Laeta Kalogridis, guionista de Shutter Island (2010), aprovechó el tiempo en 2009 y también adaptó el manga y anime japonés Ghost in the Shell, para la pantalla norteamericana, ahora después de cinco años el director de Snow White and the Hunstsman (2012), Rupert Sanders, ha sido fichado para tomar las riendas del proyecto.
Con un estilo cyberpunk, Ghost in the Shell guarda cierta similitud con la Trilogía del Sprawl de William Gibson, aunque la narración japonesa coloca en primer punto la problematización sobre las consecuencias ético-filosóficas que conllevan la unión de la máquina y el hombre. El universo de esta historia propone la existencia de un Ghost, que en términos concretos responde a las cualidades que relacionamos con la personalidad o el alma, un atributo etéreo del cerebro humano que lo dota con la capacidad de crear autoconciencia, emociones e individualidad; la inteligencia artificial ha alcanzado niveles capaces de trasplantar este Ghost en implantes o maquinaria.
Motoko Kusanagi es la Mayor a cargo de la operaciones encubiertas de la sección policial 9, especializada en crímenes tecnológicos. Kusanagi es un cyborg lo cual le permite realizar algunas acciones sobrehumanas, además ha cambiado en su totalidad la partes de su cerebro por piezas electrónicas. El principal motivador de la serie es la persecución de un criminal de recursos electrónicos, The Puppet Master, que a la larga se descubre, realmente no es un ser humano, ni una máquina. El manga ha generado diversas secuelas, además del anime, las películas, el OVA y juegos de video.
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Fuente: The Playlist