Si estás filmando una escena con un elemento de combate, tienes un director de luchas. Si estás filmando un baile, tienes a un coreógrafo, pero si estás filmando una escena de sexo, lo que tienes es un sexógrafo. Tiene sentido para mí, dice Michael Arnold, al explicar su nuevo rol como la persona indicada de Hollywood para las escenas de sexo.

El veterano de Broadway (ha actuado en espectáculos tan diversos como Cats, 42nd Street, Guys and Dolls and Cabarets) y coreógrafo off-Broadway saltó a la fama en las últimas semanas cuándo Ryan Murphy, su director en el drama sobre VIH para televisión de HBO, The Normal Heart, habló de su papel, lo que provocó que algunos bromistas declararán un gran interés en la que sería la carrera de sus sueños “coreógrafo de sexo".

Como bailarín, estás acostumbrado a trabajar en una situación, que si bien no es sexual, si es muy expresiva. Estás pasando (a otros bailarines) sobre tu cabeza, en pendientes. Es la segunda naturaleza, lo que hace que físicamente te sientas cómodo de inmediato. Es lo que concluí.

Arnold consiguió su primera coreografía después de una reunión con un productor que buscaba ayuda para el rodaje de una escena de orgía homosexual:

En la entrevista, me preguntaron cómo visualizaba toda la acción y pensé: ‘ahora no es el momento de ser tímido. Después de dar un desglose vívido por cada toma (Creo que hay dos chicos en la postura del 69 en el sofá, y tal vez la cámara enfoca más a otro reclinado en una mes ... ") , y así que conseguí el trabajo.

El director de la película a coreografiar resultó ser Martin Scorsese y la película, El lobo de Wall Street (2014). Arnold terminó asistiendo en la escena del yate, en la oficina con las bastoneras, y la escena de la despedida de soltero a kilómetros de altura, en el viaje en avión a Las Vegas.

Preparaba a los actores durante la preproducción de la película, a través de sesiones de improvisación para averiguar cómo se sentían más cómodos, y después arreglaba la escena en consecuencia:"Algunas mujeres decían: Estoy feliz de ir al fondo, pero no voy a simular sexo', "Es un rompecabezas encontrar a las personas adecuadas para que hagan las cosas con las que se sientan cómodos ".

Scorsese compartía la opinión de que esas escenas hedonistas debían ser controladas y repetitivas.

Marty vio las escenas de sexo como algo parecido a una danza. Le decía a los actores: "No estamos haciendo una porno. Literalmente voy a darle forma [de ti]. Lo que los hacía sentirse más cómodos.

Para Arnold, la coreografía es algo serio y no hay espacio para el rubor:

He tenido actores que se me acercan y me preguntan: ‘¿será una escena vergonzosa?’ y les contestó "Yo no estoy avergonzado. ¿Lo está usted?.

 VSM (@SofiaSanmarin)

Fuente: The Guardian