El gigante del entretenimiento The Walt Disney Company ha negado que quiera comprar los derechos de la imagen digital de la fallecida actriz Carrie Fisher para usarla en las próximas entregas de la saga Star Wars.
La actriz grabó su participación como la Princesa Leia en la última película de la serie, Star Wars: Episodio VIII y también estaba previsto que tuviera una presencia destacable en la siguiente cinta, Episodio IX, prevista para 2019.
Disney niega que esté negociando con los dueños de los derechos de imagen de Fisher para poder seguir incluyendo en la saga intergaláctica a uno de sus personajes más icónicos.
El programa de la cadena BBC Newsnight había asegurado esta semana que, "con una aparente prisa inoportuna", los estudios de Disney habrían abierto negociaciones con los "gestores de su herencia" de Fisher para estudiar su "continuada aparición en la saga".
La imagen digitalizada de Fisher interpretando a la Princesa Leia en la película original de 1977 ya fue utilizada en las secuencias finales de Rogue One, el primer spin-off basado en Star Wars, estrenado el mes pasado.
Pese a todo, aseguran que hay "informaciones que apuntan a que existen negociaciones entre los realizadores de los episodios VIII y IX, ya que se preveía que Leia tuviera papeles significativos en ambos filmes".
Al margen de los desafíos técnicos, "han surgido también cuestiones de consideración ética" a raíz de la aparición digital del actor Peter Cushing en Rogue One, veintidós años después de su muerte, para lo que Disney tuvo que conseguir el permiso de su familia.
JSÑ(@Panquem)
Fuente: The Guardian