Los eventos y las personas que componen las historias son sólo la mitad del proceso; la otra mitad viene de cómo estos acontecimientos y los protagonistas se estructuran y ensamblan, cómo se colocan delante del espectador. Tradicionalmente, esto, conocido como estructura, es personificado por la regla de tres actos, un sistema probado y verdadero en el cual las historias se han acomodado prácticamente desde que surgió la ficción. Pero si bien el sistema puede ser uniforme, existen oportunidades de variación dentro de esta estructura, ajustes sutiles que hacen que algunas historias sean más efectivas que otras, y algunas películas aprovechan estas oportunidades más o, francamente, mejor que otras.

Muchas películas simplemente siguen la estructura de tres actos con una puesta en marcha, confrontación y resolución. Otros cuentan sus historias en múltiples líneas de tiempo o en orden inverso o con el final revelado en el principio. A veces las historias son lineales, a veces no, pero las mejores películas usan su estructura para contar mejor su historia.

The Mirror (onírico)

The Sweet Hereafter (no linear)

Before the Rain (narrativa circular)

Rashomon (repetición)

Irreversible (hacia atrás)

Citizen Kane (iniciando con el final)

Ajami (hipervínculos)

Godfather II (línea de tiempo múltiple)

High Noon (única corriente ininterrumpida)

Die Hard (tres actos)

En la moda habitual de CineFix, esto no es sólo una lista de 10 películas, es una encuesta de diez estilos de manipulación narrativa que subvierten la estructura de tres actos con un puñado de ejemplos fílmicos para cada uno, incluido el que actúa del pináculo en cada estilo.

 EF

Fuente: Film School Rejects