"Lo que realmente quiero hacer es dirigir", es una frase que muchos actores emplean para manifestar su deseo de incursionar en una actividad que les resulta fascinante. Otros, con el paso de los años, aprenden consejos útiles de los cineastas y, cuando llega el momento apropiado, deciden ocupar las sillas de los directores para hacerse responsables de la realización de un nuevo filme y delegar tareas al resto de los miembros de la producción.
A continuación te presentamos la primera parte de esta serie sobre aquellos talentosos actores que se convirtieron en directores de cine:
Ernst Lubitsch (1892-1947)
Lubitsch se formó como actor de teatro bajo las enseñanzas de Max Reinhardt, y debutó en cine en 1912. Paso poco tiempo para que el actor alemán tomara la responsabilidad de sus propios proyectos; entre 1914 y 1916, Lubitsch ya había dirigido 12 filmes (la mayoría de ellos eran cortometrajes). En 1919 dirigió La princesa de las ostras, filme que puso de manifiesto lo que después se conocería como “el toque de Lubitsch”, un estilo basado en el uso sofisticado del humor y una puesta en escena que presenta de manera visual las intenciones de los personajes y el argumento central del filme. Con su llegada a Estados Unidos, en la década de 1920, Lubitsch ya no se interesó en actuar y concentró sus esfuerzos en dirigir. Su propia experiencia como actor de teatro y cine le permitió a sacar el mayor provecho posible de las estrellas con las que trabajó como Greta Garbo, Bela Lugosi y James Stewart.
Charles Chaplin (1889-1977)
Nacido en Londres, Charles Chaplin inició como comediante de teatro que, al momento que decidió trasladarse a Estados Unidos e inscribirse en Keystone Studios, se convirtió rápidamente en la atracción principal de Hollywood después de crear al personaje de The Tramp (el vagabundo). Nadie conocía este personaje tan bien como Chaplin, por lo que el actor persuadió a Mack Sennett, el jefe de Keystone Studios, para que le permitiera dirigirse a sí mismo. Chaplin estableció el estándar para la comedia en pantalla, género que, hasta ese momento, no había sido explorado del todo en cine, y luego amplió sus fronteras mediante la adición de elementos dramáticos en The Kid (1921). A principios de la década de 1920, Chaplin ya era copropietario de su propio estudio, United Artists.
John Cassavetes (1929-1989)
Debutó como actor en Fourteen Hours (1951), dirigido por Henry Hathaway. Después de participar en varias series de televisión durante la década de 1950 y protagonizar dos filmes, Affair in Havana (1957) y Edge of the City (1957), Cassavetes incursionó en la dirección cinematográfica con Shadows (1959), película que obtuvo el premio Pasinetti en el Festival de Venecia 1960 y tres nominaciones a los premios BAFTA de 1961. Entre sus filmes dirigidos destacan Faces (1968), A Woman Under the Influence (1974), Gloria (1980) y Love Streams (1984).
Clint Eastwood (1930-)
Eastwood asistió brevemente a Los Angeles City College, pero dejó la escuela para dedicarse a la actuación. Encontró trabajo interpretando a pequeños personajes en películas serie B como Revenge of the Creature (1955) y Tarantula (1955) hasta que consiguió su primer protagónico en la serie de televisión, Rawhide (1959-65). El éxito de la serie generó que el nombre del actor que interpretaba a Rowdy Yates se conociera en todo Estados Unidos. Pero Eastwood encontró mejores proyectos en Italia con los spaghetti westerns de Sergio Leone (Per un pugno di dollari, 1964; Per qualche dollaro in più, 1965; Il buono, il brutto, il cattivo, 1966). 1971 resultó ser uno de sus mejores años en el cine; dirigió su primer largometraje (Play Misty for Me), protagonizó The Beguiled y el clásico Dirty Harry que lo elevaron a la categoría de superestrella Eastwood e inventó el género de policía sueltas cañón que ha sido imitado hasta hoy.
Liv Ullmann (1938-)
El padre de Liv Ullmann era un ingeniero noruego que trabajaba en diversas regiones del mundo. De niña, Ullmann vivió en Tokio, Canadá, Nueva York y Oslo. A mediados de 1950, debutó en teatro, y en 1957 consiguió su primer papel en cine. Su talento y belleza llamaron la atención de muchos realizadores europeos; la actriz colaboró con el director sueco, Ingmar Bergman, en varios filmes, entre los que destacan: Persona (1966), La hora del lobo (1967), La vergüenza (1968), Pasión (1969), Gritos y susurros (1972) y Secretos de un matrimonio (1973). Aunque en 1982 colaboró como directora en el filme colectivo titulado Love, fue en 1992 cuando dirigió su primer largometraje: Sofie. Posteriormente realizó Kristin Lavransdatter (1995), Infiel (2000) y Miss Julie (2014).
