La mayoría de los largometrajes realizados por Hollywood durante la época dorada del cine mudo (1912-1929) se ha perdido para siempre, ha dado a conocer un nuevo estudio realizado por la Biblioteca del Congreso (The Library of Congress) de Estados Unidos. De acuerdo a la investigación –realizada por la National Film Preservation Board y por el historiador David Pierce– de los 11,000 filmes realizados en Hollywood entre 1912 y 1930 sólo existen 1,575 (el 14 %) en su formato original, 35 mm. Otros 562 (5 %) están incompletos, y 1,174 (11 %) sólo existen en versiones extranjeras o en formatos de baja calidad. Esto significa que el 70 % se ha perdido por completo.
Al respecto, uno de los miembros de la Biblioteca del Congreso, James Billington, manifestó:
La Biblioteca del Congreso puede reportar, con toda la autoridad, que la pérdida de largometrajes mudos constituye una alarmante y definitiva pérdida del registro cultural de nuestra nación. Hemos perdido la mayor parte del registro creativo de la época que logró consolidar a las películas estadounidenses hasta el pináculo cinematográfico mundial en el siglo XX.
En la mayoría de los casos, el fracaso de los primeros estudios de Hollywood por mantener los archivos ha sido descrito como una alarmante pérdida del registro visual, cultural y artístico de Estados Unidos. Muchas de las copias de los filmes perdidos fueron víctimas de incendios o del deterioro al no recibir el cuidado necesario. Otras fueron olvidadas o destruidas, de acuerdo a las prácticas habituales de la época. De los grandes estudios, sólo MGM mantiene un archivo sólido de filmes silentes. Mientras que Paramount, una de las más descuidadas, comenzó a preservar las copias a partir de 1980, perdiendo así casi dos terceras partes de su enorme acervo de cine mudo.
El realizador Martin Scorsese, que también ha sido promotor de la conservación de materiales fílmicos, indicó en un comunicado:
Este informe tiene un valor incalculable; el arte del cine mudo es esencial para nuestra cultura. Cada vez que, por algún milagro, aparece un cuadro en silencio, nos recuerda los tesoros que ya hemos perdido. Pero, también nos da la esperanza de que otros puedan ser encontrados, descubiertos.
Los títulos más notables –que ahora se consideran perdidos para siempre– incluyen London After Midnight (1927) dirigida por Tod Browning con la actuación de Lon Chaney; The Patriot (1928) de Ernst Lubitsch; Cleopatra (1917), con Theda Bara como la reina de Egipto; y The Great Gatsby (1926), estrenada un año después de la publicación de la novela de F. Scott Fitzgerald.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuentes: The Guardian, The Hollywood Reporter