Si quieres ayudar migrantes varados en nuestro país, aquí te decimos cómo
En el documental Split at the Root (Dividida en la raíz) de Linda Goldstein Knowlton, producido por Rosario Dawson, Maria Grasso y Regina Solórzano, presentado en el recientemente finalizado Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), se aborda el desgarrador tema de la separación de padres e hijos (desde bebés hasta adolescentes) en la frontera entre México y Estados Unidos, a partir de una de las políticas públicas más polémicas e inhumanas hechas ley durante el gobierno de Donald Trump: la política de “Tolerancia Cero”.
En el filme, que sigue el drama de varias mujeres centroamericanas que permanecieron en un centro de detención por tiempo indefinido hasta que el sistema norteamericano de, eh, justicia les arrebató a sus hijos, se muestra el fantástico trabajo ejecutado por la activista norteamericana, Julie Schwietert-Collazo, y su esposo, el cubano Francisco Collazo, residentes de Nueva York, para ayudar a las desamparadas madres migrantes a enfrentar la injusticia, recuperar a sus hijos y consolidar su residencia en Estados Unidos. Para conseguirlo, Julie organiza una muy bien tejida red de apoyo, principalmente compuesta por mujeres (apuntalada por algunos hombres) que se coordinan para conseguir dinero, diseñar estrategias, buscar abogados y, también, dar acompañamiento a todas estas mujeres, todas estas familias, no solo durante el proceso legal sino, de gran trascendencia, incluso una vez que han recibido una resolución favorable del gobierno estadounidense, para poder integrarse de la mejor manera a su nuevo hogar, un país ajeno, que desde el inicio les fue terriblemente hostil.
Julie Schwietert-Collazo y Francisco Collazo se han mudado a vivir a Ciudad de México y ahora, a partir de una nueva política federal reactivada por el gobierno estadounidense (con clara intención electoral de cara a los comicios de la próxima semana) para frenar el flujo de migrantes a su país (que se ha visto incrementado debido al elevado número de venezolanos que huyendo del autoritarismo salvaje del dictador Nicolás Maduro han emprendido un largo éxodo cruzando buena parte del continente americano y que han quedado varados en nuestro país) han puesto en marcha una nueva forma de auxiliar a los siempre maltratados migrantes.
Cientos de ellos (principalmente venezolanos) están viviendo de manera temporal en estaciones de autobús en diferentes partes de México. Sus necesidades, como podemos imaginar, son enormes y una de ellas es el de la comunicación a través de sus teléfonos celulares. Debido a su escacez de recursos y la imposibilidad que tienen para generar ingresos de manera legal, ni siquiera tienen la posibilidad de recargar el saldo de sus teléfonos, por lo que suelen quedar incomunicados, complicando aún más su de por sí precaria situación.
Para quienes ni celular tienen (el caso de algunos), lo mejor es preguntarles cómo es que se les puede ayudar de mejor manera.
Lo que podemos hacer para colaborar con el proyecto “Conectar familias” de Julie y Francisco, co-fundadores de Immigrant Families Together, es:
Comprarles saldo a través de Telcel enviando un mensaje a Julie para conseguir directamente el número de una de las familias estancadas en la central de autobuses a la que se pueda ayudar.
El número de WhatsApp de Julie es 001 917 536 3753
También ayudan muchísimo, queridos lectores, compartiendo esta información para que se multiplique la cooperación en favor de nuestros hermanos migrantes.
Immigrant Families Together es una organización sin fines de lucro dedicada a reunir y apoyar a las familias migrantes separadas en la frontera entre Estados Unidos y México.
Tráiler del filme Split at the Root:
Fuente: Hello DF