El cine negro es un género cinematográfico que tuvo su esplendor en los Estados Unidos durante las décadas de los 40 y los 50. Se trata de un cine que se caracteriza por la exaltación de una sociedad en decadencia, un ambiente pesimista y lleno de vicios en donde la idea de un final “feliz” debe ser suprimida por completo de las expectativas de la audiencia.
Ante todo, el cine negro —también llamado en ocasiones film noir— cuenta con una serie de personajes característicos o estereotipos propios de sus respectivas tramas, los cuales reciben el nombre de arquetipos. Dentro de ellos, se destaca el papel de los protagonistas masculinos, quienes, generalmente, son hombres venidos a menos, solitarios —tanto física como mentalmente— y débiles de carácter.
Por otra parte, el film noir vio nacer a un nuevo esquema de mujeres dentro del séptimo arte. Se trata de las femme fatales, personajes femeninos que están dispuestas a arriesgarlo todo para triunfar y salir adelante, aunque esto implique traicionar y engañar a quienes las rodean o, incluso, cometer algún crimen contra cualquiera que se interponga entre ellas y su objetivo.
Como bien lo señala Giulia Colaizzi, el cine negro es un campo “poblado de mujeres ambiciosas, deseantes, volcadas en cambiar su situación y en hacer acontecer cosas, mucho más interesadas en el poder (el económico, el sexual) que en la tranquilidad del hogar”. Sin embargo, su mismo deseo las convierte en un peligro para el hombre al que dicen querer y, en cierto modo, para ellas mismas, ya que terminan cayendo como víctimas de su propia ambición.
A continuación se presenta la lista de las 10 femmes fatales más peligrosas del cine negro, según IndieWire.
Phyllis Dietrichson (Barbara Stanwyck), Double Indemnity
Al hablar de las femme fatales más reconocidas del cine negro resulta indispensable detenerse en Phyliis Dietrichson (Stanwyck), la atractiva coprotagonista del filme Double Indemnity (1944) dirigido por Billy Wilder. Mostrándose seductora y vulnerable, esta mujer logra convencer a un vendedor de seguros (Fred MacMurray) de asesinar a su actual marido para poder cobrar su indemnización por accidentes.
Veda Pierce (Ann Blyth), Mildred Pierce
En Mildred Pierce, cinta dirigida por Michael Curtiz y protagonizada por Joan Crawford, se presenta otra faceta de la femme fatale que demuestra que ésta no necesariamente debe destruir a los hombres con los que se relaciona, sino que es capaz de arruinar la vida de su propia familia. Es así como Veda (Blyth) envuelve a su madre (Crawford) en una red de engaños que terminan frustrando los anhelos y deseos, conduciendo a un desenlace poco esperanzador para la familia.
Brigid O’Shaughnessy (Mary Astor), The Maltese Falcon
Esta cinta protagonizada por Humphrey Bogart y dirigida por John Huston en 1941 vinculó, directamente, a la femme fatale con el mundo del crimen. En este caso, Brigid (Astor) se hace pasar por una víctima de las circunstancias llegando a engañar a los espectadores a lo largo del filme. La ambivalencia moral de la mujer fatal es un elemento característico de esta obra.
Kitty March (Joan Bennett), Scarlet Street
Fritz Lang fue un director que dejó un gran legado al cine negro concibiendo dando vida a una de las femme fatales más reconocidas de la historia del séptimo arte: Kitty March (Bennett). En este filme, el personaje femenino envuelve y embauca a un pintor fracasado que tiene una infeliz vida marital, obteniendo provecho económico de él, situación que pronto se le saldrá de control y terminará arruinando más de una vida.
Gilda (Rita Hayworth), Gilda
En esta adaptación de la novela de E.A. Ellington dirigida por Charles Vidor, vio la luz una de las mujeres fatales más recordadas del film noir: Gilda (Hayworth), quien se muestra dispuesta a utilizar su sexualidad para salir adelante y obtener ciertos beneficios. Mediante la presencia de algunos números musicales, Gilda es capaz de conquistar a más de un espectador.
Elsa Bannister (Rita Hayworth), The Lady from Shanghai
Un año después de aparecer en Gilda, Rita Hayworth regresa como femme fatale en esta cinta de Orson Welles. En esta película, la mujer conduce al protagonista (Welles) a un triángulo amoroso que terminará afectando su vida para siempre.
Vera (Ann Savage), Detour
La manipulación y la seducción forman parte de la clara estrategia de la femme fatale encarnada por Ann Savage. Siendo firme, directa e impredecible, el personaje de Vera logra colocar al protagonista de la cinta (Tom Neal) al borde de la locura y de la desesperación, lo que la convierte en una de las mujeres más letales del cine negro.
Christina Bailey (Cloris Leachman) y Lily Carver (Gaby Rogers), Kiss Me Deadly
Alejándose de algunos de los cánones del cine negro clásico, Leachman y Rogers se convierten en dos femme fatales que añaden a su complejo perfil psicológico una peligrosa crisis de identidad, situación que padecerá el protagonista interpretado por Ralph Meeker.
Cora Smith (Lana Turner), The Postman Always Rings Twice
Sin duda alguna, esta femme fatale ocupa un lugar privilegiado dentro de la historia del género y del cine mismo. Cora Smith (Turner) se presenta como una infeliz esposa que ansía, a toda costa, librarse de su marido. Para esto, seducirá y conducirá al recién llegado Frank (John Garfield) a un juego de traiciones, engaños e intrigas que traerá consecuencias mortales para ambos personajes. Este personaje regresó a la pantalla grande de la mano de Jessica Lange en 1981.
Matty Walker (Kathleen Turner), “Body Heat”
La femme fatale es un arquetipo que logró trascender y superar el periodo del reinado del cine negro, llegando figurar en producciones más recientes que a menudo reciben el nombre de neo noir. Tal es el caso del personaje de Matty Walker interpretado por Kathleen Turner en la cinta Body Heat (1981), una mujer que consigue la ayuda de un astuto abogado (William Hurt) para deshacerse de su marido.
Alfonso Ortega Mantecón
Fuentes:
Colaizzi, Giulia, La pasión del significante. Teoría del género y cultura visual, Madrid, Biblioteca Nueva, 2007