En 2012, por primera vez, dos películas colombianas llegaron al Festival de Cine Cannes. Una era La sirga (2012); la otra, La Playa DC. Detrás de ambas estaba la productora Diana Bustamante, una intrépida amante del cine que ha encontrado en la producción cinematográfica la vía para explotar su energía y creatividad. Además, fue designada recientemente como la directora artística del festival de cine más antiguo de América Latina, el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), donde abrió un programa para impulsar la posproducción de proyectos que ya están en esa etapa.
Diana estuvo en México impartiendo un Taller de Producción Creativa en Cine Tonalá. Nos habló sobre el rol de un productor, los alcances de ingerir activamente en el desarrollo de una película, sobre el cine iberoamericano y la construcción de públicos, sobre el marketing de las películas y un poco más sobre su labor en el FICCI.
Los cambios de paradigma en la figura del productor
Generalmente se piensa en el productor como una figura tirana y aferrada al dinero. Esa es una idea muy equivocada, por lo menos para mí. La creación de una película es un acto colectivo, donde hay una relación de colaboración permanente, y el productor es el vinculo de los sueños y el mundo creativo con la realidad mediada por el amor y por la posibilidad de interactuar. Su función es posibilitar las películas. No está relacionado directamente con el dinero, sino en la capacidad de ser pragmático, pero manteniendo los sueños.
Límites creativos de un productor
La injerencia llega hasta donde tú la quieras llevar. Inicialmente, hay un tema creativo –editorial– al momento de elegir en qué película vas a trabajar. Yo me involucro en la construcción del guión. En el casting. Lo conversamos mucho en el equipo. Son procesos de discusión y de encontrar lo mejor para la película conjuntamente. Para que esa capacidad de injerencia creativa fluya de manera natural y que no sea impositiva.
¿El cine iberoamericano es una categoría geográfica o comprende características más amplias?
Yo creo que es una cosa geográfica, pero también hay muchas tendencias… Las tendencias –como en cualquier expresión artísticas– corresponden al momento histórico, a una generación, a un cierto grupo de elementos que están sucediendo en un mismo tiempo y que generan una cierta cosecha artística. Lo mismo pasa con el cine. Las particularidades políticas de Latinoamérica, los cambios económicos que se llevan dando en Latinoamérica en los últimos 30 años, sí tienen una injerencia en una cierta clase de cinematografía. Pero eso es absolutamente cambiante.
Algunas características generales del cine iberoamericano
Algunas tendencias son: los directores muy jóvenes, el hipervalor que les damos a las primeras obras (que ya está pasando un poquito, pues estamos volviendo a las carreras consolidadas). La presencia muy marcada de actores naturales en el cine, que probablemente se debe al deseo de entender quiénes somos, de conocer nuestra identidad, y problemente también esté relacionado con una búsqueda de una naturalidad, de un acercamiento a la realidad. Cierto tipo de historias enmarcadas en lo cotidiano, no en lo fantástico. Un cine muy cercano a la realidad. Con temas regionales y nacionales.
Pero esas tendencias se van agotando. También hay un cine que va más hacia lo íntimo, más hacia dentro. O hay filmes más políticos…
Cómo puede seguir creciendo el público del cine latinoamericano…
Concebimos a Latinoamérica como un mercado gigantesco. Que si bien somos diferentes idiosincrásicamente entre nosotros, compartimos más cosas que con un japonés o con un alemán.
Creo que debería haber un esfuerzo a nivel regional desde los estados. Y creo que debería haber esfuerzos desde la OEA, el MeroSur. Deberían entender la importancia cultural y económica para el audiovisual latinoamericano. Y eso requiere un esfuerzo desde el estado. Porque presentamos una dominación de una cinematografía norteamericana. Es increíble que en nuestros países la gente prefiera ir a leer películas que tienen subtítulos a ver películas en su idioma, porque no están acostumbrados. Creo que todos los que hacemos esfuerzos tenemos que seguirlos haciendo pero tenemos que empujar a que haya unas medidas políticas necesarias para poder hacer que estos contenidos circulen y que haya una serie de subvenciones para que las películas latinoamericanas puedan tener una vida en otros países.
Cómo publicitar una película independiente
Los independientes tenemos que pensarnos de manera independiente durante todo el circuito de nuestras películas, no solo con las películas cuando las hacemos y pensamos cómo las financiamos, sino también cuando las distribuimos. Como independientes, tenemos que ser creativos en la forma de publicitar nuestras películas. Si nuestras películas son de nicho, pues hablémosle directamente al nicho. Acudamos a las publicaciones más especializadas. Seamos más efectivos eligiendo a quién le estamos disparando.
En términos de cuándo hay que empezar la promoción para la película, yo creo que es muy relativo. Los tiempos también deberían de corresponder a cierta clase de coyuntura que las ayude a tener una mayor vida. Una película que habla de un hecho que políticamente está vigente, pues en ese es momento hay que lanzarla, no un año después ni un año antes.
Sobre PueroLab, iniciativa para apoyar filmes en posproducción
Este año lo que nosotros decidimos hacer con Cartagena fue organizar el festival. En el 2014 nos dimos cuenta de que en el 2013 se habían acreditado 250 personas como industria, y en el 2014 teníamos 600 personas acreditadas como industria. Había muchas empresas asociadas al sector, industria de la región latinoamericana y una presencia europea muy específica: programadores, agentes de venta, personas que tienen una lección muy particular en el cine .
Pensamos que teníamos que crear una herramienta para nuestro cine que está en etapa de work in progress. Esa herramienta es PuertoLab. Vamos a elegir 5 películas iberoamericanas (que puede ser hasta la tercera película del director) que se hayan rodado ya y estén en etapa de posproducción. Y tiene un premio para la finalización integral que lo da CineColor, que lo puede hacer efectivo en cualquier Cine Color del continente –en Sao Paulo, Bogotá, Buenos Aires México–.
PuertoLab es interesante no solo porque obtienes un premio que te ayude a finalizar la película, sino porque haces visible la película para su vida futura. Pues hay una presencia importante de programadores de festivales, de agentes de venta, de canales de distribución, que pueden precomprar esos derechos que te pueden ayudar a terminar esa película.
La convocatoria de PuertoLab cierra el 15 de diciembre. Aquí puedes consultarla.