Por fuera, nada es más glamoroso que el Festival de Cine de Cannes, con su opulencia europea, grandeza artística e Isabelle Hupperts. Pero también enmascara un infierno de la alta sociedad lleno de ansiedad y furia; los invitados se ven obligados a navegar en un campo minado de sofisticado protocolo mientras asisten, y cualquier error en la etiqueta los puede condenar. Lo que antes era una celebración internacional de cine, ha sido superada por las reglas y regulaciones exhaustivas.
El festival de este año ha sido más complicado que de costumbre, con los jefes de Cannes implementando nuevas políticas diseñadas para mantener el evento libre de dos de las amenazas más comunes del siglo XXI, los servicios de transmisión y el amor propio fotográfico, uniéndose a la larga lista de micro indiscreciones que crearían estragos si se difunden.
Con esto en mente, estas son cinco formas en las que Cannes está decidida a mantener a sus huéspedes en la alfombra roja bajo control este año, al mismo tiempo que mantiene la conciencia de los asistentes sobre su lugar en la cadena alimenticia cinematográfica.
Debes dar la mano
Según los expertos en relaciones públicas de Hollywood que hablaron en 2014 con Hollywood Reporter, los recién llegados a Cannes deben considerar la alfombra roja como una especie de debut, donde deben estrechar la mano de los altos mandos del festival.
Esto implica ser presentado a los organizadores del festival por alguien más familiarizado con Cannes, ya sea un actor veterano o un cineasta, que procede a presentar al joven antes de posar para las fotografías en la parte superior de la sala de proyección principal.
Sin amamantar
La controversia se convirtió en conocimiento público el año pasado cuando los cineastas, entre ellos Marielle Heller y Robin Swicord escribieron una carta abierta a Thierry Frémaux sugiriendo que el festival debe dar más cabida a las madres. La carta fue el resultado de varios incidentes denunciados en los que se les dijo a las mujeres periodistas que abandonaran el Palais para amamantar, mientras que a otras se les dijo que dejaran a sus bebés para recoger sus tarjetas de prensa.
Actualmente se desconoce si los altos mandos de Cannes han tomado en serio las solicitudes de la carta de un entorno más familiar, pero en los últimos años se ha pedido que los bebés obtengan su propio pase de acreditación de prensa para evitar problemas de seguridad. Eso, desafortunadamente, no es una broma.
No selfies
El director del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, se lamentó de la práctica de tomarse selfies en la alfombra roja en 2015 calificándola de “ridícula y grotesca” y añadiendo: “Nunca te ves tan feo como en una selfie”.
Peor aún, los selfies supuestamente obstruyeron la alfombra roja de Cannes, ralentizando los eventos y creando un atasco de estrellas esperando en fila para que las celebridades más fotogénicas finalmente capturen su mejor ángulo. Este tipo de fotografía está oficialmente prohibida, a pesar de que Frémaux no articuló en entrevistas cómo se impondrá dicha prohibición.
Durante este mes habló con la radio francesa, y dijo que el festival desea “restaurar un poco la decencia” y que los selfies” empañan la calidad de la experiencia en la alfombra roja y del festival en general”.
Sólo tacones
Los altos mandos de Cannes probablemente anticiparon la indignación por la prohibición de selfies, pero una política mucho más extraña generó controversia cuando un grupo de invitadas se desvió de una proyección después de un usar el calzado “correcto”, es decir, tacones altos. Poco después, una productora danés con un pie parcialmente amputado también fue rechazada de una proyección por usar un zapatos bajos.
Un funcionario de Cannes dijo al diario Screen Daily que se requerían tacones para las invitadas en la alfombra roja, pero el director del festival Frémaux negó la afirmación en Twitter y escribió: “Para la alfombra roja nada ha cambiado: Smoking y corbata negra. Sin mención de tacones”.
