Günter Grass falleció la mañana de este lunes 13 de abril a la edad de 87 años en un hospital de la ciudad alemana de Lübeck. La noticia fue dada a conocer por su editorial, Steidl. El escritor obtuvo el Premio Nobel de Literatura y el Premio Príncipe de Asturias, ambos en 1999.
Grass nació el 16 de octubre de 1927 en Gdansk, Polonia. En 1944 fue reclutado por la Fuerza Aérea de Alemania, y después de la Segunda Guerra Mundial estudió en la Academia de Arte de Düsseldorf.
Su obra más representativa, El tambor de hojalata (1959), narra la vida de Oskar Matzerath, un niño superdotado que decide dejar de crecer y sólo desea tocar incesantemente su tambor que lo acompaña desde que cumplió tres años. El relato, una dura crítica al nazismo y a la Segunda Guerra Mundial, fue adaptada al cine por Volker Schlöndorff en 1979; un año después, el filme obtuvo el Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera.
Grass fue considerado uno de los grandes representantes de la generación de alemanes que alcanzó la mayoría de edad durante la Segunda Guerra Mundial y cargaron con el peso de la culpa de sus padres por las atrocidades de los nazis. En agosto de 2006, cuando presentó su autobiografía, Beim Häuten der Zwiebel (Pelando la cebolla), confesó, que de joven, formó parte del Waffen-SS, unidad del partido nazi y cuerpo paramilitar de combate particularmente activo en la perpetración del Holocausto; Grass aclaró que su ingreso no fue voluntario.
Su breve novela, El gato y el ratón, fue adaptada al cine en Katz und Maus (1967), dirigido por Hans Jürgen Pohland. Y en 2005, otra de sus obras, The Call of the Toad fue llevada a la pantalla grande por el cineasta polaco Robert Glinski.
Después de enterarse de la muerte del escritor, el cineasta alemán, Volker Schlöndorff escribió las siguientes líneas:
¿Por qué esta noticia duele tanto? Millones sentirán lo mismo por esta pérdida, los "lectores silenciosos" que fueron fieles a él durante medio siglo. Personalmente, la razón para mí es, ante todo, el gran corazón que tenía. Su corazón hizo que, a menudo, tuviéramos intercambios sobre cosas que uno normalmente no habla, cosas que uno sólo le confiesa a un amigo. Su gran corazón hablaba en sus textos; eso lo saben sus hijos, nietos, mujeres y amigos; lo sabían en el amor y en la ira. Se le dio algo todopoderoso, incluso en sus propios ojos. Para el público tuvo otro pie. Allí fue principalmente "diferente". A diferencia de cómo se imaginaban a un escritor, a un alemán. Y es precisamente por eso que eclipsó a todos las demás. Era la voz que uno quería escuchar, ya sea en este país o en el extranjero. La voz de Alemania que tenía al mundo atento, poco después de la guerra que él tuvo, honorable o deshonrosa. Él sabía de lo que estaba hablando cuando escribió. Y, la mayor parte del tiempo, tenía un presentimiento sobre el eco que generarían sus palabras. La máquina de escribir era su tambor de hojalata; sabía cómo utilizarla para beneficiar a sus lectores y al país, porque, naturalmente, era un patriota.
-Volker Schlöndorff, 13 de abril de 2015.
Aquí puedes ver nuestra entrevista con Volker Schlöndorff
Günter Grass con David Bennent y Volker Schlöndorff durante el rodaje de El tambor de hojalata.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuentes: BBC, El País, Eye For Film