Emily DiPrimio no tiene edad suficiente para ver muchas películas de terror. Sin embargo, a sus 14 años ya dirigió su primer película 'slasher' (subgénero del cine de terror y cine de explotación), al estilo de los años ochenta, llamada Carver (2014).

A primera vista, Emily parece cualquier otra niña americana de 14 años de edad. Ella vive en casa con sus padres en Nueva Jersey; escucha a Fall Out Boy y The Beatles; y, cuando sea mayor, quiere trabajar en la industria del cine. La pequeña es una fiel admiradora de las películas de terror de la vieja escuela y actualmente se encuentra terminando la producción de su primer filme, un festín de abundantes baldes de sangre.

Recientemente, DiPrimio dio a conocer el primer avance de Carver, su debut como directora. El filme cuenta la escalofriante historia de un grupo de adolescentes acosados ​​por “un acto despreciable” que cometieron hace algunos años y cuya consecuencia fue la muerte de tres personas inocentes. Ahora, uno de ellos –o algo de ellos– ha vuelto para vengarse.

Hija de Ron DiPrimio (director y guionista de cine independiente), Emily habla sobre su interés en ser directora, y se muestra agradecida con su padre por introducirla al mundo del cine:

Aprendí a comportarme como director de cine al ver, durante años, a mi padre cuando trabajaba. Pero cada uno de nosotros tiene su propio estilo para dirigir; cómo elegir los planos o la manera de acercarse con los actores. […] Cuando yo tenía cuatro años de edad, quería ver una película de terror por lo que mi padre me mostró Child’s Play y vaya que me dio miedo. A pesar de que me asustaba, me enganché completamente. A partir de ahí decidí ver cualquier película de terror, independientemente del tipo, siempre y cuando exista un fuerte desarrollo de los personajes, que es lo que traté de lograr en Carver.

En 2013, Emily puso en marcha una campaña en Kickstarter para financiar su película. El proyecto llamó la atención y la campaña fue un éxito superando su meta de 25 mil dólares al recaudar 32 mil. Los recursos económicos se utilizaron para pagarle al reparto y al equipo técnico, así como para conseguir el equipo adecuado, contratar un seguro y, sobre todo, financiar los sangrientos “efectos especiales” de la película. No se trata de pantallas verdes, sino de cubetas que contienen un líquido rojo que simula ser sangre. En Kickstarter, DiPrimio señaló que no habría efectos CGI (imágenes generadas por computadora):

Mi intención era hacer una auténtica película slasher al estilo de los años ochenta, y ciertamente, en esos filmes, no se utilizaba sangre CGI. Además, también me gusta ensuciarme las manos.

Una reciente publicación en el blog del sitio web de Carver menciona la frustración de Emily al recibir comentarios negativos que afirman que en realidad ella no dirigió la película y la acusan de existir simplemente como un truco publicitario para fomentar el interés por la obra de su padre.

La respuesta de Emily muestra, a pesar de sus pocos años, sabiduría:

Creo que es, en partes iguales, el miedo y los celos. La gente tiene miedo cuando los roles, aparentemente tradicionales, se redefinen, por lo que sus instintos tienden a rechazarlo de inmediato. En algunos casos, optan por burlarse. Mis padres siempre me han dado poder para hacer cualquier cosa que me proponga y eso es lo que me motiva. No me gusta generalizar, pero creo que mucha de la negatividad se debe a los adultos frustrados que no han logrado lo que yo ya hice a los 14 años. El cine de terror siempre ha sido un género dominado por los hombres, y una gran cantidad de la negatividad que he recibido se ha dirigido más hacia mi género que hacia mi edad. Eso sólo me dice que la gente se resiste a la existencia de nuevas y frescas perspectivas. Espero que la atención que he ganado recientemente ayude a cambiar las actitudes hacia las mujeres que incursionan o quieren incursionar en la creación del cine de terror.

LFG (@luisfer_crimi)

Fuente: The Telegraph