Conoce más verdaderas historias que inspiraron al cine
Video. Ve aquí nuestra entrevista con James Wan, director de 'El conjuro 2'
El exitoso filme The Conjuring (El conjuro, 2013), basado en la desgarradora historia del encuentro de la familia Perron con una entidad maligna y la forma en que fueron salvados por la pareja de investigadores y parapsicólogos (el demonólogo Ed Warren, interpretado por Patrick Wilson; y la clarividente y médium Lorraine Warren, interpretada por Vera Farminga) recaudó cerca de 315 millones de dólares en la taquilla mundial y seguramente provocó miles de sustos y más de una pesadilla en los espectadores. Tres años después, James Wan (Saw, 2004) dirige The Conjuring 2 (El conjuro 2, 2016), donde los Warren se adentran en un nuevo caso de fenómenos paranormales, ahora los ocurridos en una casa de Enfield, un barrio al norte de Londres.
The Conjuring 2, Dir. James Wan, 2016.
El poltergeist de Enfield
En agosto de 1977, una serie de perturbaciones –que pronto se caracterizaron como un caso de fenómenos poltergeist, e incluso la posesión demoníaca– se manifestaron en Enfield. La serie de fenómenos paranormales, incluyendo las acciones de una niña de once años de edad que en repetidas ocasiones levitó por encima de su cama, tuvieron “a la nación hechizada por más de un año”, de acuerdo con el Daily Mail de Gran Bretaña, “ninguna explicación distinta de lo paranormal ha podido presentarse de manera tan convincente”.
Los actos comenzaron el 30 de agosto en la casa de Margaret Hodgson, una mujer divorciada que vivía en la calle Green Street con sus cuatro hijos: Peggy (13 años), Janet (11), Johnny (10) y Billy (7). Dos de los niños, Janet y Johnny, trataron de convencer a su madre de que sus camas estaban temblando inexplicablemente. A la noche siguiente se manifestaron misteriosos sonidos que golpeaban las puertas, así como el deslizamiento de un mueble al interior de la habitación de las chicas. Había más golpeteos, y pronto Hodgson tenía en su puerta una patrulla que había recibido una llamada para presentarse al número 284 de Green Street.
La familia Hodgson.
Una agente de la policía londinense fue testigo de la oscilación de una silla que se deslizó en el comedor de los Hodgson, pero no pudo determinar la causa del movimiento. A la mañana siguiente, pequeños juguetes y piezas de Lego comenzaron a rebotar en las paredes.
Al ver que la policía no les podía ayudar, ya que en la vivienda no se estaba cometiendo ningún delito, la familia decidió acudir a The Daily Mirror. El periódico envió a un veterano redactor, George Fallows; a un fotógrafo, Graham Morris; y a un reportero, Douglas Bence. Después de estar en el interior de la casa durante varias horas sin que sucediera nada, los reporteros decidieron marcharse, pero cuando casi estaban en su coche la madre los llamó. Al regresar a la vivienda, ellos pudieron observar personalmente el fenómeno, es más, una pieza de Lego golpeó en la frente del fotógrafo mientras intentaba tomar unas fotografías. Cuando el fotógrafo reveló el carrete, se percató de que la foto de ese momento tenía un agujero, por lo que George Fallows llamó a la SPR (Sociedad para la Investigacion Psiquica) que inmediatamente mandó a Maurice Grosse.
¿Bromas de niños?
“Janet, ¿qué tiraste?”, preguntó la madre, quien comenzó una serie de sospechas y acusaciones contra Janet, la aparente causa de los problemas en la casa. De acuerdo con el investigador de casos paranormales, Guy Lyon Playfair, quien, con su colega Maurice Grosse, observó y registró la mayor parte de los fenómenos a lo largo de su curso, Janet era el “objetivo principal” o “epicentro” de los incidentes.
Ella siempre estaba cerca cuando sucedía algo, y esto inevitablemente condujo a que surgieran acusaciones de que ella estaba orquestando estas bromas pesadas, aunque Grosse ya estaba totalmente convencido de que la niña no podía ser la única responsable de todos los incidentes.
