Lee aquí nuestra reseña de 'The Babadook'
Hay una postura creativamente dañina y peligrosa en la industria del cine que sentencia que una vez que un director ha recibido algún tipo de reconocimiento por su trabajo, el siguiente paso consiste en comandar su propio éxito de taquilla. La idea de que un director, después de mostrar su talento, deba someterse a un sistema que cuestionará y prohibirá sus libertades creativas es una situación deprimente, pero por suerte un puñado de directores emergentes están desarrollando proyectos que parecen armoniosos y congruentes con los instintos que los hicieron llamar la atención del público y la crítica internacional. Una de las personas que entra en esta categoría de artistas es la realizadora australiana, Jennifer Kent, que aterrizó en nuestro radar con su fascinante filme de terror, The Babadook (2014).
En una entrevista para el diario británico, The Guardian, Kent habló sobre su próximo proyecto sin olvidar los consejos que le dio David Lynch cuando ella decidió incursionar en la dirección cinematográfica:
Es curioso cuando escucho a la gente llorando sobre “Oh, cómo es posible que no le ofrezcan grandes producciones a las mujeres directoras. Y además ¿qué pasa con Jennifer Kent? ¡Ella no está haciendo nada!”. En cierto modo cuando leo eso me da risa porque, bueno, no tienen idea de lo que está pasando en mi extremo - lo que estoy realmente haciendo.Recuerdo que David Lynch me dijo: “Sólo hay que ser muy fiel con uno mismo y la gente va a responder a eso y te darán dinero para hacer más”. La gente como él y Lars von Trier fueron mis mentores para seguir adelante.
Aunque se pensaba que la próxima película de Kent sería una adaptación de Alice + Freda, su siguiente proyecto es Nightingale. Con el objetivo de que sea estrenado el próximo año, el filme –ambientado en Tasmania en 1829– se centra en una joven irlandesa llamada Claire que busca venganza por el asesinato de su familia. Ella es acompañada por un aborigen marginado llamado Billy; y en el trayecto cada uno saca provecho del otro a su manera. Al igual que en The Babadook, a la directora le interesa seguir explorando la pregunta: “¿Cómo podemos seguir siendo humanos cuando estamos rodeados de la inhumanidad, la oscuridad y la violencia?”.
“Desde luego no es una película de terror, pero es un mundo bastante horrible”, sentencia Kent al indicar que los peores criminales en el Imperio Británico fueron enviados a las regiones de Oceanía para colonizarlas. Además, durante la investigación y la filmación, la directora ha recibido consejos del cineasta Rolf de Heer, que ha trabajado con las comunidades indígenas de la zona. Ella también comenta que para la configuración visual de Nightingale ha tomado como referente inmediato las ilustraciones de Gustave Doré.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuentes: The Film Stage, The Guardian