Durante el octavo día de actividades de la 72ª edición del Festival de Cine de Cannes se presentaron en competencia oficial: Matthias et Maxime, dirigida por el joven cineasta Xavier Dolan y Roubaix, une lumière de Arnaud Desplechin.
Matthias et Maxime
Dir. Xavier Dolan, Canadá
[Selección oficial en competencia]
Dos amigos de infancia se besan para un cortometraje amateur. Después de ese beso aparentemente inocente, surge una duda recurrente, confrontando a los dos chicos con sus preferencias, alterando el equilibrio de su círculo social y, pronto, sus vidas.
Dolan tiene ojo y oído para los deseos ambiguos y los celos que impulsan cualquier relación masculina, incluso aquellos que nunca culminarán en un beso. Aunque el guion de Dolan raya un poco su caracterización individual: en última instancia, su película es tan cercana, que terminas enamorándote de los dos protagonistas y como son el uno con el otro.
-Guy Lodge, Variety
Matthias & Maxine es un drama conmovedor pero desequilibrado, es un retrato verdadero y tierno de un triste niño autodescubriéndose. Los desvíos mal manejados abundan, y el enfoque de Dolan continúa vacilando incluso cuando su sensibilidad emocional es más aguda que nunca, pero su última película ofrece una corrección a una sociedad de hombres que han sido condicionados a pensar que es más seguro quemar sus puentes que echar un vistazo a lo que podría estar esperándolos en el otro lado.
-David Ehrlich, IndieWire
No hay nada de malo en la nueva película. Es lo suficientemente buena, centrándose en un par de mejores amigos de la infancia luchando con sus sentimientos más que platónicos el uno por el otro.
-Jon Frosch, The Hollywood Reporter
Roubaix, une lumière
Dir. Arnaud Desplechin, Francia
[Selección oficial en competencia]
Roubaix, una Nochebuena. El comisionado Daoud recorre la ciudad que le vio crecer. Coches quemados, altercados, etc. Louis Coterelle, recién graduado, acaba de llegar a la estación de policía. Daoud y Louis deben hacerse cargo del asesinato de una anciana. Dos jóvenes son interrogadas, Claude y Marie. Sin recursos, alcohólicas, enamoradas.
La historia es forzada y artificial. Seydoux y Forrestier son buenos, pero Zem es casi insosteniblemente sabio y decente, y la trama secundaria se resuelve con una facilidad casi casual. Roubaix, une lumière pertenece a un nuevo género que podría llamarse crimen demasiado bueno para ser verdad.
-Peter Bradshaw, The Guardian ★★
Lo más exitoso del filme es es la atmósfera general, no solo en la estación de policía, sino más aún en la propia ciudad, lo cual no sorprende dado el hogar de Desplechin.-Jay Wessberg, VarietyLa cinematógrafa Irina Lubtchansky y la compositora Gregoire Hetzel proporcionan imágenes casi aterciopeladas con acercamientos suaves y una rica partitura orquestal que se escucha casi sin parar.
-Void van Hoeij, The Hollywood Reporter
EF (@EnFilme)