El día de ayer, a los 76 años de edad, falleció el cineasta estadounidense, Wes Craven, director de varios filmes de terror como The Last House on the Left (1972), The Hills Have Eyes (1977), A Nightmare on Elm Street (1984) y Scream (1996). Para recordarlo, hemos recuperado la lista con sus 10 películas de terror favoritas, que fue publicada originalmente el 30 de octubre de 2014 en The Daily Beast.
Al respecto, Wes Craven escribió en aquel momento:
Elegí obras que estaban en la época en la que por primera vez realmente empecé a ver películas y me enamoré del cine. Yo no vi películas cuando era niño porque mi familia formaba parte de una iglesia que consideraba que las películas no eran algo bueno para el hombre, ellos creían que eran obra del diablo. Así que no vi muchas películas hasta que salí de la universidad. Había una casa de arte en la ciudad camino al norte del estado de Nueva York donde yo enseñaba y daba clases, y cada vez que proyectaban alguna película, asistía a verla.
A continuación la lista con la opinión de Craven sobre cada filme:
Don’t Look Now (Nicolas Roeg, 1973)
Esta fue una de las películas que me cautivó y asustó al mismo tiempo. Hay varias escenas en las que los padres vislumbran a su desaparecida hija al final de un callejón en Venecia. La sensación de que la niña es, o bien un fantasma o la representación de la tortura, fue un ejemplo maravilloso de la capacidad de asustar a alguien sin la necesidad de mostrar sangre.
Blow-Up (Michelangelo Antonioni, 1966)
Es una película muy misteriosa en la que no hay mucha violencia en absoluto. Es una película construida de manera magistral, magníficamente fotografiada, y casi surrealista sobre la inminente amenaza y la fatalidad. Es una obra que realmente me inspiró a tomar la libertad (incluso así lo hice en Nightmare on Elm Street) de entrar en estas visiones macabras de una manera que la propia naturaleza del filme lo permitía.
Psycho (Alfred Hitchcock, 1960)
La escena que más me asusta es aquella donde, en las escaleras, Martin Balsam, interpretando al detective, se acerca y hay una toma inclinada donde alcanza a verse lo que parece ser la madre con el cuchillo levantado sobre su cabeza, avanza hacia él y lo apuñala en el pecho, y él no es capaz de moverse. Hitchcock hizo una cosa muy surrealista al momento de colocar a su actor en un elevador para que pudiera estar volando hacia atrás en el aire en la cámara lenta de una manera muy surrealista, onírico. Era completamente aterrador.
The Virgin Spring (Ingmar Bergman, 1960)
La trama básica de The Virgin Spring, que se inspira en un antiguo cuento medieval, se convirtió en el marco de The Last House on the Left. Dos chicas se van en peregrinación y mientras están en el bosque se encuentran con un grupo de pastores que, salvajemente, violan y asesinan a las mujeres. Eso fue lo suficientemente horrible, pero lo que realmente fue aterrador para mí fue cuando estos pastores se han perdido en una tormenta y se refugian en una casa sin saber que se trata del hogar de una de las chicas que asesinaron. Los padres de las jóvenes descubren quiénes son estas personas y se preparan para ejecutar la venganza. El filme me hizo pensar mucho sobre el tema de la venganza justificada, pero al final la venganza puede ser en sí mismo un asesinato de la inocencia de las víctimas, y el difícil trayecto de las personas normales que pasan de ser víctimas a ser asesinos.
Repulsion (Roman Polanski, 1965)
Una mujer se queda sola en su apartamento y, poco a poco, su salud mental se erosiona de manera que el apartamento se convierte en el símbolo literal de su psique. Hay un momento maravilloso donde ella, encerrada en su apartamento, ve cómo una de las paredes se agrieta, como si el edificio estuviera a punto de colapsar. Años más tarde, cuando hice Wes Craven’s New Nightmare, empecé la película con un terremoto en Los Ángeles; algo está ocurriendo es una de las paredes de la casa principal. Más tarde, en un evento, presenté Repulsion como una de mis películas preferidas; cuando vi las grietas en la pared me di cuenta de dónde me había inspirado. Lo tomé de ahí y lo puse en mi película sin recordar que ya lo había visto.
Beauty and the Beast (Jean Cocteau, 1946)
El filme es la idea sobre la casi-locura y el tejido de la realidad que se crea a partir de objetos cercanos al surrealismo. Creo que he estado muy afectado por el surrealismo, en general, como una especie de forma fuera de la ley de mirar el mundo como algo cercano a la locura, especialmente en esta escena en la que un personaje va por un pasillo y los candelabros son las manos que acechan al personaje. Eso fue terriblemente aterrador para mi.
War of the Worlds (Byron Haskin, 1953)
Me colé en un teatro con mi hermano mayor para ver este filme. Hay una invasión de alienígenas y aterrizan en estos grandes platillos, y la cosa que da miedo de estos platillos es la manera en que colocan estas largas estructuras con una especie de cabeza de serpiente, y que parece que están mirando alrededor de la sala para sentir la presencia de los seres humanos.. Sólo recuerdo haber estado totalmente aterrorizado por eso.
Frankenstein (James Whale, 1931)
Creo que lo más aterrador para mí fue una escena en la que el monstruo ha escapado de sus verdugos y está en una especie de entorno bucólico, hay un pequeño lago y se encuentra con una niña. En su inocencia, ella no se da la vuelta, no grita ni corre, pero al siguiente momento, ella está muerta. Me queda muy claro que él la mato, y así es como una película puede mostrarte algo que tú pensabas que no se atrevería a mostrar. Obviamente, para los estándares de hoy en día, eso es bastante atenuado, pero en el momento en que lo vi, fue tan impactante mostrar a la niña muerta y cómo el monstruo la había asesinado.
Nosferatu (F.w. Murnau, 1922)
Esta película me inspiró para elegir a Michael Berryman en The Hills Have Eyes. Él había nacido con una serie de defectos de nacimiento que deformaron su cráneo. Nosferatu, al igual que si personaje, era tan absolutamente aterrador; la mirada de él no parecía ser la de un actor humano, sino la de un verdadero monstruo, un vampiro.
The Bad Seed (Mervyn LeRoy, 1956)
Es el brillo de la niña mala, creo que ella es tan revolucionaria y anti-americana, donde la linda niña nunca podría ser mala. Creo que después, en The Omen, por ejemplo, se estructuró algo similar pero con un niño malvado, pero en The Bad Seed era muy impactante ver a esta niña que muy convincente, y vilmente, comenzó a matar gente.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: The Daily Beast