Durante décadas, fuera de las lecturas feministas, la novelista y ensayista franco-cubano-americana Anaïs Nin fue conocida principalmente gracias a sus amigos famosos—el novelista Henry Miller y el psicoanalista Otto Rank. Tenía relaciones con ambos e inspiró algunos de sus trabajos. Sin embargo, Nin siempre ha merecido por mérito propio un reconocimiento mayor; sus exploraciones surrealistas de la sexualidad y de abuso sexual, así como sus colecciones póstumas de arte erótico, rivalizan sin problema con el trabajo de Miller. Y para muchos lectores supera con creces al reconocido autor.
Ahora el rostro expresivo de Nin y las citas oraculares de su obra se han apoderado del mundo de Tumblr, de modo que se le ha llamado la "patrona de las redes sociales" y se la compara con Lena Dunham. Ya sea que se encuentren estos términos como halagadores o no, eso se reduce a cuestiones de gusto y, probablemente aún más, a cuestiones de edad. Pero aquellos que deseen una breve introducción a la espléndida Nin fuera del mundo de los memes, seguramente se interesarán en la película de 1952, Bells of Atlantis, filmada y editada por su entonces esposo Ian Hugo (Jazz of Lights, 1954), también conocido como el banquero High Guiler. Nin protagoniza el filme como la reina de la Atlántida.
Coilhouse ofrece esta descripción sucinta:
En una secuencia experimental en cascada, Nin lee en voz alta fragmentos de su novela House of Incest. Se vislumbra su forma desnuda balanceándose en una hamaca; vemos su sombra ondulante sobre la tela transparente ondeando al viento. Pero, en su mayor parte, las imágenes, capturadas por Ian Hugo, el marido de Nin, siguen siendo muy abstractas.
Sin embargo, no son sólo los raros y nebulosos destellos de Nin y los fragmentos de su lectura los que deben llamar nuestra atención, sino también la música electrónica e hipnótica compuesta por Louis y Bebe Barron. Más de una década antes de que Delia Derbyshire cautivara al público con su tema de “Dr. Who”, The Barrons realizaban sonidos experimentales e inauditos utilizando la tecnología disponible en el momento: máquinas de cinta, osciladores, micrófonos y otros dispositivos analógicos.
"The Barrons fue un grupo pionero de la música electrónica", escribe Messy Nessy, "Y una de sus joyas sonoras se encuentra en la música de la película de ciencia ficción y suspenso Forbidden Planet (Dir. Fred Wilcox, 1956)".
Tanto los sonidos que produjeron los Barrons como las visiones de Hugo terminaron siendo, en nuestra opinión, el escenario perfecto para una breve introducción a la voz de Nin. Después de ver Bells of Atlantis, pongan una pieza de música electrónica de aquel entonces y lean House of Incest: un alucinante poema en prosa sobre, en la descripción de Nin, el "escape de una mujer luego de una estación en el infierno".
Trad. EnFilme
Fuente: Open Culture