Ian McKellen, el veterano actor británico que alcanzó la fama mundial debido a su personaje de Gandalf en El señor de los anillos, ha señalado que la homofobia, al igual que el racismo, es un problema en el que deben reflexionar los integrantes de la industria de Hollywood y los votantes de la Academia.
McKellen se refirió a la existencia de prejuicios en ambas instancias y que esa ha sido la razón por la cual ningún hombre abiertamente homosexual ha ganado el Oscar como Mejor Actor.
“Los hombres abiertamente homosexuales nunca han ganado el Premio Oscar. Me pregunto si eso es el prejuicio o el azar”, dijo, con la implicación de que él sentía que la balanza se inclinaba hacia la primera opción.
Si tú estás intentando consolidar una carrera como actor –y eres negro o de origen hispano– en un estado como California donde los blancos ahora son minoría y son juzgados por una Academia donde la gran mayoría son de color blanco, varones y de mediana edad o viejos, bueno, pues tal vez ese es el criterio equivocado.
Tom Hanks, Philip Seymour Hoffman y Sean Penn han ganado el Oscar por interpretar a hombres homosexuales. “Qué inteligente, qué inteligente”, dijo McKellen. “¿Y qué tal si mejor me dan un Oscar a mí por interpretar a un hombre heterosexual?”.
McKellen fue nominado por primera vez por la Academia en 1999, cuando el italiano Roberto Benigni consiguió la estatuilla dorada por su papel en La vida es bella; tres años después, el británico estuvo nominado como Mejor Actor de reparto por su papel de Gandalf (en aquella ocasión, en 2002, Jim Broadbent ganó por Iris). Muchos lo consideraron como un potencial participante en los Oscar de este año debido a su trabajo en Mr. Holmes (2015), pero él y la película no fueron considerados por la Academia.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: The Guardian