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Viento aparte
Alejandro Gerber, México, 2013
Luego de unas vacaciones familiares en una playa de Oaxaca, Luz (Úrsula Pruneda) sufre una embolia. Su esposo –un hombre poco paciente e impulsivo– decide trasladarla al hospital, y de inmediato busca regresar a la Ciudad de México. Ante la emergencia, los hijos –Omar y Karina– deben emprender, por su cuenta, el regreso a casa. Así comienza una larga travesía donde pasan por Oaxaca, Hidalgo, Querétaro, y cuando están cada vez más cerca de su objetivo, se comunican con su padre y éste les avisa que lo mejor es que se vayan con la abuela, que vive en Paquimé (Chihuahua). En sus trayectos tienen que lidiar con carreteras bloqueadas, protestas, masacres en comunidades indígenas, retenes a cargo de los soldados, un zapoteca prepotente, un camionero burlón, un campesino que cree en ovnis. Los largos trayectos –ya sean calurosas terracerías, caminos empedrados o amplias carreteras– sirven para representar visualmente la madurez de un niño de 15 años y su hermana de 13. Ambos se ven en la necesidad de convivir y protegerse entre sí, en una atmósfera de hastío, violencia, impunidad e inseguridad que parece permear casi todo el país.
LFG (@luisfer_crimi)
Wolf
Jim Taihuttu, Holanda, 2013
Filmada en gran parte con cámara en mano, en blanco y negro, y con una textura arenosa, Wolf narra la historia de Majid, un inmigrante marroquí recientemente puesto en libertad condicional que vive con su hermano menor y sus padres –personas devotas y trabajadoras decepcionadas de los roces que su hijo mantiene con la delincuencia–. Majid invierte su tiempo en robos que realiza al lado de su amigo Adil, en un trabajo que lo mantiene insatisfecho, y en ejercitar su cuerpo para ser dirigido por Ben, un entrenador y manager de kick-boxers. Entusiasmado con la idea de ganar dinero en peleas –primero clandestinas y luego en circuitos profesionales–, Majid emprende una caída a un mundo violento lleno de sangre, envidias y venganzas. Destaca la actuación de Marwan Kenzari como un hombre atrapado en un espiral sin salida que no tiene otra opción más que abrazar una vida obscura. Se muestra desesperado por reunirse con su exnovia, Tessa, y al mismo tiempo es gentil y compasivo con su hermano mayor, Hamza, que yace moribundo en una cama de hospital.
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Borgman
Alex van Warmerdam, Holanda, 2013
La frase con la que abre el filme resulta intrigante: “Y descendieron sobre la tierra para reforzar sus filas.” Inmediatamente después vemos a tres hombres –entre ellos, un cura– que, con armas y un feroz perro, comienzan una búsqueda por el bosque con la intención de aniquilar a Borgman, un vagabundo que vive debajo de la tierra. Hábilmente, el trotamundos escapa recorriendo una especie de laberinto subterráneo y da aviso a sus secuaces, Ludwig y Pascal, para que hagan lo mismo. Al llegar a una zona urbana –que se encuentra al lado del bosque–, Borgman irrumpe en una casa de clase alta para pedir permiso y poder ducharse. Aunque al principio es rechazado por el jefe de familia (Richard), su esposa (Marina) se interesa en la figura enigmática de este “predicador”; un hombre delgado, semiesquelético, de larga y canosa barba. Borgman se gana la simpatía de ella, de los niños y de la niñera, y pronto, con la ayuda de sus seguidores, comenzará la reestructura de una familia agobiada por los conflictos del mundo moderno occidental. El realizador holandés, Alex van Warmerdam propone un relato crítico sobre las comodidades de la clase burguesa europea, y cómo ésta colapsa cuando entra en contacto con seres que son mitad ángeles, mitad diablos, capaces de hacer el bien y el mal al mismo tiempo, y que sirven como reflejo de la decadencia moral. Borgam se erige como una especie de demiurgo que busca –mediante el uso de la violencia– limpiar el mundo de injusticias, banalidades y placeres que ofrece la vida.
LFG (@luisfer_crimi)
Rigor Mortis
Juno Mak, Hong Kong, 2013
Un actor –fracasado y depresivo– se muda a un enorme edificio de departamentos; su idea es suicidarse para que, entre la multitud, pase desapercibida su muerte. Al intentar colgarse, es rescatado por Yau, un hombre con varios años en el vecindario. Por desgracia, el intento de suicidio le otorga fuerza a los espíritus oscuros que rondan los departamentos del edificio. Mientras, otro de los residentes busca despertar a otros espíritus para que convivan con los vivos. El realizador, Juno Mak, diseña un espectáculo visual basado en efectos digitales y largas secuencias de acción para crear un misterioso y escalofriante homenaje a las películas chinas de vampiros de la década de los ochenta. El filme cuenta con la coproducción del icono del “j-horror”, Takashi Shimuzu (The Grudge, 2002), y con la partición de varios miembros del reparto original de la clásica serie china Mr. Vampire (1985). Una propuesta que combina el gore (violencia explícita) y el cine de fantasmas para hacer convivir a los muertos, no-muertos, fantasmas, vampiros y zombis.
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