¿Era su hermana, Peggy, cómplice de los actos? Aunque Janet fue frecuentemente acusada como la culpable, su hermana mayor también fue objeto de señalamientos en algunos eventos. Una vez, por ejemplo, cuando Peggy gritó, “¡No me puedo mover! ¡Algo me está sosteniendo!”, ella se encontró en las escaleras con una pierna extendida detrás de ella de una manera que puede ser fácilmente explicada como un juego de acción. Ella también estuvo implicada en otros incidentes, y cuando en una ocasión las chicas fueron separadas (Peggy fue enviada a la casa de un vecino), las travesuras continuaron en las dos casas. Por otra parte, cuando Playfair pasó una noche solo en la casa –sin la presencia de las chicas– no hubo alteraciones en absoluto. ¿Fueron las dos niñas las que planeaban las bromas? ¿Podría un poltergeist manifestarse en dos lugares al mismo tiempo? Cuando Janet estuvo en el hospital durante seis semanas para una evaluación médica, algunos incidentes se produjeron únicamente en la casa. Aún así, dice Playfair:
Janet era toda la energía, tenía mucha para su edad, saltando y corriendo alrededor con el menor pretexto, y hablando tan rápido que tuve algunas dificultades en un primer momento en la comprensión de sus palabras. Tenía una mirada traviesa y pude entender por qué algunos visitantes de la casa, en los meses posteriores, sospecharían de ella jugando una mala pasada.
La habitación de Peggy y Janet.
Incluso el propio Playfair, que hace una exhaustiva crónica de los acontecimientos en su libro This House is Haunted: The True Story of a Poltergeist (1980), tenía dudas sobre la responsabilidad de las niñas. Cuando grabó una serie de ruidos chirriantes sospechosos, se preguntó: “¿Podrían haber sido hechos por ella? Yo estaba empezando a tener mis dudas de nuevo”.
Había razones para tener muchas dudas. El poltergeist tendía a actuar sólo cuando no estaba siendo observado. Grosse declaró:
Es más inteligente que nosotros. Busca su momento: el momento de salir de una habitación para que algo suceda. Uno puede permanecer en la habitación durante horas, y nada se mueve. Él sabe lo que estamos haciendo.
De hecho, cuando Janet sabía que una cámara estaba encendida, no ocurría nada. Increíblemente, Playfair y Grosse encontraron que los niños estaban, a veces, “motivados para añadir a la actividad algunos trucos de su propia imaginación”. Cuando los miembros de la Sociedad para la Investigación Psíquica (Society for Psychical Research / SPR) hicieron visitas, se interesaron más en descubrir los engaños de los niños, mientras que para Playfair eso no era lo importante a investigar en el caso, ya que él “ya había visto incidentes con mis propios ojos que los niños no podrían haber hecho deliberadamente”.
La voz de Bill Wilkins
Uno de los fenómenos que más sorprendió a los investigadores fue una voz masculina sumamente áspera que salía de la garganta de Janet; aseguraba llamarse Bill Wilkins y haber muerto por una hemorragia cerebral unos años atrás en aquella casa. La niña decía que en esos momentos no ejercía ningún control sobre su propia voz. Cuando la niña estaba poseída, los investigadores tenían que sujetarla fuertemente debido a que su fuerza era superior a la de su edad. Psiquiatras y doctores locales estudiaron a Janet y le realizaron estudios de laringe para descartar que las voces que salían de su garganta no habían sido fabricadas conscientemente por Janet. Los expertos aseguraron que esas voces eran fáciles de provocar y de imitar, pero solo era posible durante un corto periodo de tiempo, ya que las cuerdas vocales se inflamarían y terminarían dañándose. Sin embargo, Janet era capaz de mantener conversaciones de más de dos horas.
Los incidentes relacionados con “extraños silbidos y curiosos ladridos” provenían de la ubicación habitual de Janet. Con el tiempo, Playfair determinó que se trataba de una entidad sobrenatural que comenzó a pronunciar varias palabras, incluyendo obscenidades, utilizando el cuerpo de la niña. Playfair depositó su fe en Janet y continuó estudiante a la entidad a pesar de que “la Voz” se negó a hablar a menos que las niñas estuvieran solas en la habitación con la puerta cerrada. Por otra parte, los crédulos investigadores observaron que, cuando se produjo la voz y los gruñidos, los labios de Janet parecían no tener movimiento. En sus notas respecto al caso Playfair escribió:
La conexión entre Janet y la Voz es, obviamente, muy cercana. En varias ocasiones ella llega a pronunciar cosas que, evidentemente, no quería decir
Janet pasó seis semanas en el Hospital Maudsley en el sur de Londres donde experimentó pruebas precisas para detectar cualquier anomalía tanto física como mental, pero no se encontró nada y durante ese tiempo la actividad poltergeist de la casa cesó completamente. Más tarde volvieron a reanudarse, aunque de un modo más esporádico y menos violento.
