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Vivir es fácil con los ojos cerrados

David Trueba, España, 2013

Son mediados de los sesenta y John Lennon está filmando como actor en Almería. Antonio, un profesor que enseña inglés a sus niños con canciones de los Beatles, interpretado con un carisma a punto de carcajada por Javier Cámara, toma su simpático carrito color aqua para ir a buscar a Lennon y hablar con él. En el camino se topa con una con soltera embarazada y un muchacho recién corrido de su casa por no querer cortarse el pelo. Al estar sometidos al encierro de un coche surgen entre los desconocidos los encuentros, las diferencias, los roces que se convierten en atracción y los descubrimientos. Todo, en un tono agridulce, campo fértil de la risa.

SOR (@SofOchoa)

Luton

Michalis Konstantatos, Grecia, 2013

Desde el primer plano, en Luton, se reconoce el trazo del colectivo (no declarado) que conforman los griegos responsables de Kynondontas (2009), Attenberg (2010) y Alps (2011): el filtro grisáceo y el enrarecimiento del personaje desde la manera de encuadrar, resaltan la alienación de los protagonistas, su animalidad, su represión, lo absurdo de su condición. En este caso sucede a través de una mujer joven, un padre de familia dependiente de una tienda y un joven preparatoriano, que, para soportar su levedad, se rebelan con el sector más indefenso de su sociedad.

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El hombre de las multitudes

O Homem das Multidoes, Marcelo Gomes, Cao Guimaraes, Brasil, 2013

Resulta un tanto extraño asimilar el acto de socializar a través del protagonista de El hombre de las multitudes. La vida de este chofer de trenes transcurre en casi absoluta asfixia de sí mismo. Del tren pasa al andén, luego a la calle, finalmente a su departamento vacío. Lentamente una mujer se acerca a su vida… para pedirle que sea el padrino de su boda. Y así, con la molestia de tener que convivir, el protagonista continúa su existencia.

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Ayiti Toma, The Land Of The Living

Ayiti Toma, Au Pays des Vivans, Joseph Hillel, Canadá, 2013

Haiti es conocido como el país de los zombies, pero más bien es el de los esclavos, donde hombres jóvenes y sanos tenían una expectativa de vida de menos de cinco años. Los llevaban de África para matarlos de trabajo. Después de que ganaran la guerra de liberación, adquirieron una deuda absurda con Francia que ha estropeado el desarrollo de la educación, la salud y el trabajo. Haiti es una zona de desastre militarizada por ejército de la ONU que solo ha causado más estragos entre sus habitantes. Haiti es un país que debe conocerse más, y este documental permite hacerlo a través de la visión de algunos intelectuales, artistas y extranjeros.

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