Con La diosa arrodillada (1947) de Roberto Gavaldón da inicio la 56 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca. Un clásico del cine mexicano que viene a sumarse a las celebraciones del centenario del nacimiento de la legendaria María Félix, que se caracterizó por interpretar personajes de mujeres fuertes, independientes, con ideas claras y lejos de la sumisión de las feminas de la época. En honor a la actriz, y dentro de las actividades de la muestra, la Cineteca inaugurará también la Librería María Félix. Las nuevas cintas de Wes Anderson y Lars Von Trier, lo más reciente de Alejandro Jodorowsky, y el filme que marca el retiro del maestro Hayao Miyazaki, entre otras, acapararán ahora la atención del público asiduo a la Muestra. Los títulos seleccionados tienen una temática muy variada, desde historias que retratan los paisajes humanos contemporáneos a recreaciones históricas de sucesos de las últimas décadas. Los jóvenes cineastas lanzan su particular mirada al mundo: El aperturismo, la crítica, la reflexión histórica o la incertidumbre ante el futuro de estas sociedades que se darán cita del 11 al 28 de abril en la 56 Muestra, un riquísimo fresco cinematográfico.
El equipo de EnFilme irá reseñando día a día, las cintas (las que no tienen estrellas ni sinopsis aún no han sido vistas) que se vayan exhibiendo, con sus respectivas calificaciones, sinopsis, sedes, horarios y trailers para que puedan seleccionar con comodidad las cintas que más les interesen.
VSM (@SofiaSanmarin)
La diosa arrodillada
(Dir. Roberto Gavaldón, 1947)
★★★
La icónica y vehementemente hermosa actriz mexicana, María Félix, protagoniza la octava cinta del destacado realizador chihuahuense, Roberto Gavaldón, La diosa arrodillada, melodrama de corte noir, que sigue a Antonio (Arturo de Córdova) aristócrata casado con Rosario (Rosario Granados), quien sostiene una apasionada relación con su amante, Raquel (Félix). El intenso vínculo extramarital sin embargo, se convierte en un tortuoso callejón sin salida, cuando una sensual escultura –con el mismo nombre que la cinta- modelada con base en el cuerpo de Raquel, conduce a Antonio a tomar drásticas decisiones auspiciadas por el velo “reparador” de la muerte. El perpetuo sube y baja del tomentoso amor entre Raquel y Antonio es, quizá, la perfecta analogía para la factura fílmica de La diosa arrodillada; esa en la que la ambición estilística de Gavaldón (apoyado en la precisa fotografía de Alex Phillips y en la apesadumbrada música de Rodolfo Halftter) por evocar lo mejor del cine negro, no logra compaginar y llegar a un balance con el melodrama, mas bien falto de ritmo, de la historia escrita por el propio Gavaldón en colaboración con el escritor mexicano José Revueltas.
JAR (@franzkie_)
HORARIOS
Búscala en las sedes alternas a partir del 25 de abril.
El Gran Hotel Budapest
(The Grand Budapest Hotel, Dir. Wes Anderson, 2014)
★★★★
*Imperdible
Después de descubrir las novelas del escritor austriaco Stefan Zweig, Wes Anderson se lanzó a hacer su propia versión de la decadencia del Imperio Austrohúngaro. Remedando el estilo de Zweig, abusa un poco de la voz en off y nos pone a cuadro a Jude Law y F. Murray Abraham que conversan en el lobby del Gran Hotel Budapest venido a menos en el año de 1985. F. Murray Abraham le contará su propia historia o, más bien, la historia del conserje del Hotel –un Ralph Fiennes demencial– que se convirtió en dueño del hotel a finales de los años treinta después de desentrañar el misterio detrás de la muerte de su dueña. Visto a sangre fría, uno se pregunta primero sobre las afinidades temáticas entre los álbumes de Tintin y las novelas de Zweig, para luego descartarlo y pensar más bien que Anderson se ha dedicado a hacer su propia colección de álbumes ilustrados, a partir de encuadres perfectamente compuestos y simétricos (algo que no podemos dejar de ver en una peli de Anderson después del montaje hecho por Kogonada). Saoirse Rona, quien la hace de interés romántico del F. Murray Abraham cuando era joven (encarnado por el debutante Tony Revolori) exhibe en su rostro una marca de nacimiento en forma de la República Mexicana, lo que nos hace pensar que Anderson hizo su tarea y se dio tiempo para hacer una alusión al Emperador Austriaco que tuvo México a mediados del siglo XIX. El Gran Hotel Budapest es una boutade tan deliciosa y decadente como lo es –todavía– la pastelería vienesa.