La breve participación de Ed y Lorraine Warren
Hay un enorme problema respecto a la participación de los Warren en este caso: Lyon Playfair, miembro de la Sociedad para la Investigación Psíquica y uno de los principales investigadores del caso Enfield, dice que ellos llegaron a Inglaterra “sin invitación para inmiscuirse en el caso, se quedaron sólo un día y fabricaron sus propias pruebas paranormales simplemente para hacer dinero”.
Guy Lyon Playfair es miembro de la Sociedad Británica para la Investigación Psíquica desde 1973, y fue elegido miembro de su Consejo en 2004.
Los reclamos provienen de una entrevista que sostuvo Dave Schrader (de Darkness Radio) con el propio Playfair. [La conversación completa puede escucharse aquí], pero compartimos la transcripción de la revelación de Playfair al respecto:
David Schrader: Sr. Playfair, estoy seguro de que está familiarizado con Ed y Lorraine Warren y sus investigaciones y trabajos. ¿Alguna vez han trabajado junto con la Sociedad para la Investigación Psíquica?
Guy Lyon Playfair: No. Me encontré con Ed Warren una o dos veces, y Lorraine ... y me dio la impresión de que Ed Warren era, bueno ... (risas) complete usted su propio improperio. No me impresionó en absoluto. Lorraine sigue viviendo, así que me abstendré de hacer comentarios sobre ella, pero ella era muy ... bastante agradable cuando la conocí.
Ellos aparecieron una vez, creo, en Enfield, y todo lo que puedo recordar es que Ed Warren me decía que podía hacer un montón de dinero para mí fuera de ahí. Así que pensé, “bueno eso es todo lo que necesito saber de ti” y me quite de inmediato de su camino tan pronto como pude. Le dije que no estaba impresionado. Después leí en algún lugar una transcripción de una larga entrevista con ellos, en la que supuestamente habían platicado con una de las chicas, y sólo estaban describiendo todo tipo de maravillas que no creo que hubieran pasado.
Dave: Entiendo. ¿Crees que ellos no tenían las mejores intenciones cuando se involucraban en las investigaciones de estos casos?
Guy: No. Sólo querían hacer dinero.
Dave: ¿Has encontrado pruebas de que Ed y Lorraine Warren tenían algo que ver con la consultoría o de esta investigación?
Guy: Por supuesto que no. Nunca se les invitó. Es decir, en la familia nunca habían oído hablar de ellos hasta que aparecieron. Nunca fueron invitados.
Estas reivindicaciones no deberían ser ninguna sorpresa para los que hayan estudiado el caso poltergeist de Enfield, en el que no hay ningún registro real de participación de los Warren, salvo por los propios Ed y Lorraine. Ellos investigaron brevemente el caso en el verano de 1978 y fueron sólo dos de los muchos investigadores que visitaron la casa situada en Green Street. La mayoría de los artículos sobre Enfield ni siquiera mencionan a los Warren, lo que permite concluir que su papel en el caso fue dramatizada de manera significativa para El conjuro 2.
¿Cómo se interesaron los Warren en el caso Enfield?
Lorraine Warren le escribió una carta a Maurice Grosse para avisarle que se había mantenido informada de la evolución del caso en Enfield debido a la comunicación que tenía con un miembro de la Psychic Research Associates de California, que visitó la casa de los Hodgson. Al parecer había una serie de cuestionamiento en la carta que le molestaron a Groose:
Sr. Grosse, ¿es consciente de que el trabajo especializado de Ed es el área de la demología? ¿Cuáles son sus sentimientos respecto a este campo en particular? ¿Cree que puede haber alguna evidencia en el caso de Enfield?
Él respondió que estaría interesado en conocerlos para platicar al respecto, pero no les extendió una invitación para que se involucraran en el caso, ya que él, desconcertado por la referencia a la demonología, consideró que en el caso no había signos de fuerzas malévolas, por lo que concluyó que la participación de los Warren no era necesaria en el caso.
Maurice Grosse fue un investigador paranormal británico famoso por su participación en el caso Enfield. Falleció en octubre de 2006.
Los Warren visitaron la casa el 16 de junio con un compañero. Según Grosse, los visitantes dijeron que estaban impresionados por las evidencias. Ellos regresaron a Estados Unidos un par de días después. Sin embargo, en su libro, The Demonologist: The True Story of Ed and Lorraine Warren, la periodista e investigadora Gerald Brittle ofrece más fechas de las supuestas visitas de los Warren a la casa. Según ella, Ed y Lorraine estuvieron también del 6 al 9 de agosto de 1979 en la casa y que incluso ellos inspeccionaron la casa al mismo tiempo que Playfair y Grosse también se encontraban en el interior del reciento. Brittle indica que, durante la visita, los Warren grabaron 13 horas de audio de “entidades” de la casa y habían fotografiado objetos levitando:
El 6 de agosto del 79, los Warren también hicieron una emisión en directo por radio (teléfono) desde la casa del Sr. Burcombe (pariente cercano de Hodgson) en la que se afirmó que la actividad se producía en el mismo momento de la emisión.
