El danés Peter Hjorth tiene una sólida trayectoria como supervisor de efectos visuales en su país. Ha trabajado bajo la dirección de cineastas como Lone Scherfig (Wilbur Wants to Kill Himself, 2002), Thomas Vinterberg (It’s All About Love, 2003), Susanne Bier (Brødre, 2004), Anders Thomas Jensen (Adam's Apples, 2005), y es un habitual colaborador de Lars von Trier, con quien ha participado en Dogville (2003), Manderlay (2005), The Boss of It All (2006), Antichrist (2009), Melancholia (2011) y Nymphomaniac (2013).
Manderlay –segunda parte de la trilogía USA: Land of Opportunities– es protagonizada por Bryce Dallas Howard, que interpreta a Grace, una mujer blanca que viaja al sur de los de los Estados Unidos y llega a Alabama donde se establece en una plantación de algodón llamada Manderlay. Ahí, buscará liberar a los esclavos con la intención de formar una comunidad regida por la igualdad y la democracia.
Peter Hjorth comparte anécdotas específicas sobre la realización de algunos efectos visuales que ayudaron a consolidar el filme. Habla sobre la técnica de filmar con múltiples cámaras; idea que surgió después de haber utilizado 100 cámaras para filmar una escena con Björk en Dancer in the Dark (2000). Detalla cómo se construyó una estructura con 13 cámaras que pudiera elevarse para filmar el territorio de Manderlay desde arriba, así como los 12 movimientos que realiza cada una de las cámaras para generar 156 tomas que, en conjunto, son capaces de captar un espacio de 100 metros de ancho. También aborda los trucos que hay en la escena inicial, donde, de un plano general del mapa de E.U.A. se llega a un plano general de los mafiosos saliendo de su automóvil. Por último, explica los múltiples efectos que hay en la secuencia de la tormenta de arena, y el trabajo con los animales: el movimiento de un burro y la pirotecnia empleada para simular un caballo en llamas.
LFG (@luisfer_crimi)