RP (@rpohlenz)
HORARIOS
Estreno en cartelera comercial: 25 de abril.
Tom en el granero
(Tom à la ferme, Dir. Xavier Dolan, 2013)
★★★★
*Imperdible
Tom (Dolan), un joven redactor publicitario, viaja de Montreal a Québec para asistir al funeral de su pareja, Guillaume. El hermano de éste, Francis (Pierre-Yves Cardinal) –un hombre perturbado y atormentado por el pasado–, adopta una actitud violenta en contra del citadino; lo obliga a ocultar su amor y pasión, y lo motiva a crear una imagen falsa del hombre muerto para reconfortar a Agathe (Lise Roy), la angustiada y desdichada madre. El síndrome de Estocolmo, engaños, manipulaciones, humillaciones y secretos familiares impregnan esta breve, pero brutal peregrinación. Acompañado de la fotografía de Andre Turpin –que capta imágenes sombrías mostrando la coloración otoñal del paisaje rural de Québec– y la banda sonora de Gabriel Yared –que le otorga dinamismo a un relato inquietante al más puro estilo de Alfred Hitchcock–, el joven realizador canadiense, Xavier Dolan (Les amours imaginaires, 2010; Laurence Anyways, 2012), adapta la obra de Michel Marc Bouchard para crear un filme que le permita situarse en el terreno del thriller psicológico, y proponer un relato que se centra en la creciente brecha entre la ciudad y la provincia, así como un juego ambivalente de atracción-repulsión; una rivalidad masculina cargada de erotismo.
LFG (@luisfer_crimi)
HORARIOS
Búscala en las sedes alternas a partir del 27 de abril.
Ninfomanía Vol. 1
(Nymphomaniac Vol. 1, Dir. Lars von Trier, 2013)
★★★½
Joe (Charlotte Gainsbourg) relata su tumultuosa historia sexual a un hombre mayor llamado Seligman (Stellan Skarsgård), quien le da asilo y cuidado tras hallarla golpeada en un callejón. Uno a uno, escucha los capítulos de la autobiografía confesional de Joe, quien usa el sexo para hacer valer lo que ella llama “su poder como mujer”. Como contrapunto al íntimo monólogo, Seligman aporta un punto de vista ambivalente para la misma historia: el visceral y el racional, este último casi académico, mediado por su astuto –y que hace sorprendentemente graciosa la cinta– humor para explicar la, a veces, desafiante y explícita jornada sexual de Joe a través de los años. El eterno provocador danés, Lars von Trier cierra su trilogía de la angustia (Antichrist, 2009; Melancholia, 2011) con la épica sexual, Nymphomaniac, que ha dividido en dos partes (Vol 1. y Vol. 2). La innata tendencia perversa del director para tentar y alienar a su público con la densa melancolía autodestructiva de sus personajes principales, sirve para esbozar con apesumbrado fulgor los laberintos de la jugosa sexualidad y condición humana a través de la vida de Joe. Pero es quizá, justo la ambición de von Trier de asir cuestiones más universales , acaso como lo hiciera Tarkovsky, como la pasión, lo sagrado, el dolor lo hizo en su cine –ninguna sin ser terminada-, la que perfora el tejido más profundo sobre el que descansa su sello autoral. A partir de una retorcida inteligencia, von Trier crea abundantes imágenes provocadoras y persuasivas que son a la vez crípticas y exageradas, de ruptura, para entregar una cinta disfuncional, con un goce estético y narrativo tan voluble como el placer al que Joe se somete en cada encuentro sexual.
