El sitio web de The Guardian realizó una lista con las mejores películas en la escena musical a lo largo de las décadas, desde Bob Dylan a Blur, Anvil y a Amy Winehouse.

20. Big Fun in the Big Town (1986)

El encantador presentador de televisión belga Marcel Vanthilt trata de entender la escena del rap en Nueva York. Los entrevistados incluyen LL Cool J y Schoolly D, pero esta presentación está tan alerta a los matices sociales como a los musicales.

19. Starshaped (1993)

Este filme pone a Blur al borde de la explosión del Britpop, mostrando a los miembros de la banda entusiasmados pero confundidos y, a menudo, sumamente desgastados. Los aspectos más destacados incluyen a Damon Albarn cayéndose de un altavoz y John Peel expresando una divertida indiferencia hacia su música.

18. Oil City Confidential (2009)

El Dr. Feelgood, combo de pub y rock de Canvey Island, recibe el tratamiento cinematográfico del director Julien Temple de

Con un tratamiento similar a The Great Rock'n'Roll Swindle, Julien Temple muestra el psycho y el éxtasis que provocan cuatro hombres en trajes baratos llamados Dr. Feelgood.

17. Amy (2015)

La película ganadora del Oscar de Asif Kapadia sobre Amy Winehouse combina con destreza todo, desde películas hogareñas rebosantes de esperanza hasta las apariciones en sus últimos conciertos, cuando su carrera realmente estaba lista para despegar.

16. 20 Feet from Stardom (2013)

Las voces no reconocidas detrás de los famosos finalmente obtienen su merecido en esta historia de coristas, que incluyen a Darlene Love y a Judith Hill.

15. Buena Vista Social Club (1999)

Wim Wenders siempre se ha sentido atraído por inadaptados, desde el personaje de Ripley, de Patricia Highsmith en The American Friend, hasta Harry Dean Stanton, como el eterno errante en París, Texas. Brindó su perspectiva por la experiencia ajena en esta película sobre el conjunto cubano que hace su primer viaje a América.

14. I Am Trying to Break Your Heart: A Film About Wilco (2002)

Wilco estuvo a la altura tan pronto el fotógrafo Sam Jones comenzó a filmarlos: se deshicieron de dos de sus miembros y se fueron de su disquera. Fuera del caos, surgió un gran álbum (Yankee Hotel Foxtrot) y una película reveladora.

13. The Road to God Knows Where (1990)

Los recientes documentales de Nick Cave One More Time with Feeling y 20,000 Days on Earth muestran a un artista maduro y reflexivo. Para obtener una mueca y una suciedad desmesurada, está la película en blanco y negro de Uli M Schueppel sobre la gira estadounidense de los Bad Seeds en 1989, cargada de aburrimiento y frustraciones de la vida en el camino.

12. Dave Chappelle’s Block Party (2006)

Michel Gondry documenta los puntos de vista de la escena Bed-Stuy de 2004 lanzada por Chappelle, quien viajaba en autobuses desde el pueblo de Dayton, Ohio. Los artistas incluyen a Kanye West y Lauryn Hill; el comentario político es de baja frecuencia pero consistente, con Fred Hampton Jr, hijo de un Black Panther asesinado y presidente del Comité de Presos de Conciencia, diciéndole a la multitud: "Manos arriba, con los ojos abiertos, los puños apretados".

11. The Devil and Daniel Johnston (2005)

La creatividad salvaje del músico folk Daniel Johnston resulta ser inseparable de sus problemas mientras lucha con el trastorno bipolar. Él canta. Él predica. Ataca a su gerente con un tubo de plomo. A pesar de todo, el director Jeff Feuerzeig mantiene un ojo comprensivo.

10. Rude Boy (1980)

Parte documental, parte realidad montada (una técnica que el codirector de la película, Jack Hazan, había realizado en su filme sobre David Hockney, A Bigger Splash), esto inserta un personaje ficticio en el mundo real de The Clash en la gira. Un retrato abrasador y a menudo feo de una banda a flor de piel y un país en declive.

9. Gimme Shelter (1970)

No faltan los documentales de Rolling Stones, desde One Plus One (Sympathy For the Devil) de Jean-Luc Godard, pasando por el poco visto Cocksucker Blues de Robert Frank, hasta el más reciente Shine a Light, de Martin Scorsese. Pero el absoluto exilio del grupo en Main Street, es el relato de la banda de los hermanos Maysles antes, durante y después del horror de Altamont.

