El verano es el momento ideal para que los blockbusters y las superproducciones tengan su estreno. Filmes como Captain America: Civil War y Finding Dory tuvieron una muy buena aceptación por parte del público, pero el verdadero ganador de esta temporada es el género de terror.
El terror ha sido durante mucho tiempo un ámbito rentable para los estudios de Hollywood, y esa tendencia no muestra signos de debilidad en 2016; los recientes éxitos de New Line –Cuando las luces se apagan y El conjuro 2– son una indicación.
Cuando las luces se apagan recaudó $110 millones de dólares en todo el mundo a pesar de tener un presupuesto estimado de alrededor de $ 4.9 millones. El conjuro 2 obtuvo $319 millones de dólares con un presupuesto de $40 millones. En este verano también se exhibió La Purga: Año de la elección, tercera película de la saga que ha conseguido hasta el momento $102.4 millones en la taquilla mundial cuando su presupuesto fue de $10 millones. Incluso Miedo profundo recaudó $84 millones, aunque su costo fue de $17 millones.
Obviamente, hemos visto enormes éxitos de taquilla este verano como Civil War ($1.2 mil millones con un presupuesto de $250 millones) y Finding Dory ($900 millones después de un desembolso de producción de $ 200 millones). Pero este verano ha sido en general decepcionante, teniendo su punto más bajo con Ben-Hur que sólo obtuvo $11 millones en su primer fin de semana frente a un presupuesto de $ 100 millones.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: The Wrap