Basado en la novela best-seller de Kevin Kwan, la adaptación de la gran pantalla de Crazy Rich Asians sorprendió las taquillas este verano, ocupando el puesto número uno en Estados Unidos durante tres fines de semana seguidos y (hasta ahora) recaudando más de 150 millones de dólares en taquilla. Esto es motivo de celebración: sigue siendo la primera película popular que presenta un elenco principalmente asiático desde The Joy Luck Club 25 años antes.
Con ligereza y a vez desgarradoramente seria -la necesidad de aceptación es un tema constante en todas partes- la película es un reloj suave y encantador que, con el alivio cómico de los coprotagonistas Awkwafina y Ken Jeong, es intensamente agradable. También hay giros: Rachel Chu (Constance Wu), la novia nacida en Estados Unidos del loco y rico novio Nick Young (Henry Golding), sigue buscando la aprobación de la madre de Nick, Eleanor (Michelle Yeoh) y su adorable abuela (Lisa Lu). Que su objetivo no sea tan fácil como podríamos esperar es algo necesario en la trama, pero entonces, la película nunca nos da la aprobación que ella (y nosotros como audiencia) deseamos. Aun así, la trama tiene algunas cartas en la manga.
Si vas a rodar una película sobre los locamente ricos, tu diseño de producción debe ser de primera clase, y el director Jon M. Chu se asegura de que su configuración sea lo más extravagante posible. Ninguna despedida de soltero es demasiado grande -el de la película lleva un helicóptero para llegar- y no hay ninguna recepción nupcial o fiesta de compromiso, completa sin un aluvión de fuegos artificiales de 360 grados, demasiado increíble.
Sin embargo, a lo largo del brillo y el glamour, Chu trabaja horas extras para mantener enfocados los ritmos principales de la historia. Una secuencia transversal en la que Nick habla con su buen amigo acerca de proponer potencialmente a Rachel tiene implicaciones terriblemente reales de la vida doméstica cuando Rachel, que asiste a una despedida de soltera, recibe amenazas horribles para disuadirla de continuar saliendo con Nick. Y un encuentro entre Rachel y Eleanor en una escalera es también un excelente ejemplo de cómo cambiar el tono de una escena en un momento; lo que comienza como una toma sincera se convierte rápidamente en algo más siniestro, y Chu permite que cada momento suceda en pantalla.
Chu, un veterano cineasta cuyos filmes también incluyen Step Up 2 y Step Up 3, GI Joe: Retaliation, Jem and the Holograms, Now You See Me 2, y una serie de documentales del género pop, comenzó su carrera en la escuela de cine en la Universidad de las artes cinematográficas en California. A continuación presentamos algunos de sus primeros trabajos realizados en la escuela, así como una serie de anuncios específicos que el cineasta puso a disposición del público en su canal personal de Youtube.
Trad. EnFilme
Fuente: No Film School