El actor francés, Denis Lavant, es una de los invitados especiales de Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias que además de compartir sus vivencias como actor con el publico de Cartagena en una masterclass, recibió un merecido homenaje.
Denis Lavant se inició como actor de teatro y fue su vecino, el entonces desconocido director, Leos Carax, quien lo inició en el cine, cuando lo invitó a protagonizar Boy Meets Girl (1984), su primer largometraje. Durante su masterclass, Lavant contó que no entendió bien el guion de Carax cuando lo leyó, pero que encontró cosas originales, poesía, y que eso lo llamó. Este fue el inicio de una estrecha colaboración entre ambos. Lavant se convertiría en una especie de alter ego de Carax. Hasta ahora ha protagonizado cuatro de sus seis largometrajes. “Con la exigencia de Leos de buscar siempre una verdad y una autenticidad absoluta en los papeles, él me dio este campo de disponibilidad de introspección para realmente mostrar algo sincero, profundo. Entonces yo siempre me muevo entre estos dos polos que me nutren [el teatro y el cine]. Voy explorando siempre”.
Durante la plática, contó una anécdota extrema que vivió con Carax durante la filmación de Les amants du Pont-Neuf (1991), filme que al lado de Juliette Binoche tardó tres años en filmar. Esta película fue un punto de quiebre en la carrera de Carax, que tardó casi diez años en sacar adelante otro proyecto. Y, según contó Lavant, para él también significó un paradigma en su vida profesional: “Con Leos pasamos por cosas extremas, que podrían compararse con el método Stanislavski o al Actors Studio, cuando hicimos Les amants du Pont-Neuf, porque ahí estaba esa exigencia del director, ese miedo del director de que no fuéramos suficientemente auténticos. Nos pidió que nos fuéramos a la calle, que nos ensuciáramos, que bebiéramos. Esta era una especie de decadencia para entender la decadencia y poder interpretar esta pobreza, a estos personajes que viven en la calle. Así es que fueron límites que realmente empujamos muy, muy lejos hasta casi el clímax que fue esta película –que no sé si la han visto. Hay una escena en esta película que no recuerdo haber filmado porque tomé somníferos. Entones está Juliette y decide poner somníferos en mi botella y, con mi consentimiento, Leos puso somníferos de verdad en mi botella, y tomamos, y yo tomé este vino, y me acuerdo estar en el puente diciendo no “yo no me voy a caer” y luego desperté, y luego vi la escena, después en la proyección, y dije como que “no, yo nunca he dicho esto”. Es en esta escena que estoy borracho, medio dormido por los somníferos, y ando un poco en el puente y llego a ese nicho donde Juliette dice: “ya no te quiero, olvídame”, y digo “nadie me va a forzar a olvidar” y me disparo en la mano.
Lavant dice que haber visto esta escena que no recordaba haber hecho lo llevó a pensar en si era o no necesario actuar. Si había logrado actuar en una escena estando semiconsciente, ¿qué era la actuación”. Contó que este cuestionamiento se le ha quedado para siempre.
Además, Lavant a trabajado con directores de la talla de Claire Denis, Harmony Korine, Pablo Agüero… Solo es necesario mirar su filmografía para entender que la actuación, para Lavant, es una búsqueda continua.
Lavant tuvo una educación formal como actor: “En el conservatorio aprendí sobre la relación de poder entre actor y director. En la comedia del arte aprendí sobre la relación entre texto y cuerpo. En el cine, se trata de llevar al director a un lugar un poco más sobrio, más humano”.
Para él, la imaginación es tan importante como su cuerpo para lograr actuar: “Yo siempre he creído es lo imaginario lo que nos permite desarrollar a partir de mini experiencias cosas enormes”. Y dio un ejemplo par explicarse: si nunca has matado, pero tienes que interpretar a un personaje que lo ha hecho, debes buscar en ti mismo esa pulsión de matar e investigarla, expandirla, llevarla a la piel. Lavant, actor temerario.
Abajo puedes ver la masterclass completa