La Segunda Guerra Mundial divide Europa, el judío alemán Salomon (Marco Hofschneider), de 16 años, se separó de su familia después de huir con ellos a Polonia, y se encuentra asumiendo a regañadientes diversas identidades ideológicas para ocultar el secreto mortal de su judaísmo. Lo trasladan de un orfanato soviético, donde interpreta a un estalinista obediente, al frente ruso, donde se esconde a la vista como intérprete para el ejército alemán, y de regreso a su país de origen, donde asume su papel más peligroso: un miembro de la juventud hitleriana. Basado en las experiencias de la vida real de Salomon Perel, el tour de force Europa, Europa (1990), de Agnieszka Holland, es una historia de supervivencia sin aliento contada con el entusiasmo de una aventura cómica, una refutación irónica de la idea nazi de la pureza racial y un complejo retrato de un joven atrapado en calamidades históricas cambiantes y luchando por mantenerse con vida.
En el siguiente video compartido por Criterion Collection, la aclamada directora polaca explica cómo su innovadora película se inspiró en el deseo de contar una historia del Holocausto diferente y menos predecible. Además, Holland habla de adaptar la singular historia de supervivencia e identidad de Perel, y su determinación de lograr un cierto tipo de juego irónico en su narración. Claramente, este no es un tono generalmente asociado con los cuentos del Holocausto, pero Holland explica aquí que, inspirada en autores del siglo XVIII como Voltaire y Denis Diderot, esperaba usar este estilo para retratar al protagonista como “un juguete en manos de la historia”, como dice ella aquí.
Trad. EnFilme
Fuente: Criterion Collection