JAR (@franzkie_)
HORARIOS:
Búscala en las sedes alternas a partir del 28 de abril.
Polissía
(Polisse, Dir. Maïwenn, 2011)
★★★
Con una colección de espeluznantes y, a veces, desgarradores casos, Polisse explora la Unidad de Protección de la Infancia de París, desde un variado abanico de ángulos proporcionado por los policías que ahí trabajan, por la mirada de una fotógrafa Melissa (interpretada por Maïwenn, también directora de la cinta ) que los observa en su día a día y, claro, por la inocencia perdida de centenares de víctimas de pedofilia, delincuencia, incesto entre otros catálogo de envilecimientos. El que en un inicio es un filme incómodo de ver, debido a su apuesta al cinema verité para hacer una declaración audaz sobre la de la degradación de la moral, se convierte, paulatinamente, en una sobrecarga de arranques melodramáticos de un puñado de su amplia lista de personajes que, en conjunto, se sienten obligatorios, mientras la película que va de un lado a otro esbozando los que parecen ser “los casos hit” de abuso a menores en París. Y aunque Polisse (que retoma su nombre de la ortografía con la que un niño suele escribir erróneamente la palabra “policía” en francés) no es una novela policíaca en sí misma, o una serie de televisión al estilo La Ley y el Orden –aunque lo parezca-, el extenso objetivo de la misma de ser ventana a los rutinarios horrores de la CPU de París, termina por velar su estridencia con el hastío de su redundancia.
JAR (@franzkie_)
HORARIOS
Búscala en las sedes alternas a partir del 26 de abril.
JAR (@franzkie_)
AS (@albertosandel)
El gigante egoísta
(The Selfish Giant, Dir. Clio Barnard, Reino Unido, 2013) *
★★★★
*Imperdible
Clio Barnard pareció salir de la nada para estremecer a la escena fílmica británica con su ópera prima, la inventiva y conmovedora, The Arbor, que tuve la oportunidad de ver aquí, en el London Film Festival hace 3 años, invitado por Michael Nyman, pues su hija fue la encargada de la música del filme. Posteriormente, fue tal la resonancia que provocó la conjunción de una historia que estremece y la forma tan original en que la presentó, que The Arbor incluso se presentó en Distrital y Morelia, en México. Precedida de su exitoso paso por Cannes, The Selfish Giant, segunda obra de Barnard, se presentó en Londres, también obteniendo aplausos tanto en la crítica como en el público. Esta vez, la directora –adaptando libremente la obra homónima de Wilde– optó por una narración ortodoxa hasta cierto tramo de la película. Incluso pareciera formularia –dos niños pobres, juguetones, agresivos e impetuosos; buenos amigos que aprenden a robar cable y metal para vendérselo a un mercenario sin escrúpulos que se aprovecha de ellos y provoca que rivalicen–, pero que secuencia a secuencia siembra detalles, gestos y motivaciones psicológicas que en el desenlace se conjugan categóricamente para certificar que, además de Lynne Ramsay, Joanna Hogg y Andrea Arnold, en Clio Barnard el Reino Unido tiene ya cuatro directoras de élite en el cine mundial. La interpretación de los chamacos es extraordinaria.
*Reseña escrita durante el 57th BFI London Film Festival
AFD (@SirPon)
HORARIOS
Búscala en las sedes alternas a partir del 30 de abril.
