Cada año, cientos de realizadores se dan cita en el Festival de Cannes, algunos de ellos para presentar sus películas, esperando resultar ganadores de la codiciada Palma de Oro. También hay quienes asisten a la cumbre fílmica con la única esperanza de vender su idea o producto terminado. Para ello se preparan durante meses, arman toda una campaña de publicidad que pueda asegurar el éxito del filme en caso de que alguna distribuidora decida adquirir los derechos y así la película pueda llegar a las salas de cine.
Este año, los derechos de la película mexicana Nosotros los nobles fueron vendidos para su distribución en mercados internacionales, igual que Peyote, filme del joven cineasta Omar Flores.
Sin embargo, existen unos cuantos que no sabemos si se toman muy en serio su proyecto, pues preparan la publicidad y demás material de apoyo casi a manera de burla. Aquí algunos de los mejores –o peores– ejemplos:
EBS (@edgarAllanys)
Fuente: The Guardian