olvidables trabajos que produce con una consistencia y casi sonámbula persistencia. No es lo suficientemente misteriosa ni lo suficientemente seria como para ser de suspenso, ni ingenioso o irónica para ser tomada en cuenta como una comedia. Joaquin Phoenix interpreta a un profesor de filosofía con ununa reputación como un hombre salvaje endiabladamente guapo, un gran seductor de mujeres, alcohólico y depresivo. Pero en general la trama se siente perezosa, aunque hay uno o dos momentos agradables. Emma Stone, Phoenix y Parker Posey, transitan despreocupadamente en una historia que nunca te atrapa. Irrational Man es una buena idea, un boceto para una película, pero la película en sí es no está realizada.
—Peter Bradshaw, The Guardian le da 2 estrellas de 5
En la nueva película de Woody Allen, Joaquin Phoenix interpreta a un profesor de filosofía que decide librarse de su inercia y Emma Stone es su encantadora alumna, los dos quedan atrapados en las consecuencias de los actos del primero. Allen presenta en Cannes Irrational Man, un cuasi-thriller de humor negro explorado con habilidosa maestría. Deliciosamente desarrollada en medio de la arquitectura histórica y el ambiente hermético de una pequeña ciudad de una universidad de Nueva Inglaterra. El filme se coloca entre los entretenimientos más placenteros del director en los últimos años.
—David Rooney, The Hollywood Reporter
Emma Stone, protagonista de ‘Irrational Man’
Woody Allen junto a Emma Stone y Parker Porsey
(@EnFilme)