Es común que alrededor de personajes polémicos surjan historias que ayudan a convertirlos en leyenda. Eso pasó con Orson Welles y quizá esta sea una de esas historias reales que son mejores que la ficción. Welles es conocido principalmente por su obra maestra Citizen Kane, película que algunos identifican, erróneamente, como su obra debut. Pues en su adolescencia, año 1934 para ser precisos, mientras asistía a la escuela Todd School for Boys en Illinois codirigó junto a su amigo William Vance, Hearts of Age, un cortometraje en el que aparece Welles caracterizado de anciano y que pueden ver abajo.
Tampoco se puede decir que Citizen Kane sea el primer encuentro profesional de Welles con el cine, fue tres años antes con Too Much Johnson. Se trata de aproximadamente 40 minutos de película que serviría como apoyo para la puesta en escena de la obra homónima escrita en 1894 y que el cineasta quería revivir para llevar a Broadway con su compañía de teatro Mercury Theater.
Con el material de Too Much Johnson, fantasearon generaciones de cinéfilos pues no se tuvo registro de el en 50 años. La historia cuenta que Welles nunca terminó de editarlo pues la obra tuvo un desastroso preview en Connecticut por lo que fue retirada. Ante el fracaso, el cineasta guardó el filme y se olvidó de él. Aunque más tarde logró recuperarlo. En 1978, Welles dijo en entrevista, que en los años sesenta en su villa de España recuperó el material: “No puedo recordar si lo tuve todo el tiempo y lo saque del fondo de una caja o si alguien me lo trajo, pero ahí estaba. Lo proyecté y me di cuenta que estaba en perfectas condiciones, sin un rasguño. Tenía muy buena calidad”. Lamentablemente, mientras se encontraba trabajando, un incendio destruyó su villa y la mayoría de las cosas que tenía, incluyendo Too Much Johnson, que al parecer se había perdido para siempre.
Pero la historia dio un giro, y es que el material reapareció y no en España, fue en la ciudad italiana de Pordenone en el almacén de una empresa de transporte donde se cree que la película había sido archivada en 1970. Encontrar películas viejas en este tipo de lugares es común, pero generalmente se tiran a la basura ya que la celulosa contiene un nitrato altamente flamable. Por suerte, en esa ciudad se encuentra Cinemazero, una institución cultural en la que se reúnen estudiantes y cinéfilos. El staff de la institución se dio cuenta de lo que tenía en las manos por lo que la cinta fue enviada a Rochester donde se está llevando a cabo el proceso de estabilización y para almacenarla en un lugar seguro.
El estreno de la película está programado para llevarse a cabo durante el festival “Le Giornate de Cinema Muto” de la ciudad de Pordenone que comienza el 5 de octubre, también se proyectará en Eastman House el día 16 de ese mes. Si se encuentra el financiamiento necesario la película será distribuida a través de Internet.
De está forma Too Much Johnson se une a la lista de películas que, como un fragmento de Metrópolis de Fritz Lang, aparecen en lugares inesperados y por suerte son rescatadas.
PGE (@EsPiia)
Fuente: The New York Times