Se levanta el viento
(The Wind Rises , Dir. Hayao Miyazaki, 2013)
★★★★½
*Imperdible
Basada en la novela corta Se levanta el viento de Tatsuo Hori y en el manga homónimo de Hayao Miyazaki, El viento se levanta es una empática biografía novelada, en forma de dibujos animados, de Jiro Horikoshi, ingeniero aeronáutico que diseñó la aeronave más ágil y temible de la Segunda Guerra Mundial, el Mitsubishi Zero. El director proyecta su conflicto personal sobre la historia Horikoshi. Miyazaki es a la vez técnico y artista, ingeniero y soñador. Es la fuerza del mundo onírico lo que mueve a ambos, que los lleva a realizar grandes proezas. Llevar su campo de trabajo más allá, a costa de sacrificar grandes cosas, a costa de que sus creaciones un día sean rebajadas para algo muy lejano al acto de soñar. El leit motiv de la película “le vent se lève il faut tenter de vivre”, tomado del poema de Paul Valery, ha sido el motivo recurrente, la metáfora obsesiva en toda la obra del director, la cual se ve concretada por fin en esta cinta. Desde Nausica la necesidad de volar, de desprenderse del suelo, para observar el mundo desde otras perspectivas es, finalmente, lo que la labor de Miyazaki, como animador, y creador de mundos, ha buscado a través de los años. Producida por Miyazaki y su Studio Ghibli, la animación de la cinta es tan placentera como refinada, las líneas son limpias, los fondos de factura pictórica, los colores audaces. The Wind Rises es un elegante canto a la creación humana, a la vez nostálgico y doloroso, una triste celebración de la invención tecnológica que sugiere que la belleza puede ser degradada hasta volverla artífice de la destrucción humana.
JAR (@franzkie_) y AS (@albertosandel)
*Reseña escrita durante FICUNAM
HORARIOS:
Vamos a jugar al infierno
(Jigoku de naze warui, Dir. Shion Sono 2013)
★★★
Basada en un guión escrito por el propio Shion Sono hace 20 años, al que no hizo ningún tipo de correción, Why Don’t We Play In Hell? es un pastiche de múltiples narrativas, a cargo de un abanico de eclécticos personajes y un puñado de sangrientas masacres. Un grupo de jóvenes cineastas wannabe buscan filmar una película absolutamente “sincera” que se convierta en una “obra maestra”; una exactriz de anuncios publicitarios y, ahora, heroína adolescente, quiere vengar su pasado; está también un grupo de yakuzas japoneses y un padre poderoso; los conflictos individuales de éstos, devienen en una narrativa más amplia que se centra agudamente en la noción de un "cine dentro del cine", recurso metalingüístico que Sono aprovecha para evocar a John Carpenter, a Quentin Tarantino, a Giuseppe Tornatore (Cinema Paradiso, 1988), al cine de Yakuzas y con el que, también, evoca al letal Bruce Lee, con todo y su icónico traje amarrillo con franjas negras en los costados. Why Don’t We Play In Hell? es un espectáculo violento que reemplaza con su vertiginosa hechura, cualquier intento de estructura narrativa, ya que su absurdo es su única consistencia y, además, su razón de existir. Si bien Sono se aleja del sentido humano explorado en cintas anteriores como Land of Hope o Love Exposure, el director japonés deja en claro su destreza para fusionar una amplia variedad de géneros de forma hilarante para homenajear al cine.
JAR (@franzkie_)
HORARIOS:
Búscala en las sedes alternas a partir del 03 de mayo.
El último Elvis
(Dir. Armando Boo, 2012)
★★★
En la ciudad de Buenos Aires contemporánea, sobre el escenario y por las noches Carlos Gutiérrez (John McInerny) es un Elvis Presley en (casi) toda la extensión de la palabra. Sin embargo, también lo es en la fábrica donde trabaja como obrero durante el día. Más que una pasión, Elvis para él es una forma de vida. El regordete Carlos se funde en el personaje y teje a su alrededor una vida parecida a la de su ídolo: su guardarropa, sus modales aspiran a parecerse al de la extinta estrella estadounidense. Incluso su pequeña hija se llama Lisa Marie (Margarita López) y renombra a su esposa Alejandra (Griselda Siciliani) como Priscila. Pero la ilusión en la que vive Carlos conlleva el distanciamiento de su familia. Cuando Lisa Marie sufre un accidente, Carlos debe elegir entre ser Elvis o ser buen padre. Lo que le supondrá un rito de paso a las pesadumbres de la vida real. La ópera prima de Armando Bo es una reflexión patética sobre un hombre vacío obsesionado con su ídolo. El centro de su cinta es el también debutante John McInerny, quien ofrece una convincente interpretación como el personaje desequilibrado que busca repetir exactamente todos los pasos vitales del excantante.
VSM (@SofiaSanmarin)
HORARIOS
Búscala en las sedes alternas a partir del 02 de mayo.
