El día de ayer inició la onceava edición de Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) con una charla ofrecida por el director mexicano Alfonso Cuarón sobre su filme Gravedad. Comentó que el punto de partida para su travesía en el espacio fue Desierto, un guión de su hijo Jonás Cuarón –coescritor de la cinta-, además aseguró que:
La idea de Jonás era que la sencilla narrativa de la película fuera estructurada de tal modo que provocara tensión y que ésta desarmara al espectador dejándolo vulnerable para manejar otras emociones de maneras no textuales.
Sobre su reiterada colaboración con el cinefotógrafo Emmanuel Lubezki, Cuarón indico que el mexicano más que un fotógrafo es un “correalizador” con el que no tendría problema en compartir créditos de dirección. El cineasta ahondó sobre el uso de planos secuencia en Gravedad, afirmando que los mismos no son “cuestión de estética” sino de “un lenguaje que estamos explorando”. Explicó, el también director de Niños del hombre (2006), el trabajo de Sandra Bullock y George Clooney, protagonistas del filme:
El proceso actoral fue lo más difícil, el logro más grande de la película es la ejecución que los actores pudieron dar en el contexto de las dificultades técnicas por las que tenían que pasar: tiempos, marcas y posiciones guiaban su actuar, la animación del “Chivo” dictaba cámaras, luces, y posiciones precisas y todo implicó el aprendizaje de coreografías y monturas muy demandantes para el cuerpo.
Respecto al cuidado y poderoso diseño sonoro, Cuarón indicó que los efectos del filme fueron creados a partir del hecho que en el espacio no hay sonido y que a él no le gustan los scores para cine, sin embargo cuando intentó dejar la cinta en silencio, ésta perdía fuerza dramática, por lo que el mexicano decidió que se afinara la música para lo que eligió a Sthepehen Freis, el único editor musical disponible.
La película es sobre el impulso de vida. Las metáforas nacen de la realidad, la frustración de esta cinta es que cuando la preparábamos creamos metáforas cuando en realidad tratábamos de descubrir metáforas.
Cuarón consideró que el filme le ayudó a desempolvar un viejo prejuicio que tenía en contra de las películas de entretenimiento, las cuales cree tienen mérito fílmico pese a sólo entretener, finalmente bromeó al asegurar que desea que en sus próximos proyectos cinematográficos la gente camine.
Cerca de las siete de la noche, en Plaza Morelia, una de las nuevas sedes, el festival fue inaugurado con la función de gala de la película Gravedad, misma que convocó a diversas personalidades del medio cinematográfico para desfilar por la alfombra roja como Martín Altomaro, Arcelia Ramírez, Adriana Louvier, Julio y Diana Bracho, José María de Tavira y los tres jóvenes protagoniztas de la cinta La jaula de oro del director Diego Quemada-Díez, (ganadores del Premio al Mejor Elenco en la sección Una Cierta Mirada de Cannes); aunque la aparición del director Alfonso Cuarón fue la más esperada y a la que, se le se sumó una sorpresa, la presencia del comediante Eugenio Derbez; ambos directores bromearon con el público asistente mientras desfilaban por el lugar.
*Función inaugural
Alfonso Cuarón se encargó de presentar Gravedad y con ello dar inicio a este edición del Festival Internacional de Cine de Morelia.
Tras Los niños del hombre (2006) Cuarón nos narra la primera misión espacial de la Dra. Ryan Stone (Sandra Bullock) y sus compañeros de viaje, el veterano astronauta Matt Kowalsky (George Clooney) y Shariff (Paul Sharma). Ellos abandonan de manera provisional su nave para una tarea de rutina. Flotan de manera apacible en el espacio hasta que su transbordador es golpeado por los restos de un satélite. La nave es destruida quedando Stone y Kowalsky completamente solos, y atados el uno con el otro en una escalofriante espiral hacia la oscuridad. El ensordecedor silencio les dice que están completamente solos, sin ningún vínculo con la Tierra.
El séptimo largometraje de Alfonso Cuarón produce tanto intimismo actoral como sinfonía digital, los espectaculares planos secuencia con cortes ocultos (digitalizados) confirman la utopía de una cinta que representa la ingravidez a través del potente verismo sensorial de su cinematografía.