Cuando se trata del horror, es de particular importancia la atmósfera, es decir, establecer un angustiante estado de ánimo con imágenes y música y sí, también mostrar al monstruo de vez en cuando, pero el gran horror se produce cuando se golpea con anticipación el temor antes de revelarlo en su totalidad. Para probar este punto y en honor a uno de los géneros más populares, One Perfect Shot propone una lista de los 10 mejores planos en el horror moderno, desde Psycho (1960) hasta Poltergeist (1982), pasando por The Exorcist (1973) y Suspiria (1977). En la recopilación de Jacob T. Swinney se observa cómo la mayoría de estos planos son prácticamente estáticos, permitiendo que la espantosa anticipación se construya dentro del espectador.
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Fuente: Film School Rejects