Memorias que me contaron
(A Memória que me Contam, Dir. Lucia Murat, 2012)
Irene (Irene Ravache) es una exrevolucionaria de la década de 1960 convertida en cineasta. En la Brasil actual, ella está rodando un filme sobre la dictadura, que se centra en la convulsión originada con la revuelta estudiantil de 1968 en aquel país. A la par de la filmación, su mejor amiga, Ana (Simone Spoladore), una férrea exguerrillera, acaba de ser ingresada al hospital con cáncer terminal. Sus camaradas y compañeros de ideología deciden reunirse, como una gran familia, para acompañarla en sus últimos momentos de vida. Para ellos Ana siempre fue “la eterna rebelde”, la que continuó con la revolución incluso después que terminó. Las nuevas generaciones, los hijos de los revolucionarios, están acompañando a sus padres, tratando de comprender ese pasado. La reunión de los viejos activistas –entre los que se encuentran un actual ministro de justicia, y un terrorista italiano– da pie a una serie de reflexiones en las que son inevitables las comparaciones políticas y sociales entre aquella época y la actual. La convaleciente Ana nunca se ve en pantalla en su estado actual sino que siempre aparece en el filme tal y como era en 1970 cuando participó en el secuestro del embajador de Estados Unidos y se convirtió en una figura mítica para los izquierdistas brasileños. Ana simboliza para ellos la dictadura omnipresente, que funciona como la metáfora definitiva para superar traumas pasados. Esa joven Ana camina a través de la película como un espíritu que nos guía a través de los momentos más álgidos de la historia. Con Memorias que me contaron, Lucía Murat busca hacer un retrato de una generación de intelectuales marcados por los ideales del pasado. Y ese quizá sea el mayor problema de la cinta: su incapacidad para conciliar satisfactoriamente la multitud de historias que se quieren contar. Los personajes estereotipados y los diálogos que se centran en cuestiones existenciales se sienten por momentos poco convincentes, con un final predecible desde el principio.
VSM (@SofiaSanmarin)
HORARIOS:
Búscala en las sedes alternas a partir del 04 de mayo.
¡Qué extraño llamarse Federico!: Scola cuenta a Fellini
(Che strano chiamarsi Federico: Scola cuenta a Fellini, Dir. Ettore Scola, 2013)
★★★★
*Imperdible
En 1939, un joven de 19 años llamado Federico Fellini (Tommaso Lazotti) se traslada de su natal Rímini a Roma con la intención de colaborar en Marc’Aurelio, una exitosa revista de sátira política. El joven, con una personalidad inquieta y creativa, se integra rápidamente a la publicación trabajando al lado de los escritores, y futuros guionistas de cine, Ruggero Maccari y Ennio Flaiano. El filme captura la energía creativa de las reuniones editoriales: el humor fino y burlón de los escritores y dibujantes, los golpes y críticas al fascismo, y la admiración que sentían por las obras de Saul Steinberg. A sus 9 años, el niño –y director del filme– Ettore Scola lee en voz alta, a su abuelo ciego, las caricaturas que Fellini realiza para Marc’Aurelio. Ocho años después, mientras era estudiante de Derecho, Scola comienza a trabajar en la misma publicación. Fellini ya se encuentra realizando sus primeros filmes; aún así, ambos se conocen y establecen una larga amistad. Aunque los dos realizadores nunca trabajaron juntos, Scola había celebrado –previamente– el trabajo de Fellini en C’eravamo tanto amati (1974), recreando la famosa escena de la Fuente de Trevi de La dolce vita (1960). Che strano chiamarsi Federico es un homenaje a la vida y obra de Fellini; ficción y documental –se incluye material de archivo sobre las visitas que Scola realizaba a los sets de filmación de Fellini en los estudios Cinecittà– se integran en un mosaico de imágenes y anécdotas que, recuperando la sátira y humor de la famosa revista italiana, conmemora una larga amistad a través de los recuerdos evocando los ideales estéticos y artísticos del director de La strada (1954) y 8 ½ (1963).
