"Toda mi vida me he sentido muy feliz cuando, al verme, un espectador le decía a otro: 'Mira a ese pobre diablo".
En su autobiografía My Wonderful World of Slapstick, Buster Keaton contaba los mejores y los peores recuerdos que tuvo a lo largo de su carrera, ya que en aquel entonces no contaba con el galardón de popularidad por excelencia: un Oscar.
Buster Keaton empezó su carrera, como muchos otros cómicos del cine mudo, en el vodevil. Sus padres eran una pareja teatral. "Antes de cumplir cuatro años, me uní oficialmente al número de mis padres", recuerda en sus memorias. "Una de las cosas que descubrí fue que siempre que sonreía o permitía que los espectadores sospecharan lo bien que me lo estaba pasando, parecía que estos no se reían tanto como de costumbre".
Joseph Frank, su nombre real, recibió el apodo de Buster del mago Houdini, amigo de la familia.
Peter Bogdanovich, director del documental El gran Buster, que busca analizar el cine de Keaton, comentó: "Si te fijas, los filmes de Keaton todavía hoy hacen reír. En los momentos actuales, en los que la comedia está atravesando una crisis de creatividad, Keaton te reconcilia con el género, porque a su habilidad física unió el control total de su rostro y su talento para saber dónde poner la cámara. Fue un gran director de comedias, un aspecto que me parece fundamental reivindicar. Welles, que le conoció y admiró, me confesó que le consideraba uno de los grandes directores de todos los tiempos”
"A lo largo de los años han llamado a mi rostro cara de asco, muerta, rostro helado, el gran cara de piedra y, lo crean o no, 'máscara trágica'. La gente dirá lo que le parezca, pero mi cara ha sido para mí una valiosa marca de fábrica"
Y es que uno los atributos que mejor reflejaba Keaton en su cine fue el uso de la simetría y su encuadre central. Por qué antes de que Stanley Kubrick y Wes Anderson lo hicieran famoso para el público moderno, estaba Buster Keaton.
El más grande de los payasos silenciosos es Buster Keaton, no solo por lo que hizo, sino por cómo lo hizo. Harold Lloyd hizo reír tanto, Charlie Chaplin conmovió más profundamente, pero nadie tenía más coraje que Buster. Y aquí se define coraje bajo el conceto de Hemingway: gracia bajo presión. En películas que combinaban la comedia con riesgos físicos extraordinarios, Buster Keaton interpretó un espíritu valiente que tomó el universo en sus propios términos y no dio tregua.
En el videoensayo Symmetry of Laughter, Matt Steinauer y Vince Di Meglio rinden homenaje a Buster Keaton.
Buster Keaton: Symmetry of Laughter (2014) from Vince DI MEGLIO on Vimeo.
Trad. EnFilme
Fuente: Vimeo