8. Lawrence of Belgravia (2011)

El cineasta lírico Paul Kelly encuentra a Lawrence, el cantante principal de Felt, los glamurosos Denim y los pioneros de casio-pop Go-Kart Mozart, algo sumamente complejo. Se enfrenta al desalojo de su apartamento mientras graba un nuevo álbum. Sin embargo, en su negativa a venderse, Lawrence es un símbolo duradero de la pureza artística. Al explicar su resistencia, dice: "Nadie más ha llegado hasta aquí y ha fallado".

7. Anvil! The Story of Anvil (2008)

Junto a Some Kind of Monster and DiG!, esta es otra porción de cinema verité tristemente franca de mediados de los noventa, la diferencia clave es que el grupo en cuestión, un equipo de metal canadiense, se acercó a la fama sin llegar a tocarla nunca. Una gira de reunión proporciona un equivalente casi similar a Spinal Tap.

6. The Decline of Western Civilization Part I (1981)

Penelope Spheeris dirigió la primera película sobre la respuesta estadounidense al punk, con entrevistas y actuaciones de Circle Jerks, X, Black Flag y Germs, la amenaza de la última atemperada por el regordete líder Darby Crash, conocido por cubrirse con mantequilla de maní y sumergirse en vidrios rotos para disimular el hecho de que su banda no sabía tocar. El control de calidad se mantuvo alto para los filmes siguientes de Spheeris, Part II (sobre el metal) y III (punks sin hogar).

5. DOA: A Rite of Passage (1980)

Este diario cinematográfico de la fatídica gira estadounidense de los Sex Pistols de 1978 zigzaguea entre el vodevil de los Estados Unidos y entrevistas desde casa con figuras establecidas cerrando los oídos a los gritos del punk ("No voy a escuchar lo que dicen hasta que aprendan a enunciar claramente y hablar correctamente en el inglés de la reina"). Un punto culminante muy convincente es el video de Sid Vicious y Nancy Spungen colgando en la cama como el anti-John-y-Yoko.

4. DiG! (2004)

Dos bandas por el precio de una: los The Dandy Warhols llevan el tren rápido a la fama y la adulación mientras sus hermanos en psicodelia, The Brian Jonestown Massacre, languidecen en semioscuridad, su integridad intacta, su cordura tal vez menor. Ondi Timoner redujo las asombrosas 1.500 horas de metraje para crear este estudio de la suerte y el autosabotaje en el rock.

3. Metallica: Some Kind of Monster (2004)

Los gigantes de Metallica se desmoronan silenciosamente en este largo pero fascinante documental que los encuentra plagados de indecisión e incertidumbre mientras lidian con su éxito incomparable. Con un miembro de la banda ausente y otro entrando en rehabilitación, los integrantes de la banda se someten a una labor de mejora para adentrarse al proceso creativo.

2. Bob Dylan: Don’t Look Back (1967)

Las huellas digitales de DA Pennebaker están en todo el cine de música (Monterey Pop, Ziggy Stardust amd the Spiders from Mars). Pero su obra maestra sigue a un inquieto y buscado Bob Dylan mientras recorre Gran Bretaña en 1965, confrontando periodistas, manteniendo la corte entre algunos pares (Joan Baez, Alan Price), burlándose de los demás y, con la secuencia de tarjetas de Subterranean Homesick Blues, ayudando a inventar la promoción pop.

1. In Bed with Madonna ( Madonna: Truth or Dare) (1991)

Parte de la alquimia de un gran documental musical es captar el tema en el momento justo, y Alek Keshishian no pudo haber entrenado sus cámaras con Madonna en un momento mejor. En medio de la inventiva e influyente gira de Blonde Ambition, el cineasta se encuentra con una genio dueña de sí que es un imán para la controversia, así como para otras estrellas: Warren Beatty anuncia que Madonna "no quiere vivir fuera de la cámara", Antonio Banderas se resiste a sus avances, Kevin Costner es insultado. Pero esta película emocionante, dividida entre blanco y negro para fuera de escena y color para los escenarios, le da la mayor parte del tiempo de pantalla a los bailarines excitantes y nerviosos que componen la extensa familia de la cantante.

Trad. EnFilme

Fuente:  The Guardian