Vincent Gallo (1961-)
En 1978, a los 17 años, Vincent Gallo se mudó a Nueva York y comenzó a tocar en Gray, un grupo de música experimental encabezado por el artista visual, Jean Michel Basquiat. De manera paralela, Gallo se dio a conocer en la ciudad debido a sus performances y happenings que ejecutaba de manera espontánea en espacios públicos de Nueva York. Ahí fue descubierto por Eric Mitchell, un cineasta de la escena underground, que lo invitó a protagonizar su filme The Way It Is (1985). El actor estadounidense ha trabajado con directores como Mira Nair (The Perez Family, 1995), Claire Denis (Nénette et Boni, 1996; Trouble Every Day, 2001), Abel Ferrara (The Funeral, 1996), Mika Kaurismäki (L.A. Without a Map, 1998), Francis Ford Coppola (Tetro, 2009), Jerzy Skolimowski (Essential Killing, 2010). Ha dirigido tres largometrajes: Buffalo ’66 (1998), The Brown Bunny (2003) y Promises Written in Water (2010).
Ralph Fiennes (1962-)
Después de participar en dos series televisivas a principios de los noventa, el actor británico protagonizó, al lado de Juliette Binoche, Wuthering Heights (1992), adaptación de la novela de Emily Brontë. Él ha trabajado bajo la dirección de Steven Spielberg (Schindler's List, 1993), Anthony Minghella (The English Patient, 1996), Neil Jordan (The End of Affair, 1999), David Cronenberg (Spider, 2002), Fernando Meirelles (The Constant Gardener, 2005), Stephen Daldry (The Reader, 2008), Sam Mendes (Skyfall, 2012) y Wes Anderson (The Grand Budapest Hotel, 2014), entre otros. En 2011 incursionó en la dirección con Coriolanus, una potente, elocuente e inventiva adaptación de la obra de Shakespeare, revelándose como un estudioso del dramaturgo inglés. Dos años más tarde, Fiennes volvió a ocupar la silla de director en The Invisible Woman (2013), basado en la novela de Claire Tomalin, sobre el amorío que, en el apogeo de su carrera, sostuvo Charles Dickens con una mujer más joven.
Julie Delpy (1969-)
La actriz francesa destinada a ser una de las estrellas del cine europeo debido al destacado trabajo que realizó cuando trabajó bajo la dirección de Leos Carax (Mauvais sang, 1986), Jean-Luc Godard (King Lear, 1987), Carlos Saura (La noche oscura, 1989) y Krzysztof Kieslowski (Trois couleurs: Blanc, 1994), se convirtió en uno de los iconos del cine independiente norteamericano gracias a sus colaboraciones con Richard Linklater en la trilogía conformada por Before Sunrise (1995), Before Sunset (2004) y Before Midnight, 2013). Delpy estudió cine en New York University y en 2002 debuto como directora con Looking for Jimmy. Los otros filmes que ha escrito y dirigido son 2 Days in Paris (2007), The Countess (2009), Le Skylab (2011), 2 Days in New York (2012) y actualmente se encuentra en la postproducción de su nueva película, Lolo (2015).
Ben Affleck (1972-)
Affleck quería ser actor desde su primera experiencia frente a una cámara cuando participó en un comercial de Burger King, mientras trabajaba en la miniserie The Voyage of the Mimi (1984). En 1993 trabajó con Ricard Linklater en Dazed and Confused, y posteriormente con Kevin Smith en Mallrats (1995) y Chasing Amy (1997). El creciente éxito del actor en el circuito independiente llamó la atención de los productores y estudios de Hollywood; Ben Affleck protagonizó Pearl Harbor (2001), Daredevil (2003), Paycheck (2003) y Man About Town (2006), entre otros. Ha dirigido tres largometrajes (Gone Baby Gone, 2007; The Town, 2010; Argo, 2012). Con este último obtuvo el Oscar a Mejor Película en 2013. Actualmente prepara Live by Night (2016), su nuevo filme que será protagonizado por Sienna Miller, Zoe Saldana y Elle Fanning.
Sarah Polley (1979-)
Desde niña, Sarah tenía la intención de ser actriz como su madre, Diane Polley. Su carrera como actriz infantil pasó a toda velocidad cuando fue elegida como la niña abandonada en Lantern Hill (1989), papel con el que ganó un Premio Gemini, el equivalente canadiense de los Emmy, en 1992. De inmediato, Polley fue requerida para protagonizar la serie de televisión, Road to Avonlea (1990-96). La serie colocó a Polley en la primera fila de las estrellas de la televisión canadiense y la hizo famosa en su país cuando tenía 14 años. La actriz ha trabajado con Terry Gilliam (The Adventures of Baron Munchausen, 1988), Atom Egoyan (The Sweet Hereafter, 1997), David Cronenberg (eXistenZ, 1999), Isabel Coixet (My Life Without Me, 2003; The Secret Life of Words, 2005) y Jaco Van Dormael (Mr. Nobody, 2009). Después de dirigir cuatro cortometrajes, la joven canadiense ha realizado tres largometrajes: Away from Her (2006), Take This Waltz (2011) y Stories We Tell (2012).
LFG (@luisfer_crimi)