A pesar de la falta de confirmación, varias actrices criticaron la postura, como Kristen Stewart sugiriendo al Hollywood Reporter que era una “regla implícita” de la alfombra roja. “Definitivamente hay un código de vestimenta distinto”, dijo. “La gente se enoja contigo si no usas tacos. Siento que ya no se puede pedir eso, pero aún lo hacen. Si no le pides a los hombres que usen tacones y un vestido, tampoco me lo deberían de pedir a mí”.
Un año después de la polémica de los tacones altos, Julia Roberts caminó por la alfombra roja descalza, en aparente protesta por la prohibición de zapatos bajos, confirmando que casi dos décadas después de aparecer en Notting Hill con las axilas sin afeitar, no tiene temor a rebelarse nuevamente.
Debes usar corbatas
Esta regla se extiende incluso a los fotógrafos detrás de la cuerda de terciopelo que usan trajes costosos para tan solo aparecer en el fondo de las fotos de Tilda Swinton.
A menudo estas reglas son difíciles de cumplir, especialmente en el sofocante calor de Cannes. Parece una buena idea aparecer en pantalones casuales para una proyección diurna, pero los mandos de Cannes declaran que la noche comienza a las 4pm, lo que significa que cualquiera usando ropa casual al final de la tarde, será rechazado de las salas de proyección hasta cambiarse.
No Netflix
La principal fuente de conversación en el festival del año pasado fue el auge de Netflix, que luchó por la Palma de Oro con dos de sus películas originales: Okja de Bong Joon-ho y The Meyerowitz Stories de Noah Baumbach. Si bien ambas películas terminaron recibiendo la aclamación de la crítica, los propietarios y sindicatos de cine francés criticaron el movimiento, alejando que si Netflix no presentaba sus películas en cines, no debía ser parte del festival.
A pesar de la controversia, los altos mandos de Cannes declararon que no eliminarían ambas películas de la alineación de la competencia, pero aclararon que Netflix debía lanzar sus películas en formato cinematográfico antes de ser aceptados en futuras competiciones de la Palma de Oro. Sin embargo, se les permitiría mostrar sus cintas fuera de competencia.
En protesta por la decisión, Ted Sarandos, jefe de contenidos de Netflix, explicó que sacarían sus proyectos originales del festival, lo que significa que el nuevo trabajo de directores como Alfonso Cuarón, Paul Greengrass y Jeremy Saulnier no serán proyectados.
“Queremos que nuestras películas estén en un lugar justo con todos los otros cineastas” dijo Sarandos a Variety. “Hay un riesgo en que se intervenga de esta manera sobre nuestras películas y la forma en que cineastas reciben un trato irrespetuoso en el festival. Ellos han puesto las reglas, y no creo que sea bueno para nosotros estar allí”.
También añadió, en lo que puede ser la opinión más incómoda y veraz sobre las últimas controversias de Cannes, que Netflix representa “el futuro del cine” mientras que Cannes “elige estar atrapado en la historia del cine”.
Sistema de castas
Pocos se salvan cuando se trata de la implacable determinación de Cannes para hacer que sus invitados se sientan lo menos dignos posible, incluida la prensa que observa las películas que se proyectan.
Cannes opera un llamado “sistema de castas” para los medios que se divide en cuatro colores distintivos: insignias amarillas para los críticos cinematográficos menos importantes; azules para escritores de blog con seguidores en Twitter; rosas para críticos de alto perfil que “no son dignos de prestigio”; y blancos, para las celebridades críticas de cine más deseables, cuyos puntos de vista son sinónimo del espíritu de Cannes.
A estos últimos se les otorgan las principales ventajas de los medios: la capacidad de abrirse paso rápidamente en las filas, organizar fácilmente las entrevistas y obtener los mejores asientos en las salas de proyección. El proceso de toma de decisiones detrás de cada asignación de color se mantiene bajo estricto control y clave, pero se cree que quienes trabajan más en medios impresos reciben un trato preferencial.
Trad. EnFilme
Fuente: The Telegraph