Lorraine Warren y Ed Warren, investigadores de fenómenos paranormales.
Las conclusiones del caso
Anita Gregory, que estaba investigando el caso para la SPR, informó sobre los acontecimientos en la Revista de la Sociedad para la Investigación Psíquica. Sugirió que el caso había sido sobrevalorado, describieno varios episodios de comportamiento por parte de Janet y Peggy que eran reveladoras. Gregory llegó a la conclusión de que las chicas no eran físicamente responsable de muchos de los incidentes que se atribuyeron a fenómenos “poltergeist”. A pesar de que pensaba que el brote podría haberse originado paranormalmente (Gregory era una parapsicóloga británica inclinada a creer en lo paranormal), concluyó que el caso había superado las capacidades de los investigadores y periodistas.
Aún más escépticas fueron las declaraciones del mago estadounidense, Milbourne Christopher, que investigó brevemente la casa. En una ocasión, cuando Janet dijo que ella era incapaz de abrir la puerta del baño para salir, Christopher declaró que no podía determinar la causalidad paranormal si no puede ver un incidente. Playfair escribe:
Casi parecía que el poltergeist estaba ahí para incriminarla a ella, produciendo fenómenos de tercera categoría en la presencia de un observador de primer orden.
En otra ocasión, cuando Janet fue enviada a su habitación y se manifestó la Voz, Christopher subió las escaleras para observar. Él vio a Janet que se escondía en otra zona de la casa y que buscaba asegurarse de que nadie más la estuviera viendo. Cuando se percató de la presencia de Christopher, ella se puso nerviosa. Más tarde concluyó que “el supuesto poltergeist no es más que las travesuras de una niña muy inteligente que quiere causar problemas”.
Jante Hodgson aparentemente poseída por el ente malévolo.
El investigador paranormal Melvin Harris también estudió el caso mediante uno de sus métodos habituales: la fotografía. En una secuencia de rápidas fotografías, él registró la actividad de las travesuras de Janet: las fotografías no registraron las supuestas levitaciones ni tampoco testigos independientes. Harris denominó las supuestas levitaciones como “hábiles ejercicios de gimnasia”, comentando: “Vale la pena recordar que Janet era una deportista muy destacada en su escuela”.
En 1979, el poltergeist de Enfield había salido de la casa Hodgson de manera inexplicable, a excepción de un incidente aislado ocasional. La fuerza motivadora del caso –muchos suponen que la tensión en el hogar se generó poco después del divorcio de los padres– siguió su curso. Pero la pregunta sigue siendo: ¿Eran capaces Janet y sus hermanos de haber causado ciertos trastornos? ¿Los niños crearon una serie de bromas para alterar el orden de la comunidad?
En 2012, en una entrevista, Janet señaló que varios sacerdotes llegaron a la casa para tratar de expulsar al ente malévolo que allí habitaba, pero éste nunca se fue. Paulatinamente se tranquilizaron las cosas, pero Billy –hermano de Janet–, que vivió en la casa hasta la muerte de Peggy, continúo escuchando ruidos extraños y ligeros desplazamientos de objetos. Otro dato importante que Janet confesó en esta entrevista, es que todos los sucesos comenzaron a ocurrir cuando ella y su hermana Margaret jugaron con la ouija.
TEXTOS CONSULTADOS:
-The Demonologist: The True Story of Ed and Lorraine Warren, escrito por Gerald Brittle (1980).
-This House is Haunted: The True Story of the Enfield Poltergeist, escrito por Guy Lyon Playfair (1980).
-Poltergeist on a Rampage, escrito por Guy Lyon Playfair (1979).
-1977: The Amityville Haunting and the Enfield House, escrito por Roger Clarke (2014).
-The Real Story of the Enfield Haunting, escrito por Will Storr. Artículo publicado en The Telegraph el 3 de mayo de 2015.
-What is the truth about the Enfield Poltergeist? Amazing story of 11-year-old London girl who 'levitated' above her bed, escrito por Zoe Brennan. Artículo publicado en Daily Mail el 4 de mayo de 2015.