Aquí puedes revisar toda la lista de filmes (algunos con tráilers) que se proyectaran en Venecia
The Power of the Dog y The Card Counter en Venecia 2021
Spencer, Madres paralelas y Fue la mano de Dios en Venecia 2021
Sundown de Michel Franco en Venecia 2021
Con un título que guiña a Robert Bresson y un guion de altos vuelos que se quita el sombrero ante The Fugitive, este trabajo es, de hecho, un filme que se pertenece a sí mismo, un juguetón thriller de ‘gato persiguiendo al ratón’, mordazmente situado en una Rusia soviética donde todo mundo está sometido, incluso los soldados a cargo. Son finales de los años treinta en Leningrado y las purgas están a todo lo que dan. El capitán anhela su redención, un pase directo de último minuto al paraíso. Mientras tanto, corre como conejo en pleno infierno.
Yuri Borisov interpreta a Volkonogov, el hombre fuerte del servicio nacional de seguridad de cabeza rapada en fuga con un folder que contiene la lista de los muertos. Su plan es notificar a los miembros de las familias que siguen enviando calcetines, bufandas y cartas por correo hacia los gulags cada semana, creyendo que sus amados siguen con vida y un día serán liberados. La verdad es conmocionante, pero al menos les permite cerrar el ciclo. Vokonogov se figura que si puede convencer a una persona de que lo perdone, su propia alma será salvada.
La configuración del filme de Aleksey Chupoy y Natasha Merkulova es esquemática y funciona como maquinita; rehén de la fortuna que tendrá que ser honrada del todo posteriormente. Pero no importa. Señala la dirección del viaje y provee una ingeniería narrativa potente mientras el capitán deambula de un nombre al siguiente. Persiguiéndolo a través de la ciudad convertida en escombros va el Mayor Golovnya (Timofey Tribuntsev), quien sufre de un daño pulmonar y lucha para mantener el rumbo. El capitán sabe que el mayor lo matará si lo atrapa. El mayor sabe que el coronel lo matará si falla. La cadena de comando en Rusia es línea carnavalesca de asesinos, todos con su cuchillo puesto en la espalda de alguien más.
Captain Volkonogov Escaped es el contendiente de peso medio optimista en la parrilla en competencia de este año. Su línea de ataque es implacable, una lluvia contínua de martillazos que, de cualquier forma, nunca se sienten severos o muy pesados. De hecho, la forma en que Chupov y Mekulova manejan su material es siempre jueguetón, pues eligen encuadrar la Rusia de Stalin como una comedia seca, pesadillesca.
- Xan Brooks, The Guardian
Un verdugo del estado con crisis de consciencia que recuerda que tiene alma y busca redención… Hay pocas culturas además de Russia donde esta idea podría pasar como una presunción ficticia, pero la tradición de la angustia de Dostoyevski y el absurdo de Gogol proveen una columna vertebral verosímil para Captain Volkonogov Escaped, un drama turbulento y poderoso sobre la era estalinista.
Después de su reconocido Intimate Parts y The Man Who Suprised Everyone, los guionistas y directores Natasha Merkulova y Alexei Chupov ofrecen una obra envolvente, sorprendementeme alucinatoria sobre la historia soviética que es en parte un thriller político, y en otra, una búsqueda onírica de redención. El filme promete causar conmoción no sólo por su brío cinematográfico y empuje narrativo, sino por las preguntas que formula, además, acentuadas sobre el hecho de pensar cómo es concebible tener un enfoque metafísico que haga justicia a los complejos horrores de la historia soviética. La sólida intepretación central del hombre del momento Yuri Borisov -a quien puede verse también en dos filmes que compitieron en Cannes: Compartment No. 6 y Petro’s Flu – añade peso al potencial del filme para convertirse en un descubrimiento en el circuito del cine de arte.
Merkulova y Chupov escribieron el guion junto con su director de fotografía, Mart Taniel, y desde el principio toman pasos firmes para establecer un registro mixto en tonos, y también en su imaginativa presentación de los hombres de la KGB en sus uniformes, que sugieren un ensamblaje entre superhéroes, stormtroopers y malandros de la Naranja mecánica. Esta presentación visual apoya el estátus superficial de Vokogonov como héroe de acción que se ha vuelto bueno por rebeldía, que es sistemáticamente socavado hasta que alcanza sus etapas finales de abyección batido en el lodo. Su presencia visual es el foco del contraste en el filme entre el heroico monumentalismo iconográfico soviético -incluyendo las grandiosas oficinas del la agencia de investigaciones- y la mugre y miseria que se acumula detrás de todo. Una de las personas con las que se encuentra Vokonogov es un doctor que ha sido reducido a vivir entre cuerpos en la morgue, con la muerte reducida a ser un simple aspecto de la normalidad habitual en el universo.
- Jonathan Romney, ScreenDaily
America Latina, el crítpico título del tercer largometraje de los mellizos italianos, Damiano y Fabio D’Innocenzo, se refiere no a la región del mundo sino a un pequeño poblado al sur de Roma, fundado por la administración fascista de los años treinta, en un área pantanosa regenerada. La progresiva putrefacción del sitio se filtra en esta versión mediterránea del “sueño americano” cuidadosamente construido por el protagonista del filme, un dentista de edad mediana que aparentemente lleva una vida perfecta (esposa adorable, dos bellas hijas, una casa que es una joya de la arquitectura), está edificada sobre bases desmoronándose. Pero más allá de su refinado estilo y visuales tan estéticos, este es un trabajo con una postura autoconsciente con nada qué decir.
Tras Boys Cry, su debut del 2018, en el que dos amigos son arrojados al bajo mundo romano, y Bad Tales, su posterior filme, acerca de la alieniación suburgana, los hermanos grandilocuentemente nombrados como los D’Innocenzo Brothers siguen demostrando una técnica impresionante. El problema es que constantemente llama la atención hacia sí misma. Hay algo que te saca de onda al ver un crisis existencia a la mitad de la vida vista a través de una mirada inmadura.
El trabajo de cámara del cinefotógrafo, Paolo Carnera, es totalmente controlado, y su utilización de ángulos sesgados, colores intrépidos y luz es muy descriptiva; mientras que la edición de Walter Fasano le inyecta un ritmo nervioso, fuera de control al desentrañamiento de Massimo. El score de la banda italiana de neopsicodelia, Verdena, juega con sonidos abstractos inquietantes y discordantes en formas que por momentos recuerdan el trabajo de Mica Levi en Under the Skin de Jonathan Glazer. Aunque la tensión, curiosamente, esté ausente.
David Rooney, The Hollywood Reporter
Los hermanos italianos, Damiano y Fabio D’Innocenzo, hacen películas acerca de hombres en aislamiento, viviendo en las franjas de la sociedad. De alguna manera, su más reciente largometraje guarda mucho en común con su filme Bad Tales del 2020, que ganó el León De Plata para Mejor Guion; ambas historias en torno a la vida en los suburbios y el horror que puede surgir al apartarte de la sociedad. De cualquier modo, está difícil que America Latina se sienta como un filme de horror con una trama plagada de personajes poco definidos y confeccionado a partir de clichés. Añádanle un título que no tiene mucho sentido y obtienes un filme como para verse una sola vez en la vida.
America Latina son 90 breves minutos de evidente aburrimiento. Los giros son tan fáciles de descubrir pero los realizadores no se dan cuenta que la audiencia lo ha adivinado todo. Pese al valiente intento del protagonista por mantener el peso del filme, se vuelve tonto su propósito de llegar al corazón del misterio cuando ni siquiera existe.
- Kristen Lopez, Indiewire