LFG (@luisfer_crimi)
HORARIOS:
Búscala en las sedes alternas a partir del 05 de mayo.
La danza de la realidad
(Dir. Alejandro Jodorowsky., 2013)
★★★★
*Imperdible
Después de 23 años Alejandro Jodorowsky retorna a la gran pantalla con su nostálgica y conmovedora: La danza de la realidad, una autobiografía imaginaria -como el mismo la cataloga- adaptada de su novela homónima publicada en 2010. En la historia Jodorowsky regresa a su Tocopilla natal, vemos así a un joven Jodorowsky interpretado por Jeremias Herskovits, en una ciudad llena de prostitutas, travestis y lisiados, para contar su propia historia, la de un niño judío, hijo de un padre comunista y tirano, y una madre que soñaba con ser cantante. La cinta se centra en la autoritaria y autodestructiva figura de su padre Jaime, personificado por Brontis Jodorowsky, el hijo de Alejandro. La historia que vemos desplegarse en Tocopilla es contada desde la perspectiva del joven Alejandro, una realidad alterada por su imaginación que devienen en imágenes surreales del mundo, el lugar y sus habitantes. En ese universo ficticio su madre representa la ternura de su infancia, una mujer voluptuosa (Pamela Flores) que solo se comunica a través del canto, en tono de ópera. Alejandro Jodorowsky ha creado en La danza de la realidad un hermoso bricolaje de su infancia, del dolor y pesar del director sobre el tema de la paternidad. Las deudas no saldadas con ese padre torturador, pero también traza en la segunda mitad de la cinta su camino a la redención. La película está narrada en forma de farsa, melodrama, fantasía, una representación de los sueños y pesadillas que pueblan el pensamiento del multifacético Jodorowsky. El diseño de arte y de vestuario es otro de los aciertos de la cinta, fotogramas coloridos y luminosos, que le dan a la trama un curioso tono cómico en determinadas secuencias. No menos asombrosa es la banda sonora que lo envuelve todo, a cargo de Adanowsky, hijo también del realizador chileno.
VSM (@SofiaSanmarin)
*Reseña escrita durante el FICM 2013
Búscala en las sedes alternas a partir del 06 de mayo.
Búscala en las sedes alternas a partir del 25 de abril.
Un toque de pecado
(Thian zu ding, Dir. Jia Zhangke, 2013)
★★★★
*Imperdible
Dahai es un minero que, indignado ante el maltrato de sus superiores y la corrupción de los dirigentes de su pueblo, decide iniciar una campaña para denunciar las injusticias e ilegalidades. Al encontrarse solo, se ve orillado a pasar del manifiesto a la acción violenta. Zhou, un joven a bordo de su motocicleta, trabaja de región en región; es un migrante dentro de su propio país que le envía periódicamente dinero a su madre y esposa. Pronto se percata que puede obtener más con el uso de su arma. Xiaoyu es una mujer que trabaja como recepcionista en un sauna; al ser hostigada y humillada por un cliente que la confunde con una prostituta decide actuar con la ayuda de una navaja. Xiaohui es un joven que, ante las humillantes condiciones laborales, debe abandonar su empleo, sólo para encontrarse con trabajos más denigrantes. Cuatro provincias sirven como escenario de historias de injusticia, desesperación, humillación y violencia. A Touch of Sin es el retrato de las motivaciones, preocupaciones y dilemas de la clase trabajadora de China, un país cuya economía crece aceleradamente, pero que también es testigo del incremento de la decadencia humana. Es un filme construido con una tensión implacable; se trata de una denuncia social por parte del director. A excepción de uno de los fragmentos –que ilustra un alto nivel de estilización de la crueldad mediante una contundente coreografía y el uso de colores intensos–, las erupciones de furia transmiten una sensación de inmediatez y veracidad debido al uso de locaciones reales e intérpretes no profesionales que trabajan de la mano con actores profesionales. Son personajes que viven en un mundo atroz, incapaces de adaptarse a las devastadoras transformaciones del mundo contemporáneo, y que encuentran como última solución y alivio a su desesperación el ejercicio de la violencia.
LFG (@luisfer_crimi)
HORARIOS: