Alfonso Cuarón estaba entusiasmado con el éxito internacional de Y tu mamá también (2001) cuando se unió para dirigir a Harry Potter and the Prisoner of Azkaban (2004). La decisión no solo le dio al cineasta su primera gran producción de Hollywood, sino que también le dio el impulso a su carrera dentro de la industria y lo preparó para un proyecto de alto presupuesto como Children of Men (2006). Durante su viaje a Telluride este año para presentar su nuevo filme, Roma (2018), Cuarón recordó cómo originalmente no iba a tomar la oferta para dirigir Harry Potter y que fue su amigo, colega y compatriota, Guillermo del Toro, quien lo convenció de pensar lo contrario.

Hablé con Guillermo, como siempre lo hago, y me dice: “¿Qué está pasando? ¿Algún proyecto en curso?”. Le respondí: “Voy por Harry Potter, ¿puedes creerlo?”. E incluso me burlé de eso. No había leído los libros ni visto las películas. Y luego se molestó un poco conmigo. Me llamó ‘flaco’.

Luego, del Toro se lanzó a una diatriba llena de explicaciones para convencer a Cuarón de no subestimar el proyecto solo porque era una serie de películas y libros enormemente popular.

Él me dijo: “Flaco, eres un maldito bastardo arrogante. Ahora vas a la jodida librería y compras los libros, los leerás y me llamarás de inmediato”. Cuando él te habla así, bueno, tienes que ir a la librería y seguir sus indicaciones.

Cuarón inmediatamente comenzó a leer los libros de J.K. Rowling después de su conversación con del Toro. El director dijo que estaba a la mitad de El prisionero de Azkaban cuando se dio cuenta de que esta era una oportunidad seria que no podía dejar pasar.

Llamé a del Toro y le dije: “Bueno, el material es realmente genial”. “¿Ya ves jodido?”, me respondió. Como cineasta, fue casi como una lección de humildad.

Cuarón fue aclamado por su filme de Harry Potter que a menudo es considerado por los críticos como la mejor entrega en la franquicia cinematográfica.

Trad. EnFilme

Fuentes: IndieWire, Vanity Fair