El pasado 21 de septiembre el extinto músico, la leyenda, Lou Reed asistió a una sesión fotográfica para promocionar los audífonos Parrot Zik. La actriz y directora Farida Khelfa (Le scaphandre et le Papillon, 2007) tuvo la oportunidad de hablar con él.
En las imágenes podemos apreciar a un Reed bastante desmejorado, pero muy lúcido. “Haces lo que amas o eres arrestado [...] La música es mi vida”, dijo tranquilo y en cierto tono de broma, pero en varios momentos, sus frases adquieren una solemnidad que dotan de poesía a sus palabras.
Reed nos platica cómo empezó a tocar la guitarra a los 9 años, la cual fue compró con su propio dinero, que ganó trabajando en una granja y talando árboles, “mi padre no me dio una mierda”.
Su patente amor por el sonido, se hace explícito en varios momentos de la entrevista, por ejemplo cuando describe su antipatía por los cd’s porque destruyen los tonos bajos; pero también, hace mención de que la tecnología ha hecho otra clase de maravillas:
Remastericé cada uno de mis albums, para sacar ventaja de la tecnología, fue algo tan hermoso que lloré.
El artista describe su pasión como algo que va más allá de la música, el sonido mismo es en lo que él se encuentra inmerso, la música es una clase de orden que se le puede dar al sonido.
A la pregunta sobre cuál era el primer recuerdo auditivo que conservaba, respondió que lo primero que uno debería recordar es el del latido del corazón de su madre, desde que “eres un maní, creces escuchando ese ritmo…”
Pero también hay sonidos de la naturaleza ... el sonido del viento. El sonido del amor.
AS (@albertosandel)
Fuente: Rolling Stone