Video. Nuestra ENTREVISTA con Ciro Guerra (El abrazo de la serpiente)
El equipo creativo detrás de El abrazo de la serpiente, nominado al Oscar en 2015, se ha reunido para abordar los orígenes del narcotráfico colombiano. Su más reciente colaboración se titula Pájaros de verano (2018). Dirigido por Cristina Gallego y Ciro Guerra, el filme se centra en los orígenes del narcotráfico colombiano, a través de la historia épica de una familia indígena Wayuu que se involucra en el floreciente negocio de vender marihuana a la juventud estadounidense en la década de 1970. Cuando colisionan la codicia, la pasión y el honor, estalla una guerra fratricida que pondrá en peligro sus vidas, su cultura y sus tradiciones ancestrales.
Primeras reacciones de la crítica internacional:
Es una historia en expansión de drogas, dotes y tradiciones indígenas. De la manera más reductiva, es otra historia de la mafia. Pero al igual que en su película anterior, lo que cuenta es la especificidad, y aunque ciertas tendencias de género impiden que la narración se destrabe realmente, difícilmente pasa una escena sin que algo fundamentalmente familiar se interprete de manera única. […] Guerra y Gallego sabiamente no entran demasiado en el lado de producción o distribución del negocio de las drogas. Su atención es más sobre la familia. Mientras que el final llega al territorio de Scarface y las numerosas bodas, funerales y otras reuniones rituales que evocan la saga de The Godfather, el clásico de la mafia. […] El Abrazo de la Serpiente, en el cual se mostró la exploración amazónica desde la perspectiva indígena, fue una película casi perfecta y un acto difícil de seguir. Pero temas similares están en juego aquí. Si Guerra y Gallego quieren continuar con este punto de vista, todos deberíamos darles la bienvenida.
-Jordan Hoffman, The Guardian ★★★★
Una saga apasionante que remonta el nacimiento de la industria del narcotráfico que destripó a la sociedad colombiana, el seguimiento de El abrazo de la serpiente trae una nueva perspectiva, rechazando los tropos demasiado familiares de la película de gánsteres. Al explorar el efecto devastador de su negocio de exportación de marihuana en dos clanes de la comunidad indígena Wayuu, la película sirve como una alegoría de la tumultuosa historia reciente del país en su conjunto. Si bien la película es más formalmente convencional que la anterior, Pájaros de verano representa un paso adelante en la ambición en términos de escala y alcance.
-Wendy Ide, Screen Daily
Un pájaro raro, la epopeya del crimen colombiano de Cristina Gallego y Ciro Guerra es como una versión indígena de The Godfather, que revela la lenta y constante destrucción de una familia nativa muy unida que se ve atrapada en el narcotráfico internacional en la década de 1970. Tanto la crónica etnográfica como el thriller de arte, esta película magníficamente elaborada y pausada del equipo detrás de El abrazo de la serpiente debería ver su perfil potenciado por un estreno en Cannes, donde abrió la Quincena de Realizadores.
-Jordan Mintzer, The Hollywood Reporter
Hoy en día, con Narcos en Netflix y Loving Pablo en los cines, las historias sobre las drogas sudamericanas son una docena o diez, o quizás, 10 dólares por bolsa, pero nunca has visto algo como Pájaros de verano. Una historia real visualmente deslumbrante y, a menudo sorprendente, que muestra el crecimiento del narcotráfico colombiano antes de Escobar desde sus raíces inesperadas, en medio de un clan indígena muy por encima de sus cabezas. Al unir su visión artística en un valor antropológico, esta nueva visión de un género familiar, contado desde el punto de vista de los Wayuu del país, marca un ambicioso esfuerzo de Ciro Guerra y su esposa, la productora y codirectora, Cristina Gallego.
-Peter Debruge, Variety